Brasilia, 6 dic (EFE).- Un decreto publicado este miércoles por el Gobierno brasileño abre el camino para la recuperación de unos 40 millones de hectáreas de tierras degradadas, con lo cual se busca ampliar la actividad agropecuaria sin afectar al medioambiente.
En el decreto se determina la creación de grupos gubernamentales que, en conjunto con autoridades regionales y municipales, definirán políticas públicas para convertir esas tierras en lo que se define como Sistemas de Producción Agropecuarios y Forestales Sustentables.
Desde que asumió el poder, el pasado 1 de enero, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha enmarcado la recuperación de esas tierras en sus planes de combate a la crisis climática, que contienen una vertiente económica y de producción sustentable en el vasto campo brasileño.
"Prácticamente, vamos a poder duplicar la producción sin tocar uno de nuestros biomas", aseguró el líder progresista esta semana, durante su participación en la cumbre del clima de las Naciones Unidas (COP28), que se celebra en Dubái.
El programa de recuperación de esas 40 millones de hectáreas, que aún no ha sido totalmente definido, contemplará inversiones públicas y privadas y prevé que esas tierras podrán estar disponibles para la agricultura en un plazo de diez años.
Brasil es actualmente uno de los mayores productores de alimentos del mundo, gracias a la fuerza de su sector agropecuario, que en las últimas décadas se ha expandido en diversos biomas, entre los cuales figura la Amazonía.
La intención del Gobierno con la recuperación de esas tierras es fortalecer a ese sector dentro de su ambiciosa estrategia para ponerle freno a la desforestación, que es una de las mayores causas de las emisiones de gases contaminantes del país.
Las áreas que se pretenden recuperar han sido degradadas durante años como consecuencia de la actividad en el campo, pero también por ingentes sequías y otros fenómenos naturales que las han inutilizado para la siembra.