Pese a las promesas en la COP28, los activistas temen el historial represivo de Emiratos

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Isaac J. Martín

El Cairo, 24 nov (EFE).- Con un historial de represión de disidentes, Emiratos Árabes Unidos (EAU) acoge la Cumbre del Clima COP28 en la que los activistas buscarán poner los derechos humanos y la justicia climática sobre la mesa, aunque con temores de que no puedan actuar y hablar todo lo alto que quisieran.

"Como anfitrión de la COP28, EAU debe proteger el espacio cívico durante la reunión y facilitar la participación activa de los observadores. Las meras garantías no bastan para disipar los temores muy reales de los activistas que tienen previsto viajar a Dubái", señaló a EFE la directora de Programa de Justicia Climática, Económica y Social y Responsabilidad de las Empresas de Amnistía Internacional (AI), Marta Schaaf.

Emiratos cuenta con un "pésimo historial" en materia de derechos humanos, de acuerdo a las ONG, y hace más de una década que las autoridades emiratíes condenaron a 60 miembros de la sociedad civil emiratí a largas penas de prisión en un juicio masivo.

Un ambiente restringido y vigilado

La legislación de EAU impone severas restricciones y castigos por el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, además de múltiples disposiciones legales que castigan las críticas al sistema político, al gobierno y a los gobernantes. A esto se suma los temores a ser vigilados electrónicamente, algo de lo que Emiratos tiene historial, según las ONG.

 "Las autoridades emiratíes han arrasado con su sociedad civil durante la última década. Han encerrado a activistas de derechos humanos, organizaciones independientes y disidentes políticos, han promulgado leyes represivas y han utilizado el sistema de justicia penal para eliminar cualquier disidencia", indicó a EFE el director de Medio Ambiente de Human Rights Watch (HRW), Richard Pearshouse.

Emiratos ha prometido que habrá espacio disponible para que los activistas climáticos "se reúnan pacíficamente y hagan oír su voz", en un espacio habilitado en la llamada Zona Verde, fuera de la Zona Azul donde tienen lugar las negociaciones.

Sin embargo, al igual que ocurrió el año pasado en la COP27 en Sharm el Sheij (Egipto), se prevé que los activistas se concentren y movilicen dentro de la Zona Azul, que cae bajo mandato de la ONU, ante el temor de ser reprimidos en la Zona Verde, de jurisdicción emiratí.

"Hay una desconexión aterradora entre las vagas promesas de que 'todo va a ir bien' y el hecho de que decenas de defensores de los derechos humanos, activistas de la sociedad civil y disidentes políticos estén detenidos. La ONU firmó un acuerdo con las autoridades de EAU sobre la celebración de la conferencia, pero no es público. Debería serlo", señaló Pearshouse.

Schaaf recordó que las organizaciones humanitarias internacionales, como Amnistía Internacional, no pueden entrar en el país para llevar a cabo actividades de investigación, y ningún procedimiento especial de la ONU ha podido realizar una visita a Emiratos desde 2014.

"Un debate político efectivo requiere la participación de los más perjudicados por el cambio climático y evaluaciones significativas de la forma en que la política climática puede ayudar a remediar esa discriminación arraigada. Este debate sólo puede producirse en un entorno abierto e integrador, en el que se respeten, protejan y cumplan los derechos a la libertad de reunión, asociación y expresión", aseveró Schaaf, algo que EAU "no cumple".

Ahmed Mansoor, "símbolo" de la represión

Si el activista prodemocracia egipcio Alaa Abdelfatah fue el símbolo de la represión en la pasada COP27, en la conferencia de este año será, sin duda, Ahmed Mansoor.

Mansoor, galardonado en 2015 con el prestigioso premio Martin Ennals, fue detenido el 20 de marzo de 2017 y condenado a 10 años de prisión por "insultar el estatus y el prestigio de EAU y sus símbolos, incluidos sus líderes", en represalia por su activismo pacífico en favor de los derechos humanos, incluso a través de sus publicaciones en las redes sociales.

"Ahmed Mansoor es posiblemente el defensor de los derechos humanos más conocido de EAU. Todos los gobiernos y organismos de la ONU que participan en esta conferencia deben pedir públicamente su liberación", apuntó Pearshouse.

Al respecto, Schaaf afirmó que Emiratos "debe demostrar su compromiso declarado con la protección de los derechos humanos antes de la COP28 poniendo en libertad inmediata e incondicional a todas las personas detenidas arbitrariamente sólo por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos o por motivos de discriminación, incluido el preso de conciencia Ahmed Mansoor".

Álvaro Mellizo

El Cairo, 24 nov (EFE). La COP28 apostará por el "pragmatismo" para mantener al mundo en la ruta correcta para transitar el momento "crítico" de la lucha contra el cambio climático y sus organizadores darán por "exitosa" cualquier solución que supere los problemas de mitigación, financiación y hacer operativo el fondo de pérdidas y daños.

Así lo indicó en una entrevista con EFE el director general de la COP28, el embajador emiratí Majid al Suwaidi, quien avanzó que "habrá que estar preparado para lo inesperado" en unas negociaciones en dónde habrá que tomar "decisiones muy duras".

Pregunta: ¿Cuáles serán las discusiones más complejas de esta COP?

Respuesta: Es muy difícil ver qué será lo más contencioso. La experiencia dice que suele ser lo que menos se espera, por eso hay que estar preparados para lo inesperado. Diría que, por eso, hay una agenda muy ambiciosa, en un momento muy crítico en el que sabemos que estamos alejados de lograr el objetivo de los 1,5 grados y que necesitamos volver al camino correcto.

Habrá que tomar decisiones muy difíciles y habrá negociaciones muy duras. Por primera vez desde París (2015) tendremos todos los temas sobre la mesa: mitigación, adaptación, pérdidas y daños, la financiación. Y todo eso bajo el "balance global", que será el primero que se hace desde entonces.

Es realmente un momento crítico, y necesitamos de todos los negociadores que den señales claras de ir en la dirección correcta para lograr los objetivos marcados para 2030 y para devolver la confianza en este proceso.

Hay muchos, muchos elementos en esta reunión, y si todo se une, eso nos dará un muy poderoso resultado.

P:¿Qué será un éxito?¿Qué un fracaso?

R: No aceptamos el fracaso, solo éxitos. Hemos trabajado duro y nos hemos vinculado con todas las partes, oenegés, sociedad civil, empresas y gobiernos. Creemos que la inercia es muy fuerte y confiamos en que la COP28 será positiva, aunque nunca sabemos qué saldrá, pues eso depende de los negociadores.

Nosotros solo podemos crear el espacio para la oportunidad. Pero hay un nivel histórico de participación de líderes, eso ya es un éxito. Tenemos a todos y todos están hablando de los tema de los que queremos que hablen. Ahora son ellos los que tienen que cumplir.

Para nosotros los temas fundamentales son cuatro.

Hay que hablar en términos prácticos, pragmáticos, sobre qué podemos hacer hoy (para descarbonizar la energía). Hay que invertir y construir, y ampliar y acelerar el sistema energético del futuro. Podemos empezar a hablar de lo que vamos a darle a la gente, mejor que de lo que les estamos quitando.

Hay que arreglar el sistema financiero, necesitamos reformas de las instituciones financieras globales, pues la actual no moviliza suficiente capital, particularmente para el mundo en desarrollo.

El tercer punto es cómo trasladamos esto a la vida de la persona media en la calle. Eso es la adaptación.

Y luego hay que asegurar que las pérdidas y daños tengan sus elementos y que éstos sean completamente inclusivos.

Nuestra COP es única, en el sentido de que hay muy fuertes negociaciones intergubernamentales en marcha pero también un muy poderoso programa de actores no estatales en la discusión. Es algo muy dinámico y que genera entusiasmo. Creo que veremos un paquete completo de grandes anuncios, en el plano gubernamental y para el mundo real.

P: ¿Habrá acuerdos incluso para el fin de los combustibles fósiles?

R: La presidencia de la COP siempre ha tenido una posición muy práctica y científica, siempre con el objetivo de alcanzar los 1,5 grados de calentamiento como objetivo. Nuestro presidente (Sultán al Yaber) es un hombre orientado a los resultados prácticos. Nuestra tarea es lograr cumplir con el Acuerdo de París. Para eso hay que reducir emisiones, así que eso está claro.

Pero ya es cosa de los países decidir cómo abordarlo, basados en sus circunstancias, situación o grado de desarrollo. La presidencia de la COP está aquí para reunir a todos y crear la discusión. Son los negociadores los que tienen que obtener resultados y una dirección.

Hay que movilizar al sector privado, con sus soluciones e ideas e inversiones prácticas, y a los actores subnacionales, y a los líderes religiosos e indígenas. Hay que unir esos mundos y que den una solución que ayude a abordar esas 22 gigatoneladas de emisiones que son en las que tenemos que enfocarnos. Toda solución que ayude a reducir eso, es una solución que apoyaremos e impulsaremos.

P: ¿Y en pérdidas y daños?

R: En septiembre hubiera dicho que estamos muy alejados, pero tras los anuncios hechos en la reunión de Abu Dabi (noviembre), tenemos una recomendación para hacer operacional el fondo y cómo operarlo, lo que ya es un éxito.

Eso está en la mesa, y ya tenemos compromisos de la Unión Europea y otros, así que necesitamos que las partes asuman las recomendaciones.

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