París, 19 dic (EFE).- El proyecto de ley sobre inmigración francés continúa atascado en el tira y afloja entre el macronismo y los conservadores por las ayudas sociales a los inmigrantes, si bien las partes se mantienen optimistas sobre la posibilidad de un acuerdo.
El proyecto continuará siendo analizado hoy en una comisión mixta paritaria del Parlamento, a partir de las 10.30 horas (9.30 GMT), después de que ayer las conversaciones se extendieran hasta la noche y fueran suspendidas para el día siguiente.
"Sí, puede haber acuerdo", aseveró Eric Ciotti, líder del partido conservador Los Republicanos (LR), en una entrevista esta mañana con el canal televisivo BFM.
Lo mismo expresó el ministro de Interior, Gérald Darmanin, en declaraciones a France 2 en la antesala de la continuación del crucial trámite parlamentario, aunque matizó que ese pacto "no se logrará cueste lo que cueste".
"El Gobierno quiere distinguir entre los que trabajan y los que no trabajan", agregó.
La cuestión que bloquea las negociaciones es la restricción de las ayudas a los inmigrantes, para cuyo acceso LR busca imponer plazos de hasta cinco años, incluyendo a los que trabajan legalmente y cotizan, una antigua demanda de la ultraderecha francesa.
El objetivo es hacer menos atractivo el modelo social francés que, según Ciotti, es el "más generoso" de toda Europa con los extranjeros, lo que favorece un aumento de las llegadas.
Para el líder republicano, "tantos extranjeros" en Francia no pueden ser asimilados y esa situación aumenta los "peligros" para la sociedad francesa.
Según la ONU, el país europeo cuenta con cerca de un 12 % de población extranjera, por detrás de España (13 %), Estados Unidos (15 %), Austria (17 %) y Suiza (29 %), entre otros.
Si la comisión mixta paritaria (siete miembros de la Asamblea y otros tantos del Senado) vota a favor, el texto pasará a la cámara baja para su votación, mientras que si no hay acuerdo, el proyecto se abandonará.
Esta hipótesis representaría un duro revés para el Gobierno de Emmanuel Macron a siete meses de las elecciones europeas en las que la ultraderecha de Marine Le Pen, que hace de la inmigración su caballa de batalla, lidera las encuestas.