Kiev/Moscú, 28 nov (EFE).- Ucrania teme que Rusia retome la táctica del pasado invierno de ataques masivos de drones contra su infraestructura civil y reclama "armamento adecuado" para enfrentar este riesgo, mientras las inclemencias del tiempo reducen la intensidad de los enfrentamientos en el campo de batalla.
"Los drones nos amenazarán en grandes cantidades. Por tanto, se necesita armamento adecuado para destruirlos. Se necesitan piezas de artillería antiaérea como los Gepard (alemanes) y sistemas similares", alertó Yuri Ignat, portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas, en una entrevista al portal ucraniano Novynarnia.
El representante castrense recordó que Rusia intentó sumir a Ucrania en un apagón durante el invierno pasado.
"Vieron que esto funcionaba: Ucrania se quedaba sin electricidad, las grandes ciudades sufrían, las empresas energéticas se veían afectadas", dijo y añadió que Rusia llegó a lanzar más de mil misiles de crucero y otros tantos drones.
Dedicó especiales halagos a los sistemas antiaéreos alemanes Gepard, que "cuentan con su radar propio, visores ópticos, seguimiento radioelectrónico" y proyectiles que permiten destruir eficazmente los drones rusos.
Sin embargo, reconoció que pese a esta eficacia, el alcance de estos sistemas no supera los cinco kilómetros, por lo que Ucrania necesitaría de un gran número de Gepard para blindar sus instalaciones energéticas.
Es un temor justificado: la semana pasada Kiev estuvo al borde de un corte eléctrico tras un ataque de 75 drones Shahed, lanzados contra la capital ucraniana.
En este contexto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió hoy más ayuda para Ucrania en una reunión de ministros de Exteriores de los países miembros de la Alianza Atlántica celebrada en Bruselas.
"Vemos las oleadas de ataques de drones contra las ciudades ucranianas, contra la infraestructura. Y es necesario prepararse para un mayor número de ataques. Por ello, es muy importante que los países miembros de la OTAN continúen apoyando a Ucrania", aseveró.
Subrayó que la OTAN ha proporcionado un "impresionante nivel de apoyo militar" a Ucrania y que ello "ha marcado la diferencia en el campo de batalla" y permitido a los ucranianos recuperar el 50 % del territorio que había tomado Rusia desde febrero de 2022.
En tanto, las inclemencias del tiempo provocadas por una intensa tormenta que ha causado graves daños en la anexionada península de Crimea, en el sur de Rusia y las regiones ucranianas aledañas al mar Negro, han ralentizado -si bien no detenido del todo- los combates en la línea del frente.
"Un ciclón en el mar Negro y el sur de Ucrania (...) afecta el ritmo de las operaciones militares a lo largo de la línea del frente en Ucrania, sin detener por completo la actividad militar", informó el estadounidense Instituto de Estudios para la Guerra (ISW).
A ello se le suman intensas nevadas en otras regiones ucranianas, que afectan la visibilidad y limitan la capacidad de ambos bandos, según el ISW.
El Estado Mayor del Ejército ucraniano indicó que durante la última jornada las fuerzas rusas atacaron un total de 130 zonas habitadas en siete regiones situadas en el arco que forman la provincia fronteriza de Sumi, en el noreste, y la parcialmente ocupada Jersón en el sur.
La dependencia castrense reconoció que Avdivka, en Donetsk, sigue siendo el epicentro de los combates, ante los intentos rusos de rodear la ciudad, e informó que las fuerzas ucranianas repelieron un total de 23 ataques rusos.
Rusia, por su parte, afirmó haber ocupado posiciones más ventajosas en los alrededores de Bajmut, también en el Donbás.