El telescopio espacial Webb ha observado por primera vez agua y otras moléculas en regiones rocosas internas de formación de planetas de un disco en uno de los entornos más extremos de la galaxia. Estos resultados sugieren que las condiciones para la formación de planetas rocosos, que normalmente se encuentran en discos en regiones donde se forman estrellas de baja masa, también pueden ocurrir en regiones donde se forman estrellas masivas y posiblemente en una gama más amplia de entornos, informa la ESA, que opera el telescopio junto a la NASA y la agencia espacial canadiense (CSA). Estos son los primeros resultados del programa del Telescopio Espacial James Webb de eXtreme UV Environments (XUE) que se centra en la caracterización de discos de formación de planetas en regiones donde se forman estrellas masivas. Es probable que estas regiones sean representativas del entorno en el que se formaron la mayoría de los sistemas planetarios. Comprender el impacto del medio ambiente en la formación de planetas es importante para que los científicos obtengan información sobre la diversidad de las poblaciones de exoplanetas observadas. El programa XUE apunta a un total de 15 discos en tres áreas de la Nebulosa de la Langosta (también conocida como NGC 6357), una gran nebulosa de emisión a aproximadamente 5.500 años luz de la Tierra en la constelación de Escorpio. La Nebulosa de la Langosta es una de las regiones de formación estelar más jóvenes y cercanas que alberga algunas de las estrellas más masivas de nuestra galaxia. Las estrellas masivas son más calientes y, por tanto, emiten más radiación ultravioleta (UV). Esto puede dispersar el gas en el disco, haciendo que su vida útil prevista sea tan corta como un millón de años. Gracias a Webb, los astrónomos ahora pueden estudiar el efecto de la radiación ultravioleta en las regiones rocosas internas de formación de planetas de los discos protoplanetarios alrededor de estrellas como nuestro Sol. "Webb es el único telescopio con la resolución espacial y la sensibilidad para estudiar los discos de formación de planetas en regiones donde se forman estrellas masivas", dijo la líder del equipo María Claudia Ramírez-Tannus del Instituto Max Planck de Astronomía en Alemania. Los astrónomos pretenden caracterizar las propiedades físicas y la composición química de las regiones rocosas de los discos de formación de planetas en la Nebulosa de la Langosta utilizando el espectrómetro de resolución media (MRS) de Webb del instrumento de infrarrojo medio (MIRI). Este primer resultado se centra en el disco protoplanetario denominado XUE 1, que se encuentra en el cúmulo de estrellas Pismis 24. "Sólo el rango de longitud de onda y la resolución espectral de MIRI nos permiten sondear el inventario molecular y las condiciones físicas del gas y polvo cálido donde se forman los planetas rocosos", dijo el miembro del equipo Arjan Bik de la Universidad de Estocolmo en Suecia. Debido a su ubicación cerca de varias estrellas masivas en NGC6357, los científicos esperan que XUE 1 haya estado constantemente expuesto a un campo de alta radiación ultravioleta durante toda su vida. Sin embargo, en este entorno extremo, el equipo aún detectó una variedad de moléculas que son los componentes básicos de los planetas rocosos. "Encontramos que el disco interno alrededor de XUE 1 es notablemente similar a los de las regiones cercanas de formación estelar", dijo el miembro del equipo Rens Waters de la Universidad de Radboud en los Países Bajos. "Hemos detectado agua y otras moléculas como monóxido de carbono, dióxido de carbono, cianuro de hidrógeno y acetileno. Sin embargo, la emisión encontrada fue más débil de lo que predijeron algunos modelos. Esto podría implicar un pequeño radio exterior del disco". "Estábamos sorprendidos y entusiasmados porque es la primera vez que estas moléculas se detectan en condiciones tan extremas", añadió Lars Cuijpers de la Universidad de Radboud. El equipo también encontró evidencia de pequeños granos de polvo de silicato parcialmente cristalinos en la superficie del disco. Se considera que son los componentes básicos de los planetas rocosos. Estos resultados son buenas noticias para la formación de planetas rocosos, ya que el equipo científico descubre que las condiciones en el disco interno se parecen a las que se encuentran en los discos bien estudiados ubicados en regiones cercanas de formación de estrellas, donde solo se forman estrellas de baja masa. Esto sugiere que los planetas rocosos pueden formarse en una gama de entornos mucho más amplia de lo que se creía anteriormente.