La ONU ha denunciado que en medio de una multitud de crisis globales y la escalada de los conflictos armados, las armas de cortas de fuego, pequeñas y ligeras, siguen siendo un asesino silencioso, ya que se cobraron más de 260.000 vidas durante 2021, lo que representa el 45 por ciento de todas las muertes violentos. Así lo ha explicado la Alta Representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, ante el Consejo de Seguridad de este viernes citando las últimas cifras disponibles. "Esto supone más de 700 personas al día, o sea, una persona que muere por armas pequeñas cada dos minutos", ha afirmado y ha añadido que "las armas pequeñas y ligeras son las armas preferidas para iniciar, mantener y exacerbar conflictos, violencia armada, terrorismo y otras formas de delincuencia organizada". Nakamitsu ha destacado la necesidad de adoptar enfoques complementarios para responder al empeoramiento y a la compleja amenaza a la seguridad que plantean dichas armas y ha instado a fortalecer los marcos nacionales y regionales y a "traducir" los compromisos globales en "medidas adaptadas" a nivel local, así como a establecer objetivos nacionales y regionales voluntarios y medir el progreso con ese fin. "Las buenas prácticas y las lecciones aprendidas de iniciativas regionales exitosas demuestran la importancia de contar con marcos sólidos de seguimiento y evaluación para medir el progreso en la implementación e informar una mayor programación y formulación de políticas", ha dicho y ha agregado que al mismo tiempo son cruciales enfoques de todo el gobierno que integren el control de las armas pequeñas y ligeras en las iniciativas de desarrollo, prevención y consolidación de la paz. Nakamitsu, que también dirige la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas, ha subrayado el impacto diferenciado en las mujeres y ha pedido que se recopilen datos de mejor calidad para un análisis más preciso. "Hacerlo también serviría como base para el desarrollo de estrategias de prevención y protección basadas en evidencia, así como para la formulación de políticas y programación con perspectiva de género sobre armas pequeñas y ligeras", ha asegurado. "Se alienta al Consejo de Seguridad a ordenar a las entidades de la ONU que recopilen sistemáticamente dichos datos, incluso al registrar las víctimas y monitorear los incidentes de violencia sexual relacionada con el conflicto", ha instado a los embajadores. La alta funcionaria también ha expresado su grave preocupación por los flujos ilícitos de armas y municiones en violación de los embargos de armas. "El tráfico ilícito de armas y su desvío, en violación de los embargos de armas ordenados por el Consejo de Seguridad, siguen estando documentados", ha dicho, señalando que esta realidad demuestra la necesidad constante de mejorar la aplicación de los embargos de armas. "Al mismo tiempo, paneles de expertos de muchos regímenes de embargo de armas siguen enfrentando desafíos a la hora de identificar el origen y la cadena de suministro de las armas y municiones incautadas", ha añadido. Nakamitsu ha recordado el informe del Secretario General sobre la cuestión: "En particular, se alienta al Consejo a seguir solicitando informes de los Estados Miembro sobre las medidas que han adoptado para aplicar embargos de armas y sobre sus esfuerzos por cooperar y compartir información con los paneles de expertos".