Naciones Unidas, 8 dic (EFE).- "El pueblo de Gaza mira al abismo", dijo este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, al Consejo de Seguridad, en una sesión excepcional en la que le pidió actuar para conseguir parar la guerra en Gaza, que ha dejado 17.000 palestinos y 1.200 israelíes muertos.
"Los ojos del mundo, y de la historia, están mirando (hacia el Consejo). Es hora de actuar", insistió Guterres, cuando ni siquiera está claro que hoy se pueda votar una nueva resolución para pedir un alto el fuego ante las reticencias principalmente de Estados Unidos, con derecho a veto.
"La ley humanitaria internacional no puede aplicarse de forma selectiva -dijo Guterres-. Es vinculante para todos las partes igualmente y en todo momento, y la obligación de respetarla no depende de la reciprocidad", recordó en esta sesión pedida por él invocando de forma extraordinaria el artículo 99 de la carta de la ONU, que permite al secretario general dirigirse al consejo en caso de amenaza grave para la seguridad.
Las "violaciones a la ley de la guerra" que cometió Hamás "no absuelven a Israel de sus propias violaciones", insistió.
La situación en Gaza "puede resultar en un colapso completo del orden público, al tiempo que crece la presión por un desplazamiento de masas hacia Egipto, (pero) temo que las consecuencias podrían ser devastadoras para toda la región", advirtió Guterres.
Guterres recordó que el 60 % de las viviendas están destrozadas o dañadas, lo que ha forzado el desplazamiento del 85 % de la población: "Al pueblo de Gaza le mandan moverse como si fueran 'pinballs', rebotando de sitio en sitio, cada vez más pequeños, sin ninguna de las necesidades básicas para sobrevivir".
Volvió a recordar la escala de destrucción en Gaza: 339 instalaciones escolares, 26 hospitales, 56 centros sanitarios, 88 mezquitas y tres iglesias destruidas tras "ataques por tierra, mar y aire", recordó Guterres.
Tras Guterres, tomó la palabra el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, que agradeció al secretario general por sus palabras y su actitud, en un momento en que su persona es atacada casi a diario por Israel, que pide una y otra vez su dimisión.
El secretario general -dijo Mansour- "está respetando su misión sagrada, que es defender la carta de la ONU. Ellos (Israel) está atacando a los Estados que rehúsan ser cómplices de tales crímenes, aunque sean sus aliados. Atacan a funcionarios de la ONU, a agencias de la ONU y a organizaciones de derechos humanos que no hacen sino cumplir su obligación en las circunstancias más difíciles".
Naciones Unidas, 8 dic (EFE).- Estados Unidos no piensa apoyar el llamamiento a actuar en Oriente Medio que el secretario general, António Guterres, hizo este viernes de manera dramática al Consejo de Seguridad, según dejó claro ante el Consejo su representante ante la ONU, Robert Wood.
Wood arrojó así un jarro de agua fría a las expectativas de que hoy el Consejo apruebe ese llamamiento a la tregua permanente, en una resolución presentada por Emiratos Árabes y que ha recibido el apoyo de todos los países árabes e islámicos, además de Rusia, China y Francia.
"No apoyamos el llamamiento a un alto el fuego inmediato. Solo sembraría las semillas de una próxima guerra, porque Hamás no quiere ni una paz duradera ni la solución de los dos Estados", dijo Wood en el Consejo.
Wood razonó, repitiendo las tesis israelíes, que "si Israel dejara las armas hoy, como algunos Estados miembros piden, Hamás seguiría reteniendo a sus rehenes, mujeres y niños, viejos y jóvenes, muchos de ellos sujetos a trato inhumano y cruel".
Poco antes de que Wood hablara, ya el embajador israelí, Gilad Erdan, se opuso radicalmente a una tregua y dijo que "el verdadero camino a la paz es apoyar la misión de Israel y no llamar en absoluto al alto el fuego".
El embajador, conocido en las últimas semanas por sus agresivos discursos contra distintas instancias de la ONU, razonó así su oposición a la tregua: "Un alto el fuego significa cimentar el control que Hamás tiene en Gaza; más aún, llamar al alto el fuego manda un mensaje claro de que se perdonan sus atrocidades deliberadas, y que la opresión de los gazatíes por Hamás tiene luz verde de la comunidad internacional".
El discurso de Erdan, como es habitual, consistió en culpar a Hamás de todo lo que sucede en Gaza, y hoy aseguró que sus militantes han acaparado la escasa ayuda humanitaria que entra en la Franja y que han llegado a disparar contra los civiles gazatíes que tratan de acceder a esa ayuda.
Llegó a asegurar, contra lo que afirman todas las agencias humanitarias, que "de hecho, Israel acepta toda ayuda humanitaria a Gaza, de cualquier país que desee prestarla", pero que esa ayuda no llega a sus verdaderos destinatarios.
El mensaje de Erdan iba dirigido a los 15 miembros del Consejo en horas previas a que voten una nueva resolución, presentada por Emiratos Árabes, y que pide un alto el fuego sin condiciones, aunque el embajador francés ante la ONU, Nicolas de la Rivière, ya advirtió este viernes que no le parecía realista que ese texto pueda aprobarse hoy, y las palabras de Wood hacen pensar que una votación así está condenada al fracaso.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, se ha mostrado crítico con su aliado por el hecho de que los ataques en Gaza no toman en cuenta la protección de los civiles, sin por ello pedir el alto el fuego.
En los dos meses de guerra, el Consejo de Seguridad ha votado en varias ocasiones otras resoluciones para pedir el fin de la guerra, con vetos cruzados de Estados Unidos y de Rusia, y solo el pasado 15 de noviembre logró consensuar un llamamiento a "pausas humanitarias" para entregar ayuda a la población civil de Gaza.
Sin embargo, la única tregua declarada en estos dos meses (de siete días) no fue fruto de esa resolución, sino de negociaciones indirectas entre Israel y Hamás -con mediación de Catar y EE.UU.- para intercambiar rehenes en manos de Hamás por presos palestinos en cárceles israelíes.
Naciones Unidas, 8 dic (EFE).- La representante especial de Naciones Unidas sobre violencia sexual en los conflictos, Pramila Patten, aceptó este viernes la invitación del Gobierno de Israel de hacer una visita oficial al país para hablar con supervivientes de violencia sexual en la guerra, tanto hombres como mujeres.
La representante de la ONU pretende aprovechar su visita a Israel para escuchar de primera mano los testimonios de las víctimas de violencia sexual -entre las que se encuentran prisioneros recientemente liberados- y para "amplificar sus voces", según expresó la organización en un comunicado.
Dijo sentirse "gravemente preocupada" por los informes que le llegan de violencia sexual.
Patten instó al Gobierno de Benjamín Netanyahu a que permita la investigación por parte de la ONU de todas las denuncias de agresiones sexuales cometidas en el conflicto para así poder analizar la magnitud de estos crímenes, "incluyendo acusaciones de violencia sexual contra los palestinos".
Además, manifestó su preocupación por las agresiones sexuales cometidas por Hamás contra algunos rehenes desde el 7 de octubre y expresó su empatía por el "grave trauma colectivo" que ha provocado esta violencia.
En el comunicado, Patten también recordó a los 130 miembros de la ONU que han fallecido desde que empezó el conflicto mientras trabajaban en la zona, "muchos de ellos con sus familias".
Patten llamó a una liberación "inmediata, segura e incondicional" de las víctimas capturadas por Hamás, y exigió permitir la entrada de ayuda humanitaria para "aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza".