Cantón (China), 16 dic (EFE).- Es la fábrica del mundo, la gran locomotora económica de China y una de sus principales joyas culturales y gastronómicas, pero Cantón, la provincia más poblada del país, busca reinventarse en medio de una ralentización económica que ha hecho mella en los bolsillos de muchos de sus residentes.
Enclavada en el sur del país, en su capital portuaria homónima los laberínticos grandes almacenes -que ofrecen desde artesanías y antigüedades hasta electrónica y moda- aún compiten mano a mano con los bazares callejeros por captar la atención de los cazadores de gangas, que deambulan por la ciudad en busca de los mejores precios mientras descartan las falsificaciones.
Pero este año, el de la postpandemia, cuando se suponía que la economía china debía florecer después de tres años de encierros y las fronteras cerradas -la economía cantonesa se llegó a contraer un 2,7 % en el primer trimestre de 2020-, la recuperación se demora.
"No, no estoy vendiendo tanto como esperábamos... hemos visto mejores rachas", comenta a Efe la señora Zhang, dependienta de una tienda de ropa al aire libre en el céntrico barrio de Dongshankou.
Zhang compite con los centros comerciales y el comercio electrónico en una ciudad en la que los turistas -en 2018, antes de la pandemia, recibió 223 millones de visitantes- son fuente de ingresos, especialmente para la hostelería.
Muchos, explica Zhang, han dejado el textil por abrir pequeños puestos callejeros que ofrecen la gastronomía local, la cocina china más popular del mundo, donde destacan platos como la sopa de serpiente, el pato asado o el 'dim sum', rollitos de harina de arroz rellenos y cocinados al vapor que se comen de un bocado.
Otros turistas apuestan por la rica tradición cultural cantonesa, con sus templos ancestrales y teatros de ópera, o por el "turismo rojo", las visitas a lugares revolucionarios como el museo que conmemora el Tercer Congreso del Partido Comunista (PCCh), y al que acuden a diario curiosos y convencidos para hacerse 'selfies' y revalidar su fe en el marxismo.
"SI NO SE HA HECHO EN CANTÓN, NO EXISTE"
Cantón, paradigma de la apertura china a finales de la década de 1970, sigue siendo la mayor provincia exportadora del gigante asiático y el principal destino de la inversión extranjera directa.
"Muchos extranjeros se fueron durante la pandemia, hay mercados muy saturados y mucha presión. Es difícil sobre todo para el pequeño comercio, pero aquí muchas veces todos depende de las conexiones que se tengan. Algunos viven casi con lo puesto, y muchos otros se han hecho de oro", relata Williams Kodithuwakku, un esrilanqués que ofrece servicios de logística y envíos desde hace varios años.
Una joven local que se dedica a la venta de jade -utilizado en China por antonomasia para collares y todo tipo de esculturas- agrega que "aunque para el emprendedor local es muy complicado empezar de cero, todo depende de la capacidad para encontrar clientes, especialmente fuera del país".
Mientras, Cang Feng, funcionario de la Oficina local del Ministerio de Exteriores asevera en un encuentro con periodistas que la venta minorista y la demanda interna están "en plena recuperación" tras los vaivenes de la pandemia.
No obstante, Cang admite "problemas" para la provincia, que creció un 1,9 % interanual en 2022, por debajo del objetivo del 5 % y de las cifras de otras regiones como la vecina Fujian, pero suficiente para seguir siendo la más grande de toda China en términos de PIB nominal.
"Podemos presuponer, con cautela, que 2024 será mejor. Hemos puesto muchos esfuerzos en el desarrollo de las zonas rurales y en la innovación científica y tecnológica, para lo cual estamos promoviendo la Gran Área de la Bahía, que busca integrar Cantón con Hong Kong y Macao", acota el funcionario, orgulloso de que Cantón, sea "el único puerto que nunca ha estado cerrado en toda la historia de China".
NUEVOS PRODUCTOS
Cantón, con su clima templado, sus bajos costes labores, una base industrial robusta y una más que eficiente red logística, apuesta ahora por consolidarse como gran nodo para la digitalización y la innovación.
La provincia es "líder en patentes, solicitudes de marca registradas y proyectos de tecnología", recoge la prensa local, y en ella se creó la ciudad de Shenzhen, cuna de la tecnológica Huawei, tercera marca a nivel global de teléfonos inteligentes; Tencent, una de las mayores empresas de Internet del mundo y creadora de WeChat, el WhatsApp chino o la fabricante de drones DJI.
Pero, al margen de las megaempresas, también conviven proyectos más pequeños con proyección de crecimiento, como Heygears, desarrolladora de tecnología de impresión 3D que ha encontrado un nicho en los productos odontológicos, o MINO Equipment, especializada en servicios de optimización para fábricas automovilísticas y que suma ya clientes como Tesla o Volkswagen.
Otra emergente es CTVE, desarrolladora de pantallas planas LCD, que ha logrado ya más de 3.000 patentes.
En una visita guiada, sus anfitriones mostraron a los periodistas algunas de sus soluciones para hogares oficinas y colegios, con paneles interactivos de carácter futurista que, dijeron, "sustituirán a las pizarras tradicionales" y "serán la base de las escuelas del futuro" por su capacidad de "aumentar el rendimiento académico de los alumnos".
por Jesús Centeno