El colectivo teamLab explora las dimensiones de la luz, la oscuridad y el espacio en sus nuevas obras

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Tokio, 20 nov (EFE).- El colectivo de arte digital teamLab presentó hoy dos obras inéditas que forman parte de su renovado museo Borderless de Tokio y en las que explora las distintas dimensiones de la luz, la oscuridad y el espacio.

El grupo se encuentra inmerso en el traslado del museo con el que contaba en la isla artificial de Odaiba, cuya apertura completamente renovado será en febrero de 2024 en el complejo Azabudai Hills y que abrió este lunes de forma parcial a la prensa para presentar dos nuevos trabajos, Bubble Universe (Universo de burbujas) y Megalith Crystal Formation (Formación de cristales megalíticos).

Las obras suponen un nuevo paso en la experimentación del equipo en torno a la percepción del espacio-tiempo, en esta ocasión con juegos de luces a través de esferas interactivas o la interacción de la luz con la oscuridad, con la idea de que "la gente piense y sienta la continuidad de la luz en sí misma como algo hermoso", explicó a EFE el fundador de teamLab, Toshiyuki Inoko.

Bubble Universe consiste en una habitación con paredes, techo y suelo de espejos con numerosas esferas colgadas del techo a distintos niveles y de las que emanan múltiples tipos de luz en función del movimiento de los espectadores por la sala.

"Cada esfera se convierte en una parte del ambiente para crear la luz de otras esferas", sirviéndose de la existencia de distintos tipos de luces, "las que existen en el plano físico y las que sólo existen en nuestro mundo cognitivo", señala Inoko.

Las esferas, que pasan de colores fríos como el blanco a rojos intensos en cuestión de segundos, cambian de color cuando alguien se acerca a ellas. Empieza entonces un proceso de transmisión de la luz a esferas cercanas, hasta viajar al otro lado de la sala.

La corriente de luz creada por una persona se cruza con las generadas por las de otros visitantes, dando paso a la existencia de multitud de luces, materiales y cognitivas.

"Las esferas no pueden existir de forma individual, se unen para crear un ambiente y eso crea lo que llamamos la luz ambiental, que sólo existe cuando se genera esa luz creada por las esferas. Esa continuidad es lo que queremos que se explore", dice el artista.

El otro nuevo trabajo, Megalith Crystal Formation, explora un concepto aún más abstracto, en este caso desde la oscuridad, en la que surgen retazos de luces en un ciclo continuo de vida y muerte.

"Es una especie de masa de tiempo y espacio que parece cristalizarse de forma infinita", explica Inoko.

La obra se desarrolla por una sala oscura de paredes y techos irregulares sobre cuya superficie se proyectan olas y flores. Cuando las olas irrumpen en la sala, los plantas mueren, y cuando se retiran, vuelven a florecer, en una referencia más a la continuidad.

Las únicas dos áreas actualmente accesibles del complejo son estas dos, pero el colectivo sigue trabajando para poner a punto el resto de obras, distribuidas en distintas salas que "se comunican y se influyen las unas con las otras", dice el artista, que invita a los visitantes a acudir al museo cuando reabra para experimentarlo.

Preguntado sobre la trayectoria y notoriedad que ha cobrado el grupo en la esfera nacional e internacional desde que comenzaran a trabajar como teamLab en 2001, Inoko se mostró "muy afortunado de haber podido crear tanto" en ese tiempo.

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