Charlton, Amancio, Luis Suárez... 2023, "annus horribilis" para el fútbol

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Juan José Lahuerta

Madrid, 23 dic (EFE).- El año 2023 se despidió con una gran cantidad de deportistas fallecidos a lo largo de los 365 días en los que el fútbol fue el deporte más afectado. Nombres como Bobby Chartlon, Just Fontaine o cuatro de los españoles que disputaron la final de la Eurocopa de 1964 (Amancio Amaro, Luis Suárez, Josep María Fusté y Ferran Olivella) desaparecieron para siempre y dejaron un hueco insustituible en el mundo del deporte, que se quedó también sin una leyenda como la del ciclista Federico Martín Bahamontes.

Esta es la relación de fallecidos en 2023:

Si hay un futbolista de la historia de Inglaterra que sobresale por encima del resto, ese no es otro que Sir. Bobby Charlton, el mejor jugador de la selección que ganó el Mundial de 1966. Es la única Copa del Mundo que luce en las vitrinas del combinado británico, de cuya plantilla, tras la desaparición el pasado 21 de octubre sólo sobreviven Ian Callaghan, George Eastham, Terry Paine y Geoff Hurst.

Charlton, uno de los supervivientes del accidente de avión del Manchester United en 1958, fue el director de orquesta de aquel equipo de leyenda. Pero también se convirtió en un mito de su club, con el que ganó tres Ligas, una FA Cup y una Copa de Europa en 1968. Balón de Oro en 1966, Charlton fue uno de los mejores jugadores del mundo de su época. Junto a Pelé, Di Stéfano, Garrincha, Eusébio, Moore, Best, Fachetti, Rivera, Amancio o Sívori, fue uno de los mejores futbolistas de una década, los años 60, en la que alcanzó la cumbre del fútbol inglés para la eternidad.

Si hay un futbolista que puede presumir de algo casi imposible, ese es Luis Suárez, que tiene el honor de ser el único hombre en España en conseguir el Balón de Oro. Lo logró en 1960 y sólo décadas después, hasta que Alexia Putellas (2021 y 2022) y Aitana Bonmatí (2023) fueron premiadas con el mismo galardón, era el único español que tenía ese preciado trofeo en sus vitrinas. Pero Luis Suárez fue mucho más que un nombre al que relacionar con un premio. Fue uno de los mejores jugadores españoles de la historia, un centrocampista con una clase descomunal.

Inició su carrera en el Deportivo en 1953 y la terminó en la Sampdoria en 1972. Sus mayores éxitos los logró en el Barcelona (1955-1961) y en el Inter (1961-1970), donde fue parte clave de una de la época dorada del club italiano. Allí fue el director de la orquesta que ganó las Copas de Europa de 1964 y 1965 y dos Intercontinentales de los mismos años. Además, añadió a su palmarés dos Ligas con el Barcelona, otras tres con el Inter y una Eurocopa con la selección española (1964). 'El Arquitecto' se marchó dejando una estela de buen fútbol inolvidable.

El 21 de febrero el fútbol español lloró la perdida de uno de sus futbolistas más creativos e imaginativos de siempre. Amancio Amaro y el regate siempre irán de la mano junto a las tres camisetas que más lució: la del Deportivo, la del Real Madrid y la de la selección española.

Pero fue con la camiseta blanca con la que tocó el cielo en su carrera. Entre las temporadas 1962/63 y 1975/76, alzó una Copa de Europa (1966) con un gol clave al Partizán de Belgrado en la final y ganó 9 Ligas y 3 Copas. Además, formó parte del once de la final de la Eurocopa de 1964 en la que España ganó el título tras superar a la Unión Soviética y completó sus vitrinas con los trofeos de máximo goleador de la Liga en los cursos 1968/69 y 1969/70. Décadas después, 'El Brujo' se despidió como Presidente de Honor del Real Madrid, club del que fue una absoluta leyenda.

En el olimpo del fútbol francés hay tres nombres por encima del resto y uno de ellos se lo ganó a pulso Just Fontaine, que junto a Raymond Kopa, Michel Platini y Zinedine Zidane es de los mejores jugadores de la historia del fútbol galo. Pero, al contrario que Kopa, Platini y Zidane, finos estilistas del balón, Fontaine era un auténtico 'killer' que entre 1950 y 1962, en las filas del U.S Marocaine, del Niza y del Stade Reims, marcó un total de 226 goles en 248 partidos.

Pero si Just Fontaine tuvo que pasar a los anales de la historia del fútbol fue por su actuación en el Mundial de Suecia 1958. Francia terminó en la tercera posición gracias a los 13 tantos que marcó a lo largo del torneo el delantero francés. Alemania encajó cuatro; Paraguay, tres; Yugoslavia e Irlanda del Norte, dos; y, Escocia y Brasil, uno. En total, 13 goles, récord en un Mundial. 65 años después, nadie ha igualado esa marca.

Entre 1962 y 1972, Josep María Fusté se convirtió en una leyenda del Barcelona. Fue uno de los jugadores más destacados del conjunto azulgrana en una época oscura en la que las grandes individualidades no iban de la mano de un buen colectivo. Fusté fue uno de esos grandes jugadores que se quedó prácticamente sin títulos pese a ser un enorme centrocampista que aportaba pulmón y cerebro.

Fusté desarrolló su carrera profesional en el Barcelona justo en un paréntesis en el que no hubo premios. Llegó al club en 1962, un año después de la final de la Copa de Europa que perdió el Barcelona con el Benfica. Coincidió con el fin de la generación de Kubala y se fue al Hércules en 1972, poco antes de la llegada de Cruyff. Entre medias, ganó dos Copas de Feria y tres Copas del Generalísimo. Se resarció con la selección española, con la que fue campeón de la Eurocopa en 1964 tras ganar en la final a la Unión Soviética.

Para completar el año negro para los supervivientes de la selección española que participaron en la final de la Eurocopa de 1964, además de Amancio Amaro, Luis Suárez y Josep María Fusté, también se fue el capitán de aquel grupo que derrotó a la Unión Soviética 2-1 en el Santiago Bernabéu: Ferran Olivella, uno de los mejores centrales de su época, que desarrolló toda su carrera en el Barcelona entre 1956 y 1969.

Defensor elegante, contundente y robusto, además de la Eurocopa ganó con España, sumó a su palmarés tres Copas de Ferias, dos Ligas y cuatro Copas del Generalísimo. Perdió una final de la Copa de Europa en Berna ante el Benfica en 1961, pero no se le escapó una Eurocopa de la que solo quedan dos supervivientes de la final: Iribar y Marcelino. Suyo fue el honor de levantar el único gran trofeo de la selección hasta que 44 años después Iker Casillas, en 2008, alzó al cielo de Viena la Eurocopa de Austria y Alemania.

En verano, y a los 95 años, Federico Martín Bahamontes se apagó para siempre. 'El Águila de Toledo' fue uno de esos pioneros del deporte español que iluminó con su brillo tiempos oscuros en los que en ocasiones aparecían héroes que abrían el camino al resto. Bahamontes alcanzó la cima del ciclismo mundial tras ganar el Tour de Francia de 1959.

Fue el primero de los españoles en conseguirlo. Después lo harían Luis Ocaña, Pedro Delgado, Miguel Indurain, Óscar Pereiro, Alberto Contador y Carlos Sastre, pero el ciclista toledano inicio una serie que pudo ser más amplia, ya que rozó de nuevo la gloria en 1963 y en 1964, ediciones en las que quedó segundo y tercero, respectivamente. Pero para siempre tendrá el honor de ser el primer español en haber tocado el cielo de París desde lo más alto del podio de la carrera ciclista más importante del planeta.

Marcos Alonso Peña, ex jugador del Racing de Santander, Atlético de Madrid, del Barcelona e internacional con la selección española entre 1977 y 1990, forma parte de una saga de grandes jugadores que a lo largo de las décadas han dado lustre al fútbol español. Falleció a los 63 años y dejó para el recuerdo la figura de un extremo veloz, hábil y con gol que formó delantera con el Lobo Carrasco y Diego Maradona en la época en la que el astro argentino visitó la camiseta azulgrana.

Recogió el legado de su padre, el gran defensa Marquitos, que formó parte del gran Real Madrid campeón de las cinco Copas de Europa que ganó entre 1956 y 1960, y su hijo, Marcos Alonso Mendoza, siguió los pasos de su padre y, actualmente, forma parte de la plantilla del Barcelona después de pasar por equipos como el Real Madrid, el Chelsea y el Fiorentina, entre otros. Su progenitor se despidió con algunos títulos antes de convertirse en entrenador: Marcos Alonso Peña ganó con el Barcelona una Liga (1985), una Copa del Rey (1983), una Supercopa de España (1983) y 2 Copas de la Liga (1983 y 1986).

El 25 de noviembre, con 80 años, falleció el británico Terry Venables, uno de los entrenadores más influyentes del Barcelona de la década de los 80 en la que rozó un éxito que nadie había conseguido en décadas. Pero antes de sentarse en los banquillos, donde se forjó una gran carrera, Venables fue un buen jugador. Entre 1960 y 1975 brilló en el Chelsea, Tottenham, Queens Park Rangers y Crystal Palace. También en la selección inglesa, en la que ostenta el récord de representarla en todas las categorías desde infantil hasta la absoluta.

Ya como entrenador, fichó por el Barcelona en la temporada 1984/85 y ese mismo curso rompió una sequía de más de una década sin ganar la Liga. Después, disputó la edición de la Copa de Europa de la campaña 1985/86 y llegó a una final que perdió en Sevilla en los penaltis ante el Steaua Bucarest. Rozó con las manos un título que se le resistió a la entidad azulgrana hasta 1992, cuando, de la mano de Johan Cruyff, el Barcelona consiguió un trofeo que se le escapó al Venables desde los once metros.

En el mes de junio, a los 86 años falleció Silvio Berlusconi, ex primer ministro de Italia y presidente del Milan que cambió el fútbol en los años 80 después de formar un equipo legendario que dominó europa durante la segunda parte de la década y la primera de los años 90. Fue el presidente que más tiempo estuvo al frente del Milan y acumuló un total de 29 trofeos entre los que destacan 8 Ligas de Italia, 5 Ligas de Campeones, 2 Intercontinentales y un Mundial de Clubes.

Berlusconi compró el Milan en 1986 y fichó a grandes jugadores que marcaron una época en el fútbol italiano: los neerlandeses Rijkaard, Gullit y Van Basten, escoltados por Baresi, Maldini, Costacurta, Ancelotti y Donadoni dominaron el continente durante algo más de un lustro. Frenaron al Real Madrid de la Quinta del Buitre y con entrenadores como Sacchi, Capello y Ancelotti ganó las Copas de Europa de 1989, 1990, 1994, 2003 y 2007. Sin duda, fue clave en la construcción del mejor Milan de todos los tiempos.

Hasta la aparición de Dick Fosbury en los Juegos Olímpicos de México 1968, los saltadores de altura intentaban superar el listón mediante la técnica del rodillo ventral, en la que se elevaban de cara mientras intentaban girar el cuerpo a medio salto por encima del listón. Fosbury, nacido en Portland (Oregón) en 1947, desarrolló una técnica que utilizó en la final olímpica y que cambiaría la especialidad para siempre.

En lugar de saltar de frente, Forsbury apostó por arquearse hacia el listón en su carrera antes de saltar de espaldas y caer en el colchón. Ganó la medalla de oro tras superar al tercer intento los 2,24 metros. Su influencia se fue abriendo paso y en los Juegos de Múnich 1972, 28 de los 40 competidores utilizaron su técnica, mientras que en Moscú 1980 la usaron 13 de 16. En la actualidad, todos los saltadores la utilizan. Ese es su mayor legado.

A los 80 años, y de manera repentina, el 17 de septiembre falleció Pepe Domingo Castaño, una de las voces más representativas de la radio deportiva española en las últimas décadas. Inició su carrera a los 18 años en Radio Galicia y la terminó en la Cadena Cope, desde donde lució por última vez su carisma, pasión y gracia a la hora de introducir cuñas publicitarias durante las retransmisiones deportivas que marcaron a muchas generaciones. "Pepe, un purito" o su "hola, hola, hola" como saludo inicial en cada programa serán inolvidables para todos aquellos que disfrutaron de una de las mejores voces de la historia de la radio en España.

Gianluca Vialli, estrella del fútbol italiano.

Jorge Ballesteros, campeón mundial de tiro con España.

Torie Bowie, triple medallista en los Juegos de Río.

Pelayo Novo, ex futbolista del Elche, Oviedo y Córdoba.

Ralph Boston, campeón olímpico de longitud en Roma 1960.

Italo Galbiati, segundo entrenador del Real Madrid con Capello.

Greg Foster, triple campeón mundial en 110 metros vallas.

Jorge Guillén, histórico de la medicina deportiva.

Jim Hines, primer atleta en bajar de los 10 segundos en los 110 metros.

Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros entre 1993 y 2018. EFE

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