Ana Tuñas Matilla
Redacción Medioambiente, 29 nov (EFE).- La cumbre mundial del clima de Dubái, COP28, contará por primera vez en la historia de los cónclaves de lucha contra el cambio climático con un día centrado en la salud humana, hito con el que se reconoce que el calentamiento no sólo afecta a la salud del planeta, sino también a la de sus habitantes.
Este paso supone avanzar en la implementación del concepto "One Health" o "una única salud", acuñado para enfatizar que la salud de naturaleza, animales y humanos está conectada y que, por tanto, el enfoque sanitario debe ser global.
La profesión médica es "socialmente creíble e influyente", solidaria con los más vulnerables y busca asegurar un presente y un futuro mejor para todos los ciudadanos, por eso es importante que se le dé mayor protagonismo en las cumbres del clima, ha dicho a EFE la vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, Rosa Arroyo.
"Somos un colectivo fundamental para llevar a cabo esa transformación necesaria y urgente" que necesita la humanidad, tanto por su capacidad de influir en la sociedad con "sus millones de prescripciones, consejos médicos y actuaciones", como a través de una acción proactiva en la descarbonización del sector sanitario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), defensora del concepto "One Health", estima que si no se toman medidas contra el cambio climático empeorarán cuatro de sus mayores efectos (fenómenos meteorológicos extremos, mala calidad del aire, inseguridad alimentaria y enfermedades infecciosas) provocando 250.000 muertes prematuras adicionales al año a partir de 2030.
Con 489.000 muertes al año, las olas de calor se sitúan como el fenómeno meteorológico asociado al cambio climático más mortal, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que teme que la mortalidad relacionada con el calor extremo podría estar subestimada y ser en realidad 30 veces mayor, pues muchos países carecen de datos fiables.
Las olas de calor también empeoran la contaminación atmosférica debida, principalmente, a las emisiones generadas por los combustibles fósiles, a su vez los grandes responsables del calentamiento global por el efecto invernadero que producen.
Solo la polución es responsable de 7 millones de muertes prematuras al año por cánceres, enfermedades cardiovasculares, afecciones neurológicas, según la OMS.
La crisis climática también pone en riesgo los sistemas alimentarios mundiales y está desencadenando un aumento de enfermedades infecciosas, como dengue y cólera.
En este contexto, la comunidad médica y sanitaria mundial reclama a los países participantes en la COP28 que se comprometan a la eliminación "acelerada, justa y equitativa de los combustibles fósiles" como única vía para mejorar "la calidad del aire, el agua y el suelo, base de una buena salud".
No es posible garantizar la salud y el bienestar de todas las personas "sin un clima seguro y estable", afirman en un escrito respaldado por organizaciones que representan a más de 46 millones de profesionales de la salud.
Para que la COP28 sea realmente la "COP de la salud", debe abordar la causa raíz de la crisis climática: la extracción y uso continuado de carbón, petróleo o gas, según los sanitarios, que defienden que poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles "mejorará las perspectivas de salud de las futuras generaciones y salvará vidas".
El propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho recientemente que el cambio climático es una de "las mayores amenazas para la salud de la humanidad" y pronto rebasará la capacidad de los sistemas de salud de todo el mundo si no actuamos.
El primer Día de la Salud de una COP será el 3 de diciembre, cuando se celebrará la primera reunión ministerial sobre clima y salud.
También está previsto que durante la cumbre se publique una declaración que, abanderada por la OMS, sitúe a la salud como ancla de la agenda climática y como parte esencial del legado de la COP28.
Precisamente, en la antesala de la cumbre, la OMS ha publicado un conjunto de medidas para mejorar la resiliencia climática de los sistemas de salud y, al mismo tiempo, que éstos reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de ayudar a proteger la salud de las comunidades de todo el mundo.
A un día de la celebración de la COP, The Lancet ha publicado un informe que pone de manifiesto que el fracaso para mitigar "en serio" el cambio climático es evidente y advierte que de no cumplirse el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados, las muertes anuales relacionadas con el calentamiento aumentarán un 370 % para mediados de siglo.
Además, la destrucción que ocasionan eventos climáticos extremos pone en riesgo la seguridad del agua y la producción de alimentos de millones de personas, añade el informe, que refleja el trabajo de 115 expertos de 52 instituciones de investigación y agencias de la ONU de todo el mundo.
No obstante, "sigue habiendo espacio para la esperanza", según la directora ejecutiva de la University College London y participante en el informe, Marina Romanello, que ha subrayado que el foco sanitario en la COP28 es la oportunidad de asegurar compromisos y medidas.