La Habana, 6 dic (EFE).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, celebró este miércoles la declaración del bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una propuesta hecha en conjunto con México.
"Cuba y México, orgullosos de sus vínculos culturales, celebran esta declaratoria de la Unesco, primera binacional de la región", escribió Díaz-Canel en la red social X -antes Twitter-.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) realizó dicha declaración la víspera durante una reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra desde el pasado lunes y hasta el próximo sábado en la ciudad de Kasane, en el norte de Botsuana.
"Cuba y México estrechan vínculos culturales al compartir declaratoria del Bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad", consideró, por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El Ministerio de Cultura (Mincult) del país caribeño afirmó, en tanto, que el anuncio "refleja el interés de ambos gobiernos por salvaguardar este género vocal, instrumental y bailable".
"Con esta inscripción, la primera de carácter binacional que presenta Cuba, suman seis las manifestaciones culturales cubanas incluidas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, liderada por la Unesco", explicó el Mincult.
En 2018, este género musical ya fue inscrito en el patrimonio cultural inmaterial de México, mientras que Cuba lo incluyó en su propia lista en 2021.
El bolero es un género musical que nació en el siglo XIX en Cuba, donde se considera que el primer bolero fue "Tristezas", escrito por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en 1883.
Los primeros boleros de autores mexicanos se compusieron en la península de Yucatán y la primera obra que logró fama nacional fue "Morenita mía", de Armando Villarreal Lozano, en 1921.
El reconocimiento de la Unesco ya ha sido otorgado en el pasado a otros ritmos.
La Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reconoce y promueve la diversidad de prácticas y conocimientos culturales que realizan las comunidades.
La inscripción en la Lista anima a todas las partes interesadas a aplicar medidas de salvaguardia en estrecha colaboración con los portadores de las tradiciones.