La Superliga choca con la reforma del fútbol inglés

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Londres, 21 dic (EFE).- El fútbol inglés tiene un problema con la Superliga. La reforma del fútbol en Inglaterra que entrará en vigor en 2024 y que cuenta con el apoyo del Gobierno británico choca de frente con la creación de una competición de este estilo. De hecho, la prohíbe, con el reparto de licencias a los clubes que podrían provocar la expulsión de la Premier League en caso de unirse a la Superliga o a cualquier competición externa a la UEFA o la FIFA.

Esta reforma se lleva desarrollando desde 2021, cuando doce clubes europeos, entre ellos seis ingleses -Arsenal, Chelsea, Tottenham Hotspur, Liverpool, Manchester City y Manchester United-, se proclamaron fundadores de la Superliga Europea, que prometía partidos más atractivos y un mayor sustento económico.

Tras la repulsa por parte de las aficiones de la Premier, con protestas tanto dentro de los campos como fuera de ellos, los seis clubes se apartaron del proyecto, al menos de forma pública, y en el Gobierno británico comenzó a fraguarse una reforma del fútbol inglés.

La reforma incluye la creación de un regulador independiente que medie en disputas, mejorar el test a dueños y propietarios para evitar problemas económicos en los clubes, así como la entrada de clubes estado, incrementar la representación del aficionado y que tenga poder de decisión y mejorar el reparto de dinero en la pirámide del fútbol inglés.

Ese regulador independiente también tendría el poder de prohibir que los clubes puedan unirse a competiciones no reconocidas por la Premier League.

En un principio, la propia competición se desmarcó de esta reforma y la vio con malos ojos por la interferencia de agentes externos que creen que puede dañar la marca de la liga y los ingresos a largo plazo. Con un contrato recién firmado de más de seis millones de libras por cuatro años de derechos televisivos domésticos y otro aún por anunciarse de derechos internacionales, la Premier quiere mantener su hegemonía como la mejor liga del mundo y le preocupa a partes iguales la disposición de seis clubes a unirse a la Superliga como que meta mano un regulador externo.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideró este jueves que las normas de la FIFA y de la UEFA sobre la autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión. La máxima instancia administrativa de la UE señaló que la UEFA y la FIFA abusaron de "posición dominante" en su actuación contra la creación de la polémica Superliga de fútbol.

Londres, 21 dic (EFE).- Pep Guardiola, técnico del Manchester City, declinó valorar la decisión del Tribunal de Justicia Europeo de dar luz verde a la Superliga Europea y dejó las opiniones sobre esta en el club y en sus abogados.

El Manchester City fue uno de los doce miembros fundadores de la Superliga en abril de 2021, pero abandonó el proyecto al ver la reacción de sus aficionados.

"No voy a hablar de esto unas horas antes de la final", dijo este jueves Guardiola en la rueda de prensa previa a enfrentarse este viernes al Fluminense en la final del Mundial de Clubes.

"No voy a hablar de ello, ya tendremos tiempo de reflexionar sobre ello más tarde. Los abogados y el club decidirán qué hay que hacer", añadió el técnico español.

Guardiola, hace dos años, criticó la decisión de la Superliga de ser un formato cerrado y dijo que eso no es deporte porque no hay relación entre el esfuerzo y la recompensar.

"No es un deporte cuando el éxito está garantizado. No es un deporte si no importa que pierdas. No es justo que un equipo luche para llegar al top, pero que no pueda clasificarse porque el éxito ya está garantizado para unos pocos clubes".

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