El periodista Roberto Saviano, quien publica nueva novela 'Los valientes están solos' (Anagrama) sobre el asesinato del juez Giovanni Falcone, ha lamentado la "indiferencia" de Europa respecto a la Mafia, asegurando que España "está llena" de ella pero no aparece "en el debate político". "En el debate político español en las últimas elecciones no vais a ver ni una palabra sobre mafia y España está llena, pero los españoles hablan solo de seguridad o bien de crimen de forma genérica. Y esto hace que se sientan seguras las organizaciones criminales", ha apuntado en un encuentro con la prensa el autor de 'Gomorra'. Para el periodista italiano, esta 'desaparición' del foco hace que las propias organizaciones "inviertan en estos países --España, Francia, Portugal o Alemania-- con total seguridad". "El movimiento antimafia tendría que nacer allá, pero no lo hace porque no hay homicidios simbólicos que lleva la gente en la calle. Solo la sangre mueve las personas", ha lamentado. "Esto era algo que Falcone lo sabía y lo diría. Dos homicidios excelentes por año sirven para cambiar realmente las reglas del juego contra la mafia: si hay dos homicidios, por ejemplo de un político o un periodista, llevarán a la opinión pública a pedir a la política una transformación. Si no, no va a pasar nada", ha indicado. Saviano ha hablado de su actual día a día, marcado por una constante vigilancia de escolta debido a las amenazas de la Mafia, y también ha repasado la situación de Italia. "Es un país terrible en este sentido y creo que debería estudiarse en el resto de países europeos, porque el futuro de España, si las cosas van mal dadas, es Italia", ha alertado. Para Saviano, la "referencia histórica" de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, "políticamente es Orbán (primer ministro húngaro)", y habla de una Europa "distraída" en la que cada vez más países y Gobiernos "están asumiendo con mayor facilidad y rapidez el discurso de la extrema derecha sobre los inmigrantes". No obstante, para el caso de España, ve "difícil" que llegue a crecer una mafia organizada como la de Italia, cuyo apogeo refleja en las páginas de su novela. "Por lo que se ve, en España es algo más complicado porque los españoles quieren hacer un crimen para estar mejor, no ser criminales para estar peor en la vida", ha ironizado, hablando del país español visto como "territorio de conquista" por los mafiosos italianos. NO VOLVERÍA A ESCRIBIR 'GOMORRA' En una rueda de prensa digital, debido a las medidas de seguridad, el periodista ha asegurado estar viviendo "una vida absurda". "No tengo otra opción, estoy con protección a mis 44 años y, si ahora me dijeran de publicar ese primer libro, diría que no. A ese muchacho le diría 'hazlo todo de forma distinta'. No reniego de mi trabajo, lo defiendo y lo reivindico, pero si pudiera volver atrás, no volvería a hacer nada de lo que hice, porque me destruiría. No soy el que creía que me convertiría", ha afirmado. "Vivo bajo juicio siempre, porque de esta forma te sacan el dinero. Los costes judiciales son imposibles. ¿Y por qué? Porque la justicia es muy lenta, muy burocrática, y los juicios duran décadas, alejándote de la verdad por la difamación", ha indicado, tras lamentar que se le acuse de "cualquier imbecilidad". "Me acusan de tener un ático en Manhattan o de ver a la escolta como si fuera un privilegio. Esto lo dijo literalmente el actual viceprimer ministro, Mateo Salvini, que por primera vez en la historia republicana habla de la seguridad de una persona", ha criticado. "SOLO DESPUÉS DE MUERTO LLEGAN LOS ELOGIOS" Respecto a 'Los valientes están solos', Saviano reconstruye en la ficción los últimos años del juez Falcone, quien ejerció durante decadas una labor judicial contra la Mafia italiana y terminó siendo asesinado. "Tomo partes de su diario y reconstruyo también aspectos más íntimos", ha explicado para hablar de un hombre que fue "sistemáticamente derrotado". Saviano ve similitudes entre su caso y el del juez Falcone. "Únicamente fue exaltado en el momento de su muerte, una dinámica típica italiana: solo después de muertos llegan los elogios. Yo también soy uno de los varios ejemplos de mi país, en el que cuando explicas tu propia tierra sin alabarla simplemente eres alguien que habla mal", ha concluido.