Mark Cuban sueña con un casino para los Mavericks

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Albert Traver

 Redacción deportes, 15 dic (EFE).- Tras más de dos décadas al frente de los Dallas Mavericks, Mark Cuban ha decidido por sorpresa vender la mayoría de sus acciones a los Adelson, familia de magnates del juego de Las Vegas. Cuban seguirá atado al club al frente del equipo y con un sueño faraónico entre ceja y ceja: construir un nuevo pabellón para los Mavs que sea a su vez un casino.

Cuban es uno de los propietarios más carismáticos e implicados de la NBA y con él al frente los Mavericks han pasado de ser un equipo mediocre a vivir sus años más gloriosos, ganando en 2011 su hasta ahora único anillo, con Dirk Nowitzki como jugador franquicia.

El equipo que compran ahora Miriam Adelson (viuda del magnate Sheldon Adelson) y su yerno, Patrick Dumont, tiene en Luka Doncic a su indiscutible estrella y a una leyenda en el banquillo: Jason Kidd, compañero de Nowitzki en esos Mavs campeones de 2011.

 Cuban, un multimillonario de 65 años, adquirió los Mavericks en el año 2000 por 285 millones de dólares. Ahora, su equipo ha sido valorado entre 3.500 y 3.800 millones, por lo que el beneficio que sacará de su venta a la familia Adelson es enorme.

Los Adelson son dueños de la multinacional de casinos y resorts Las Vegas Sands Corp., que actualmente tiene varias propiedades en Singapur y Macao, pero ninguna en Estados Unidos, después de desprenderse en 2022 del mítico complejo The Venetian de Las Vegas.

Según Forbes, la fortuna familiar asciende a 33.000 millones de dólares, cifra que les situaría en el podio de propietarios de equipos deportivos más ricos de Estados Unidos después de Steve Ballmer (Los Angeles Clippers, 101.000 millones) y la familia Walton (Denver Broncos, 67.400 millones).

Si la NBA aprueba la compra, los Adelson se harán aproximadamente con el 75 % del accionariado, mientras que Cuban mantendrá el 25 % restante, convirtiéndose así en los dos propietarios únicos del equipo de Dallas.

Los actuales cinco socios minoritarios, uno de ellos la familia Carter, fundadores de la franquicia, venderán todas sus acciones y saldrán definitivamente de la ecuación, también embolsándose un jugosísimo beneficio.

De acuerdo al rotativo local de Dallas, The Dallas Morning News, el comisionado de la NBA, Adam Silver, ha convocado a los dueños de las 30 franquicias a reunión el próximo 20 de diciembre para aprobar la operación, lo que significa que la nueva propiedad ya tiene el visto bueno de la liga.

El dinero también está listo, puesto que hace pocos días Miriam Adelson completó la venta de 2.000 millones de dólares en acciones de Las Vegas Sands Corp. para obtener liquidez y poder afrontar la operación.

 El actual propietario de Dallas no ha explicado qué le ha llevado a venderse la franquicia, pero este acuerdo algo insólito con los Adelson, por el cual mantendrá la dirección de las operaciones deportivas de la franquicia, indica que Cuban no ha perdido el interés por sus Mavs.

El empresario se hizo multimillonario en el punto álgido de la burbuja de las puntocom vendiendo su portal de radio por internet Broadcast.com a Yahoo! por 5.700 millones de dólares en acciones, y ahora podría estar de nuevo adaptándose a un negocio cambiante, en el que los equipos son solo vehículos para lucros mayores.

"Al asociarnos con Sands Corporation, no hay razón para que no podamos construir un gran complejo en la propia ciudad de Dallas", dijo hace unos meses Cuban, dejando intuir su visión de un nuevo pabellón para los Mavs que sea a su vez un casino: un paraíso del deporte y del juego.

El sueño puede que sea solo eso, porque en la conservadora Texas el juego no es legal -ni siquiera las apuestas deportivas- y a muchos tendrá que convencer en el futuro para que eso cambie.

Los Mavericks ahora juegan en el American Airlines Center, de propiedad municipal, pero Cuban hace tiempo que habla de cambiar de aires y con los Adelson puede ser una realidad.

 Con la compra de los Mavericks, los Adelson renuncian a fundar la franquicia de la NBA en su ciudad, Las Vegas, con la que hace tiempo que se rumorea si la liga se amplía de los actuales 30 a 32 equipos en las próximas temporadas.

Adam Silver comentó este verano que, de expandirse, Las Vegas y Seattle -que ya acogió a los míticos SuperSonics entre 1967 y 2008 antes de que la franquicia se mudara a Oklahoma-, serían dos de los mercados mejor posicionados para acoger a los nuevos equipos.

Con los Adelson fuera de la ecuación, la veda está abierta para que sea otro quien cree un equipo en Las Vegas, ciudad que la semana pasada organizó con gran éxito la fase final del primera Copa de la historia de la NBA, conquistada por LeBron James y sus Los Angeles Lakers.

El propio LeBron, de hecho, ha dicho que quiere ser propietario de una franquicia en Las Vegas cuando se retire y así lo repitió la semana pasada.

"Mi entusiasmo por estar aquí (Las Vegas) después de mi carrera y traer un equipo aquí no ha cambiado. Los fans son increíbles aquí. Ya lo tienen todo: el equipo de la WNBA, pronto tendrán un equipo de béisbol, el equipo de la NFL, el equipo de hockey, la F1 estuvo aquí durante la semana de Acción de Gracias. Todo está aquí. Este es un lugar al que le encantan las grandes atracciones y creo que la NBA será otra gran incorporación a esta ciudad", afirmó.

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