El gobernador texano firma ley que permite a policía detener y expulsar migrantes a México

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Los Ángeles (EE.UU.), 18 dic (EFE).- El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó hoy lunes un paquete de leyes antiinmigrantes, incluyendo la SB4, considerada una de las más estrictas en la historia estadounidense y que otorga a la policía la facultad de detener y deportar migrantes sin el debido proceso.

Con unas obras de construcción del muro en la frontera entre México y Brownsville (Texas) de fondo, Abbott firmó hoy un paquete de tres leyes aprobadas en las sesiones extraordinarias de la Legislatura en respuesta a lo que considera una política de “fronteras abiertas” del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Considerada una de las leyes antiinmigrantes más estrictas en la historia estadounidense, la SB4 convierte en delito menor el que un extranjero "ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera" de forma irregular. La falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.

La ley permite a la justicia estatal ordenar la expulsión de personas sin mediar proceso judicial. Y lo más polémico, los oficiales de policía podrán arrestar a cualquier individuo del que sospechen que ingresó ilegalmente al país, y tendrán la facultad discrecional de expulsarlo a México.

“La meta de esta ley es parar la oleada de ingresos ilegales de extranjeros a Texas”, dijo el gobernador al firmar la ley, y destacó que durante el Gobierno de Biden, iniciado en enero de 2021, han pasado la frontera más de ocho millones de migrantes.

Ante las preocupaciones de activistas que argumentan que la ley propicia el perfilado racial hacia inmigrantes que residen en el estado, entre otros resultados negativos, Abbot advirtió que la aplicación de esta ley "se enfocará en la frontera".

La medida se suma a otras que Abbott ha instrumentado como parte de su Operación Estrella Solitaria contra la inmigración irregular, a la que han sido asignados 9.500 millones de dólares desde 2021 y que ha incluido la colocación de un cerco de alambre de púas y una barrera de boyas en el fronterizo Río Grande (Río Bravo en México).

Abbott también firmó otros dos proyectos de ley, incluyendo la SB3, que asigna 1.540 millones de dólares adicionales para la construcción del muro fronterizo y el financiamiento de operaciones de seguridad en la región, incluyendo fondos a los departamentos de policía para implementar la SB4.

Otra ley firmada por el gobernador crea una pena mínima de 10 años para personas encontradas culpables de tráfico de migrantes.

Asimismo, Abbott se despachó contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtiendo que la frontera es de dos sentidos y que su Gobierno había podido “parar todo esto”.

Calificó de “reprobable” la política de López Obrador al exponer a los migrantes a torturas, violaciones y la muerte.

Pese al exorbitante costo de su política migratoria, las medidas le han permitido a Abbott, quien ha sido gobernador desde 2015, consolidar su poder en el estado al pasar por encima de las objeciones demócratas, promover su agenda antiinmigrante a nivel nacional y desafiar al Gobierno del presidente Biden, a quien culpa de la inmigración ilegal por su supuesta política de “fronteras abiertas”.

Abbott enfrenta la perspectiva de que las nuevas leyes, en especial la SB4, sean impugnadas por el Gobierno federal o por grupos proinmigrantes, entre ellos la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que ya han anunciado su intención de ir a las cortes.

Las nuevas disposiciones pueden generar también el rechazo de un sector de los aproximadamente 12 millones de hispanos de Texas, que constituyen el mayor grupo demográfico del estado con 40,2 % de los alrededor de 30 millones de habitantes.

Los Ángeles (EE.UU.), 18 dic (EFE).- Decenas de organizaciones de Texas criticaron fuertemente este lunes al gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, tras convertir en ley un paquete de proyectos antiinmigrantes, y le advirtieron que se verán en las cortes "muy pronto".

Abbott firmó hoy en la frontera de Brownsville con México el paquete de tres leyes aprobadas en las sesiones extraordinarias de la Legislatura estatal, entre las que destaca la SB4, que otorga a los departamentos de policía locales el poder de arrestar a los migrantes que ingresaron ilegalmente al estado y ordenarles a salir de Estados Unidos.

Cerca de allí un grupo de activistas liderados por La Unión del Pueblo Entero (LUPE) y Frontera Texas Organizing Project le recordaron al gobernador que están en “estado de alerta y resistencia” ante la implementación de esta medida.

Más de cuarenta personas protestaron al grito de “Sí se puede” en el lugar, dando inicio a una campaña lanzada la semana pasada y a la que se han sumado más de 50 organizaciones comunitarias que prometen manifestaciones en los próximos meses.

“No hay límite para el terror que el gobernador Abbott provoca sobre los texanos”, dijo Tania A. Chávez Camacho, directora de LUPE, en la protesta.

Añadió que el republicano y sus aliados han permitido que Texas se convierta en un “lugar seguro” para un pequeño grupo de personas xenófobas y antiinmigrantes, y al mismo tiempo en un sitio hostil para la mayoría de los texanos.

Chávez advirtió que continuarán marchando, testificando y organizándose contra estas políticas “en las calles y en los tribunales”.

En ese sentido, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Texas confirmó hoy a EFE que tiene “la intención” de presentar esta semana una demanda contra la SB4.

Sarah Cruz, estratega de políticas y defensa de los derechos fronterizos y de los inmigrantes en la ACLU de Texas, dijo que esta ley es uno de los proyectos “más radicales y antiinmigrantes del país” que sin duda conducirá a más violaciones de derechos “e infundirá miedo en las comunidades negras, morenas e indígenas y en todas las personas de color en todo el estado”.

La abogada advirtió que la SB4 viola el derecho internacional y federal e interfiere con el proceso de asilo.

Por su parte, Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), advirtió en un comunicado de prensa que docenas de organizaciones de Texas se han comprometido a “resistir la agenda antiinmigrante, racista y xenófoba encabezada por el gobernador Abbott".

Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la mayor organización hispana de derechos civiles de Estados Unidos, también se despachó contra Abbott y la Legislatura de Texas, a los que acusó de estar “determinados a convertir su poder legislativo en un arma para obtener ganancias políticas a costa de seres humanos”.

El presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO), Arturo Vargas, también condenó en un comunicado la promulgación de la ley, que calificó de antiinmigrante, inconstitucional, costosa y poco sólida.

Aseguró que NALEO estará dispuesta a brindar a los funcionarios latinos elegidos y designados en Texas “los recursos necesarios para ayudar a sus electores a comprender los efectos de esta ley y proteger sus derechos”.

No obstante, Abbott defendió hoy el derecho de Texas de asegurar su frontera. “La meta de esta ley es parar la oleada de ingresos ilegales de extranjeros a Texas”, subrayó en la ceremonia de la firma.

Explicó que la aplicación de la SB4 "se enfocará en la frontera" y aseguró que la ley es constitucional.

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