Montevideo, 5 dic (EFE).- El turismo accesible, aquel que aboga por la inclusión como garantía de los derechos humanos y también como una oportunidad de negocio y diversificación de la oferta, debe estar orientado a los clientes potenciales, pero también a "abrir más posibilidades al trabajo de quienes sufren alguna discapacidad".
Así lo aseguró el ministro de Turismo de Uruguay, Tabaré Viera, este martes en el Foro de Turismo Inclusivo 'Sin Barreras ¡Sin Excusas!', organizado por su ministerio y CAF-Banco de Desarrollo en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebró el domingo 3 de diciembre.
Señaló que las autoridades son responsables de fomentar el turismo inclusivo y se comprometió a continuar trabajando en este asunto: "Las ideas y el debate tiene que llevar a seguir trabajando en la acción, no hay que quedarse en el diagnóstico sino sacar proyectos importantes para seguir mejorando".
Aunque enumeró algunos avances realizados durante los últimos años, como la mejora de las condiciones de accesibilidad de los centros de información turística de Uruguay y talleres de capacitación en trato adecuado de personas con discapacidad a los funcionarios que trabajan en ellos, Viera recordó las "muchas dificultades que tienen compatriotas y turistas que visitan el país, que debe estar preparado para recibirlos".
En este sentido, la directora de la Secretaría Nacional de Cuidados y Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social, Karen Sass, afirmó que los esfuerzos realizados estos últimos años son "un camino que no tiene vuelta atrás", ya que en un tema "tan importante en Uruguay como el turismo" la sociedad tiene que ser inclusiva.
Por su parte, el director de Turismo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe-CAF, Oscar Rueda, subrayó que cerca de 1.300 millones de personas en todo el mundo, el 16 % de la población, tienen algún tipo de discapacidad y, sin embargo, "el simple recorrido de lugares turísticos y la observación de prácticas discriminatorias nos muestra que el turismo niega o dificulta el disfrute a quienes pueden ser portadores de diferencias".
Esteban Awad, un viajero con discapacidad que compartió sus experiencias en el foro, concordó con Rueda: "El mundo es un lugar bastante inaccesible, desde el aeropuerto ya empezamos a encontrar muchas barreras y pocos ajustes".
Awad explicó que en sus viajes sigue encontrando dificultades con puertas, escaleras y accesos, especialmente fuera de las ciudades, y aseguró que consiguió viajar por el mundo "a partir de la obstinación y la fuerza por lograrlo".