Madrid, 25 nov (EFE).- Ya no hay nadie en Europa con una racha de victorias tan larga en casa vigente en la actualidad como el Atlético de Madrid, que encadenó su decimoctavo triunfo ante su público frente al Mallorca sin alardes, sin el brillo de otras noches, al filo del empate y con un testarazo imparable de Griezmann superada la hora de juego (1-0).
Su movimiento de cabeza, la potencia y la dirección, el lugar donde situó el remate, imposible para Rajkovic, configuraron un golazo indispensable para el conjunto rojiblanco, cuando aún no las tenías todas consigo en el encuentro, sin un solo gol a favor cuando el cronómetro descontaba el último tercio del duelo.
Incluso después, aún debió recurrir a una parada de Oblak para mantener la ventaja que tanto le había costado lograr, en duda aún más en una carrera que Amath no fue capaz de transformar en el 1-1 en el tramo final.
La enésima victoria firmada por Griezmann, ya el segundo máximo goleador en solitario de la historia del Atlético, por delante de Adrián Escudero, a la caza de Luis Aragonés -a tres goles-, para agrandar un momento que ya es único en este presente en Europa.
El 1-1 este sábado del Manchester City (que acumulaba 24 triunfos en casa entre todos los torneos hasta este sábado) con el Liverpool y el triunfo nocturno del conjunto de Simeone en su fortaleza del Metropolitano, de la que no se ha escapado un punto desde el pasado 4 de febrero, lo dictan así desde este sábado. Nadie atraviesa el estado en casa del Atlético.
De vuelta al podio, a la espera de las cruciales pruebas de fuego que lo aguardan esta próxima semana, el martes en la Liga de Campeones contra el Feyenoord en Rotterdam y el domingo en LaLiga contra el Barcelona, el Atlético no fue tan poderoso como otros retos en su territorio, pero logró un triunfo mucha más cuantitativo que cualitativo. Es suficiente.
El Atlético es otro equipo, peor, menos desbordante, menos concluyente, insustancial incluso por momentos, cuando decae su ritmo, su intensidad y su agresividad. Es un plus. Es parte de su esencia. Es crucial en el fútbol actual, en cualquier estilo, en cualquier vocación, ofensiva o defensiva. La necesita el equipo de Simeone. No lo tuvo en toda la primera parte.
Ni una sola parada reclamó el Atlético a Rajkovic en todo el primer tiempo. Una secuencia anodina del equipo rojiblanco. Un amago de Morata, otro cabezazo alto del goleador español, un tiro alto de Correa... De ahí no pasó el conjunto madrileño, menor en comparación con otras actuaciones recientes en su inexpugnable Cívitas Metropolitano.
Movía Simeone los brazos, en señal de impaciencia y queja hacia el árbitro, cada vez que el guardameta visitante se tomaba excesivo tiempo para el saque. El Mallorca lo tuvo claro desde el principio. Un empate era una maravilla en un escenario de tanta dimensión. Casi como una victoria entre los apuros que sufre en la clasificación y el temor que despierta el Atlético.
El bloque de Javier Aguirre disputó su partido hasta el descanso. No asumió riesgos. No sufrió apenas en el primer acto. Es un logro al nivel que ha jugado últimamente el Atlético ante su gente, del que hoy estuvo lejos. Incluso, por momentos, el equipo balear derivó el duelo al campo contrario hasta el punto de que generó un miedo impensable en la grada local cuando Valjent soltó un cabezazo más que amenazante. También después del 1-0.
Cuando el balón se marchó unos centímetros al lado de la portería, el alivio de Oblak fue el de todos sus compañeros. La bandera levantada del juez de línea invalidó la acción. No atemperó el susto que sintió entonces el conjunto rojiblanco. También es cierto que casi fue el único en todo el encuentro, porque el Mallorca se ordenó y se defendió.
Apenas atacó hasta que fue por detrás en el marcador, por primera vez en este curso sin Muriqi, baja por lesión, mucho más que su referencia.
Y jugó con el crono. Cada segundo que transcurría era un paso más hacia lo que pretendía, al menos un punto, pero tal espíritu de resistencia realmente se mueve en un filo demasiado estrecho, en el que cualquier inspiración del Atlético lo resuelve todo de repente. A punto estuvo de hacerlo Morata, con un cabezazo que despejó Rajkovic.
En un minuto y 37 segundos del segundo tiempo, tan solo, ya había forzado más al portero que en toda la primera mitad, en la que la apuesta de nuevo por Griezmann como interior izquierdo, con Morata y Correa en el ataque, no funcionó como esperaba. Si acaso, el argentino, en su imprevisible agitación, era entonces la alteración más visible para los visitantes.
Ya sí fue otro Atlético en la reanudación, mucho más parecido a lo que ha sido casi siempre esta temporada y más allá, desde el Mundial 2022 en adelante, lanzado a por la victoria con mucha más convicción e intensidad que los 45 minutos precedentes. Morata perdonó la siguiente tras el vértigo que propuso Lino por la banda izquierda para centrar al atacante, que probó otra vez después, desde lejos, con un trallazo al que le faltó más precisión.
La siguiente fue de Correa, con la derecha, en un centro de Azpilicueta. El efecto óptico confundió con el gol a parte del público, que explotó después sin intuirlo; en el minuto 64, en una ocasión mucho menos prometedora, menos clara, tan simple como un centro de Mario Hermoso y un cabezazo fantástico a la escuadra de Griezmann, resolutivo hasta en un partido gris. Es el futbolista más decisivo con diferencia de este Atlético. Ya son 170 goles. A nueve minutos del final, reapareció Memphis, dos meses después.
- Ficha técnica:
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Azpilicueta (Giménez, m. 82), Witsel, Hermoso, Lino (Saúl, m. 71); Barrios, Koke (De Paul, m. 64), Griezmann; Correa (Riquelme, m. 64) y Morata (Memphis, m. 82).
0 - Mallorca: Rajkovic; Gío González, Nastasic, Valjent, Copete (Javo Llabrés, m. 82), Lato (Maffeo, m. 82); Antonio Sánchez (Mascarell, m. 62), Samu Costa, Sergi Darder, Dani Rodríguez (Amath, m. 74); y Abdón Prats (Larin, m. 62).
Gol: 1-0, m. 64: Griezmann.
Árbitro: Martínez Munuera (C. Valenciano).
Incidencias: partido correspondiente a la decimocuarta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 58.119 espectadores.
Iñaki Dufour
Madrid, 25 nov (EFE).- Javier Aguirre, entrenador del Mallorca, valoró este sábado la competitividad de su equipo en la derrota por 1-0 contra el Atlético de Madrid, consideró que su conjunto sale "reforzado" para los próximos tres encuentros "fundamentales" y remarcó que cuando Amath Ndiaye tiró "al palo largo" ante Jan Oblak "se esfumaron las ilusiones" de su equipo en el Cívitas Metropolitano.
"La verdad es que, cuando vi a Oblak que se quedaba, pensé que estaba más claro. Si Oblak hubiera salido a por él habría dudado más, pero cuando vi que se queda estaba más claro, pero cuando la tira al palo largo se esfumaron nuestras ilusiones. Dolió, dolió", lamentó en la rueda de prensa al término del duelo contra el Atlético de Madrid.
A nivel general, para él, a su equipo le faltó "quizá un pelín de audacia". "Quizá sostener tanto tiempo al Atlético de Madrid es complicado. Los últimos minutos ya daba igual perder por uno que por tres y nos soltamos un poco las velas, nos fuimos para adelante y tuvimos oportunidades, un remate abajo, un cabezazo, este remate de Amath...", recordó.
"El gol de Griezmann nos obligó, sin perder el orden y el trabajo, a estirar un poco. No alcanzó. Pero el equipo, a pesar de la derrota, sale reforzado en cuanto a que sabe competir. No ganamos, pero competimos. Aquí no ha ganado nadie al Atlético de Madrid, ni siquiera lo han empatado. El Mallorca sale reforzado para los tres partidos que tiene ahora en casa", continuó el entrenador mexicano.
Su equipo sólo ha logrado una victoria en 13 partidos de Liga. "Es un bagaje muy pobre. Quizá no merecemos más. Esto habla de que la Liga es muy difícil ganar. Somos un equipo que competimos, pero nos faltan cosas para ganar y esto es trabajo mío, evidentemente elegir bien las piezas, trabajar mejor seguramente y hacer algo distinto para que el equipo encuentre la portería y conseguir puntos", apuntó.
"Hemos fallados en las áreas y este partido es un claro ejemplo de ello. La responsabilidad sola y máxima es mía. El culpable de la derrota soy yo. Nos han condenado muchos errores individuales que el año pasado quizá no se notaban y acertábamos todo lo que tirábamos y este año no acertamos con las dos que tuvimos hoy", lamentó.
"El porvenir del equipo es en mayo. Ahí hay que ver si somos capaces. Hay tres equipos por debajo de nosotros. Estamos en noviembre. Los próximos tres partidos son fundamentales, sobre todo para cosechar más o menos en relación a lo que hemos sembrado. Ahora mismo estamos en un déficit en lo que hemos conseguido y lo que trabajamos en los partidos", dijo Aguirre, que después de 500 partidos en la Liga española, se sabe "un poco la historia", cuando fue preguntado por si su futuro puede estar en juego en los próximos duelos.
El técnico fue recibido con una gran ovación en su reencuentro con el Atlético de Madrid. "La gente es muy generosa conmigo. Siempre se portaron bien, siempre nos tenemos un respeto y un cariño mutuo. Yo también tengo un cariño especial por este club", afirmó el técnico, que cree que Griezmann está entre "los tres mejores jugadores" actuales de LaLiga.
Madrid, 25 nov (EFE).- Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, mantuvo todo el partido a Antoine Griezmann porque "siempre tiene algo diferente que puede aparecer", como ocurrió este sábado con el gol de la victoria ante el Mallorca, y mostró su agradecimiento a Koke Resurrección por su "compromiso, trabajo, nobleza y respeto".
"Más allá del primer tiempo no haber estado haciendo un partido, Griezmann siempre tiene algo diferente y que puede aparecer. En el día de hoy apostamos por dejarlo sabiendo que venía de jugar dos partidos de 90 minutos con su selección y que el martes tenemos que volver a contar con él, pero se gestiona muy bien, tiene capacidad para ir leyendo lo que va pasando en el partido y meter lo que necesita de su juego. Es una pena que los clubes tengamos que gestionar a los jugadores, pero es lo que toca", valoró en rueda de prensa.
También habló de los 600 partidos de Koke. "Contarle lo mismo que le dije delante de sus compañeros. 600 partidos es un número extraordinario. Se lo merece. Se lo ha ganado. Nadie le regaló absolutamente nada y le agradecemos el compromiso, el trabajo, la nobleza y sobre todo el respeto de tantos años juntos de jamás pasar esa línea jugador-entrenador que no es fácil después de tantos años conviviendo juntos", expresó.
El Atlético sumó su decimoctava victoria consecutiva en el Metropolitano. Terminó el partido señalando "aquí, ahora, el momento que la gente tenía que ayudar" en el tramo final del duelo contra el Mallorca. "Porque el equipo estaba cansado, venía de hacer un partido importante, la gente estuvo, se siente. No tiene ni idea de lo que se percibe desde abajo cuando toda esa gente está metida en el partido. Por eso hemos llegado a estos números, no es sólo por el equipo. Tenemos un estadio y una gente increíble", afirmó.
"Una victoria muy importante como todos lo que conseguimos en la Liga, porque todos los partidos son complejos. Nos enfrentamos a un rival que defendió ordenado, sabe lo que hace, aprovecha cualquier situación al contragolpe que pueda tener... No pudimos en los primeros 30 minutos poder ponernos en ventaja, con las que tuvimos de Morata, Correa, Lino, porque eso nos generaba un poco más de tranquilidad", repasó.
"Nos fuimos al descanso, conversamos de lo que necesitábamos y apareció el gol, la de Morata, la de Correa, los cambios nos dieron un poco más de vitalidad para profundizar más en el partido y después nos pudieron haber empatado porque perdemos la pelota en mitad de la cancha. Hubiera sido injusto", abundó.
El Atlético es tercero en LaLiga. "No tenemos que mirar a ningún lado. Tenemos que mirar sólo al partido del martes, que será durísimo contra un equipo que en su casa es fuerte. En estos tres días tendremos que descansar para compensar y llegar de la mejor manera a un partido importante", declaró.