Redacción Deportes (EE.UU.), 5 dic (EFE).- Los Angeles Lakers se sacaron este martes el billete para las semifinales del 'NBA In-Season Tournament' al derrotar a los Phoenix Suns por 106-103, pero el desenlace de este vibrante y muy emocionante partido tuvo una gran dosis de polémica por un tiempo muerto en los últimos segundos.
Con 11.2 segundos para el final y los Lakers por delante con +2 (105-103), LeBron James sacó para Austin Reaves, quien recibió un dos contra uno por parte de los Suns de manera inmediata.
El balón quedó dividido sin que ningún equipo pudiera controlarlo al cien por cien. Pero en ese momento, mientras los jugadores todavía estaban forcejeando por la pelota, LeBron James pidió tiempo muerto y, pese a que resultaba muy discutible que los Lakers tuvieran posesión, los árbitros lo concedieron.
Los jugadores y el cuerpo técnico de los Suns reclamaron muy enfadados a los árbitros pero no hubo marcha atrás. A partir de ahí, Anthony Davis anotó un tiro libre (+3 para Lakers) y Kevin Durant falló un lejano triple para haber forzado la prórroga.
Tras el encuentro y ya con una importante polémica en las redes sociales, los árbitros ofrecieron su explicación de lo sucedido a través de los medios de la NBA.
"Durante la jugada en vivo, el árbitro consideró que Los Angeles todavía tenía posesión del balón cuando LeBron James pidió el tiempo muerto. A través de la revisión en vídeo tras el partido y a cámara lenta, vimos que Austin Reaves tenía su mano izquierda en el balón mientras lo sujetaba contra su pierna izquierda, lo que constituye control", aseguraron.
Esa explicación llegó después de que varios miembros de los Suns se hubieran quejado amargamente en la rueda de prensa posterior al partido.
"Es un balón suelto (...) y no puedes pedir tiempo muerto en un balón suelto, no puedes", dijo Frank Vogel, técnico de los Suns.
"Suena el silbato, no sé por qué. Todo en la liga es revisable pero no sé por qué eso no puede ser revisable (...). Es extremadamente decepcionante", afirmó.
También se mostró crítico ante los medios Devin Booker, quien previamente en su cuenta de Instagram había subido una publicación con la imagen de esa jugada.
"Todo el mundo lo ha visto (lo que pasó)", dijo.
"Es lo que hay. Los árbitros a veces se equivocan en sus decisiones pero cuando es algo tan obvio es duro", añadió un Booker que dijo que los árbitros no les dieron ninguna explicación en la cancha y quien sostuvo que los Suns no pedían "favoritismos" pero sí "una oportunidad justa".
Por su parte, Kevin Durant puso la jugada en perspectiva y argumentó que no fue "la razón" por la que perdieron esta noche.
"Eso no es todo el partido: es solo una jugada en un partido de 48 minutos", reflexionó.
"No es la razón por la que perdimos el partido. Ellos hicieron 27 tiros más que nosotros y nosotros perdimos 22 balones. Eso fue el partido, de eso deberíamos estar hablando", cerró. EFE
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