São Paulo, 8 dic (EFE).- Tres de cada cuatro hectáreas deforestadas en la Amazonía en las últimas cuatro décadas fueron destinadas a la ganadería, según revela un estudio presentado este viernes, realizado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y la red MapBiomas.
La investigación, que fue presentada este viernes durante la COP28, muestra que de los cerca de 86 millones de hectáreas de vegetación natural fueron deforestadas entre 1985 y 2022 en la región amazónica.
De esa cifra, 66,5 millones de hectáreas se convirtieron en pastos, otras 19,4 millones de hectáreas, en tierras agrícolas y una parte marginal se destinó a la minería y otros usos.
El estudio subraya que se ha producido un alarmante crecimiento de la actividad minera, que en los 38 años analizados creció un 1.367 %.
En el tiempo que abarca el estudio, los territorios modificados por la acción humana en la Amazonía aumentaron un 169 %, en su mayoría destinados al pastoreo, y han pasado de 51 a 85 millones de hectáreas.
El estudio se basa en el análisis del uso de 844 millones de hectáreas de selva ubicadas en Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Guyana, Guayana Francesa y Surinam entre 1985 y 2022.
Brasil es el país más afectado por la conversión de bosques en pastos, especialmente en lo que han denominado el "arco de la deforestación", una zona que se extiende por toda la frontera sur del bioma y que ahora es una pujante región agrícola y ganadera.
Se trata del país que contiene en sus fronteras un 61,9 % del territorio amazónico, cuya extensión se redujo un 14 % entre 1985 y 2022.
Bolivia, que cuenta con el 8,4 % de los bosques amazónicos, es el segundo país que experimentó una mayor deforestación, del 10 %.
A pesar de que la deforestación no afecta únicamente a las zonas boscosas, estas fueron las más afectadas.
La Amazonía está cubierta en un 81,4 % de vegetación natural, de la cual el 73,4 % son bosques y tan solo 6 millones de hectáreas no forestales fueron taladas en el periodo que abarca el análisis.
São Paulo, 8 dic (EFE).- La deforestación en la Amazonía brasileña cayó un 63 % en noviembre, con respecto al mismo mes del año anterior, según datos oficiales divulgados este viernes.
La selva amazónica perdió 201,1 kilómetros cuadrados en noviembre, frente a los 554,6 kilómetros cuadrados devastados en noviembre del año pasado, según los datos del monitoreo por satélite recopilados por el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (INPE, por sus siglas en portugués).
Los datos están influenciados en parte por la nubosidad y, este año, el 21,74 % de la región no se pudo observar por las nubes, mientras que el año pasado ese índice era menor, del 15,03 %.
En lo que va de 2023, la deforestación ha caído cerca del 50 % con respecto al mismo período del año anterior, según los datos del INPE.
El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el 1 de enero, se ha puesto entre sus objetivos eliminar la deforestación de la Amazonía hasta 2030.
Durante la Cumbre del Clima COP28 de Dubái, Lula afirmó que la reducción de la deforestación de la Amazonía ha evitado la emisión de 250 millones de toneladas de carbono a la atmósfera en los diez primeros meses del año.
Brasil se ha comprometido a recortar sus emisiones de gases invernadero en un 48 % para 2025 y en un 53 % para 2030, a fin de lograr la neutralidad en carbono para 2050.
Para detener la deforestación, el Gobierno brasileño ha vuelto a invertir en los órganos de vigilancia ambiental que habían sido debilitados durante la gestión del líder de la ultraderecha Jair Bolsonaro (2019-2022), quien defendía la explotación sin restricciones de la selva.