Esto le dijo la sociedad civil cubana al representante de la UE para los derechos humanos

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La Habana, 25 nov (EFE).- La represión del disenso, la violación de derechos políticos y la situación de los presos por las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) fueron las principales denuncias de la sociedad civil cubana a la delegación de la Unión Europea (UE) que visitó este jueves y viernes el país.

EFE ha conversado con tres de los hasta ocho miembros de la sociedad civil que ha identificado que se entrevistaron en privado con el jefe de esa delegación comunitaria, el representante especial de la UE para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore.

Además de los encuentros oficiales de Gilmore, en los que se reunió con representantes de los ministerios de Exteriores, Interior y Justicia, la agenda del diplomático comunitario incluyó entrevistas con familiares de presos, periodistas independientes, colectivo LGTBI, ONG e intelectuales críticos.

"Me pareció impresionado con lo que ha visto. Si se quiere, alarmado. Ojalá se haya ubicado bien", aseguró a EFE la intelectual crítica Alina Bárbara López Hernández, quien mantuvo una conversación telefónica con Gilmore por no poderse desplazar hasta La Habana por una medida cautelar en su contra.

Esta historiadora marxista y editora, que defiende "ideas socialistas" y es contraria al bloqueo (embargo), será enjuiciada el martes próximo por un presunto delito de desobediencia. López podría ser sentenciada a un año de cárcel.

La intelectual le dijo a Gilmore que su caso se debe a sus "críticas profundas al sistema de partido único", a "la ideología de Estado", los incumplimientos constitucionales del Gobierno, "la actitud represiva" de las autoridades y "al control de la economía por los militares". "Esto es imperdonable para este Gobierno", señaló.

Denunció, además, que Cuba es "una fábrica de nuevos presos" y que no hay que limitarse a pedir la liberación de las personas actualmente en prisión, sino "entender que el sistema genera esas reacciones".

Los presos del 11J fueron, según el propio Gilmore, un tema "predominante" en sus conversaciones institucionales. En la tarde del viernes se reunió durante dos horas con unos cinco familiares.

Uno de ellos, que habló a condición de que se mantuviese su anonimato, consideró con EFE que el encuentro fue muy positivo y que lo notaron "receptivo" y "conmovido" con las denuncias que le hicieron. También aseguró que ir a la embajada europea no fue tarea sencilla, porque había agentes de la Seguridad del Estado para impedirles el paso.

"Fue muy buena, muy buena. (Él fue) muy receptivo, maravilloso. Y en todo momento nos dijo que todo lo que se está haciendo es por la libertad de los presos políticos", resumió este familiar, que asegura que Gilmore se refirió en todo momento a los encarcelados como "presos políticos".

"(Nos comentó) que tenía muchas ganas de ver en persona a los familiares y escucharlos. Yo le hablé de las torturas, de todo. Nos entendió y nos abrazó", concluyó.

El periodista independiente Maykel González Vivero, quien también se entrevistó con el diplomático europeo, destacó a EFE que Gilmore "se interesó especialmente en los presos políticos".

"Le dije que había llegado a Cuba en un momento particularmente paradójico. Por un lado, desde la aprobación de la Constitución de 2019, el país reconocía a los ciudadanos más derechos que nunca antes. Sin embargo, en estos mismos años, el Gobierno también había violado los derechos humanos de un mayor número de personas", explicó.

González Vivero consideró además ante Gilmore que el diálogo sobre derechos humanos entre la UE y Cuba que le trajo a la isla, parte del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) vigente desde 2017, "beneficia a la sociedad cubana",

Argumentó que la isla sufre actualmente una "crisis humanitaria" y que es "oportuno" que el Gobierno cubano tenga "un interlocutor de peso" para hablar sobre derechos humano. "Necesitamos que las puertas al mundo se mantengan abiertas", afirmó.

En varias conversaciones se abordó el caso de Luis Barrios Díaz, un preso de 36 años condenado por participar en las protestas del 11 de julio y que murió el domingo pasado. Según denunciaron a EFE familiares, amigos y ONG, el joven falleció por una afección respiratoria que presuntamente desarrolló en prisión y no fue convenientemente atendida.

Activistas y ONG han reiterado en los últimos días sus críticas al Gobierno cubano ante la visita de Gilmore y algunas han insistido en la necesidad de que el diplomático europeo visite las cárceles de Cuba, algo que no ha sucedido. EFE

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