Dubai, 1 dic (EFE).- El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, hizo este viernes una llamada a gobiernos y entidades a impulsar mercados de carbono como ha hecho la Unión Europea, porque afirmó que son beneficiosos para la economía, las personas y el planeta.
Sánchez lanzó ese llamamiento en el acto que, en el marco de la COP28, coorganizó España junto a la Comisión Europea sobre el mercado de emisiones de carbono y en el que intervino también la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Para el jefe del Ejecutivo español, la COP de Dubai brinda una oportunidad histórica para abrir un nuevo camino de mayor ambición y cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático.
Aseguró que todo el mundo es consciente de que se necesitarán muchos recursos financieros para transformar los modelos de desarrollo mundial y hacer que las economías sean más resilientes frente al cambio climático.
La cuestión, a su juicio, es cómo crear entornos propicios a la innovación y la cooperación financieras y tecnológicas, conservando al mismo tiempo los beneficios de la acción climática en términos de creación de empleo y crecimiento económico.
"Tenemos que hacerlo sin arruinarnos", añadió antes de recordar que el Fondo Monetario Internacional ha calculado recientemente los efectos sobre la sostenibilidad fiscal de los paquetes de políticas climáticas comparando los que se basan sólo en gastos y subvenciones y los que también hacen pagar a los emisores.
Los resultados consideró que invitan a la reflexión: "sin impuestos sobre el carbono, la relación deuda/PIB aumentaría unos 50 puntos porcentuales. Esto significa que cuanto más se retrase la implantación de un impuesto o un mercado del carbono, peor será la situación de la deuda".
Sánchez advirtió de que los países en desarrollo siguen enfrentándose a un importante déficit de financiación, por lo que concluyó que se necesita financiación pública para generar confianza y potenciar las inversiones privadas, pero también nuevos enfoques y fuentes de financiación.
Para aprovechar todo su potencial, defendió que los mercados de carbono se diseñen y ejecuten cuidadosamente y se fundamenten en normas sólidas y ambiciosas que estén en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París.
La fijación de los precios insistió en que debe dar señales claras que ayuden a los agentes económicos a alinear sus decisiones de inversión con los objetivos climáticos internacionales y nacionales, sin perjudicar las perspectivas económicas
Puso en ese momento como ejemplo a España, ya que subrayó que las emisiones de las instalaciones industriales y de generación de electricidad han disminuido un 52% entre 2005, año en que nació el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE, y el año pasado.
Abogó asimismo por utilizar parte de los ingresos con el objetivo de minimizar el posible impacto económico y social adverso tanto del impuesto sobre el carbono como de la transición energética, centrándose en los más vulnerables.
También citó a España en este contexto para recordar que desde la reforma de 2013 de ese régimen de comercio, destina la mayor parte de sus ingresos por carbono a la acción climática, lo que dijo que contribuye a acelerar la transformación verde de una manera socialmente justa al tiempo que genera efectos macroeconómicos positivos.
Por todo ello señaló que la financiación no es algo neutral y se necesitan señales.
"Hoy -recalcó- hacemos un llamamiento a otros agentes comprometidos, tanto gobiernos como otras partes interesadas públicas y privadas, para que se unan a nosotros y nos ayuden a enviar una señal política firme".
El presidente del Gobierno español se refirió igualmente a los mercados voluntarios, que dijo que pueden y deben desempeñar un importante papel complementario y que para algunas zonas pueden proporcionar fuentes de financiación muy necesarias.
Pero al mismo tiempo pidió reforzar su credibilidad e integridad basándose en normas de alta calidad alineadas con las de los mercados regulados y que sus participantes den prioridad a la reducción de las emisiones en toda su cadena de valor, garantizando que el uso de créditos de carbono con fines de compensación se preserve para las emisiones residuales y difíciles de eliminar.
Además, cree que debe evitarse el doble cómputo: las reducciones de emisiones vendidas como créditos voluntarios con fines de compensación internacional no deben contar para el cumplimiento de las contribuciones determinadas a nivel nacional.
Dubai, 1 dic (EFE).- El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció este viernes que España aportará 20 millones de euros al nuevo fondo de pérdidas y daños aprobado en la cumbre del clima de Dubai, con el objetivo de ayudar a los países vulnerables a hacer frente a las medidas que se necesitan ante el cambio climático.
Sánchez hizo este anuncio en su intervención en el evento de Balance Global de la COP28, en el que consideró que esta cumbre debe ser interpretada como una oportunidad para avanzar en una agenda climática "justa y equitativa", porque no se está cumpliendo con la hoja de ruta de los Acuerdos de París.
Por ello instó a aprovecharla y dar pasos en diversos ámbitos, entre ellos una nueva arquitectura que facilite el acceso a los fondos, elimine las trabas e identifique nuevas oportunidades.
A su juicio, hay que incluir los objetivos climáticos dentro de las políticas económicas y fiscales, desarrollar los mercados de carbono robustos, atajar el problema de la deuda, aumentar el espacio fiscal para los países más vulnerables y trabajar en una nueva fiscalidad internacional que se rija por el principio de que "quien contamina, paga".
Para apoyar a los socios, además de los fondos anunciados en la cumbre de acción climática en Nueva York anunció una nueva contribución de 20 millones de euros para ese nuevo fondo de pérdidas y daños.
Una cantidad que se suma a los cinco millones destinados para la puesta en marcha de la denominada Red Santiago, un mecanismo aprobado en la COP25 celebrada en Madrid y que provee de asistencia técnica para evaluar esas pérdidas y daños y establecer las compensaciones adecuadas.
Sánchez consideró urgente parar la deforestación y, en concreto, evitar la degeneración medioambiental en el Amazonas y mantener que el pico global de emisiones llegue al máximo en 2025 y caigan con fuerza en el resto de la década.
Para ello, destacó tres medidas que cree necesarias: triplicar la capacidad de generación de energías renovables para 2030, doblar los objetivos de eficiencia energética esta misma década y poner fin a la producción y consumo de combustibles fósiles.
Sánchez está convencido de que hay tecnologías para cumplir los objetivos y recordó que España ya ha expresado su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 56% y el objetivo de energía renovable en generación eléctrica hasta un 81% con la meta de cerrar en 2025 la última central térmica de carbón.
Pese a que la situación no es fácil, el presidente del Gobierno estimó que los avances colectivos demuestran que hay una oportunidad de salvar el planeta, pero para ello ha de elevarse la ambición.
"Lograrlo -subrayó- está al alcance de la humanidad".
Dubái, 1 dic (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes en la COP28 de Dubái que Barcelona acogerá en septiembre de 2024 una reunión de alto nivel de políticas nacionales sobre la sequía.
Sánchez ha hecho este anuncio en un encuentro de la Alianza Internacional para la Resiliencia ante la Sequía (IDRA) -iniciativa que fue impulsada el año pasado por España y Senegal- organizado en los márgenes de esta cumbre.
El jefe del Ejecutivo aprovechó su intervención para invitar a los países que aún no forman parte de esta alianza (constituida en la actualidad por 60 naciones) a que se sumen a ella para potenciar los esfuerzos individuales y transformarlos en acciones colectivas.
Tras subrayar que la sequía necesita una acción colectiva, ha asegurado que se ha conseguido reactivar el apoyo político y sensibilizar a la opinión pública internacional sobre la importancia de mejorar la resistencia a este fenómeno.
Todo eso cree que es muy importante, pero hizo hincapié en que es necesario hacer aún mucho más.
Sánchez ha puesto en valor aportaciones españolas frente a la sequía, y así, ha recordado la contribución con 225 millones de euros al Fondo Verde para el Clima y de otros 20 millones de euros para el Fondo de Adaptación.
También se ha comprometido a aumentar sus objetivos de financiación climática en un 50%, hasta 1.350 millones de euros anuales, a partir 2025.