Buenos Aires, 7 dic (EFE).- La debilidad de La Libertad Avanza, espacio joven en la vida política de Argentina, ha empujado a su líder, Javier Milei, a tejer alianzas con otros espacios opositores para robustecer su Ejecutivo ante un escenario que podría verse muy convulsionado cuando quiera aplicar las duras medidas de ajuste anunciadas.
Milei ha mostrado una "dosis muy significativa de pragmatismo", señala a EFE el politólogo Sergio Berensztein, al destacar que "alguien sin experiencia política y sin experiencia ejecutiva está demostrando más sabiduría y estrategias más sofisticadas" de lo pensado.
Este 'outsider' que en solo dos años llegó a la Presidencia, que asumirá el 10 de diciembre próximo, demostró que "la coalición de gobierno nunca es igual a la coalición electoral", destaca Berensztein, ya que pocos referentes que lo acompañaron en la campaña electoral estarán a su lado en el Ejecutivo.
Al buscar dirigentes en otros partidos, el economista libertario "divide en todo lo que busca apoyo", señala el politólogo.
Milei nombró en su gabinete y en puestos clave de la administración pública a los integrantes de la fórmula presidencial de la coalición opositora Juntos por el Cambio (centroderecha) -a su vez, del partido del Propuesta Republicana (PRO) y la Unión Cívica Radical (UCR)- y a referentes del gobierno peronista de Carlos Menem (1989-1999).
El presidente electo cuenta con la fortaleza de haber ganado por un alto porcentaje de votos (55,65 %) al actual ministro de Economía, Sergio Massa (44,35 %), proponiendo un programa de transformación profunda: aplicar la 'motosierra' al gasto público, dolarizar la economía y eliminar el Banco Central.
La debilidad del próximo presidente es que su formación política sólo cuenta con siete senadores y 38 diputados, en un Parlamento de 72 escaños en el Senado y 257 en la cámara de Diputados, por lo que requiere acuerdos con otras fuerzas.
Milei "tiene que mostrar capacidad de ejercicio" para cumplir sus objetivos ambiciosos "sobre todo en la primera etapa", indica Berensztein.
Los ocho ministros de su Ejecutivo -además de su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y su portavoz, Manuel Adorni- son Guillermo Francos (Interior), Luis Caputo (Economía), Guillermo Ferraro (Infraestructura), Diana Mondino (Relaciones Exteriores), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa) y Sandra Pettovello (Capital Humano).
Francos estuvo ligado a Domingo Cavallo, exministro de Economía de Menem; Caputo fue ministro de Finanzas y presidente del Banco Central del centroderechista Mauricio Macri (2015-2019); Bullrich es la líder de PRO, el partido fundado por Macri, y excandidata a presidenta de Juntos por el Cambio; Petri es de la UCR (centro) y acompañaba a Bullrich como candidato a vicepresidente.
Al frente de la Administración Nacional de Seguridad Social colocó a Osvaldo Giordano, exministro de Economía en la provincia de Córdoba del excandidato a presidente Juan Schiaretti (peronismo disidente).
"Está reconstruyendo la autoridad presidencial que había quedado muy diluida por la experiencia de Alberto Fernández", explica Berensztein, al acotar el poder de la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, y al dialogar con gobernadores peronistas del interior para acotar el poder de la actual vicepresidenta y exmandataria (2007-2015), Cristina Fernández, quien opacó la gestión del mandatario saliente.
También Milei está acotando la influencia de Macri, quien le brindó su apoyo explícito y esperaba mayor injerencia en el armado del Ejecutivo.
En la conformación de su gabinete, Milei también está "diluyendo" las características antisistema, opina Berensztein, en referencia a la "casta" política y al discurso de derecha dura que tuvo durante la campaña.
Otro ingrediente es la reivindicación del Gobierno de Menem, de grandes reformas de corte liberal, pues nombró a Martín Menem, hijo del exsenador Eduardo Menem, hermano del expresidente, para la presidencia de la Cámara de Diputados.
Estas alianzas son condiciones necesarias para que Milei pueda lograr gobernabilidad, pero no son suficientes para alcanzar su ambiciosa agenda de reformas estructurales.
"Es fundamental que elija bien los objetivos (iniciales) y, una vez que lo haga, que elija bien los instrumentos", recomienda Berensztein.
Milei prepara un paquete de leyes para ser aprobado en sesiones extraordinarias para implementar las reformas lo más pronto posible aprovechando el capital político en el inicio del mandato, en tanto para bajar la inflación -que roza el 150 %- prioriza la eliminación de las letras que emite el Banco Central y el equilibrio fiscal en 2024.
"Si se equivoca en las prioridades" y a Milei le va mal, los dirigentes de la oposición podrían no acompañarlo, pero si tiene razón en la elección de las primeras batallas, las "alianzas se sostienen a medida que el presidente sea exitoso", concluye.
Verónica Dalto