Washington, 17 nov (EFE).- El rapero y empresario musical Sean Combs, conocido como P. Diddy, y la cantante Cassie llegaron este viernes a un acuerdo apenas un día después de que ella lo denunciara por violación y abusos físicos durante más de una década cuando trabajaron juntos, informó el periódico The New York Times.
Cassie, de 37 años, cuyo nombre real es Casandra Ventura, también acusó en una demanda a Combs, de 54, de haberla explotado sexualmente, haberla sometido a comportamientos violentos y controlarle su vida, según la demanda civil interpuesta este jueves en un tribunal federal.
Las partes involucradas en la querella legal anunciaron la noche de este viernes que habían llegado a un acuerdo para resolver el caso, aunque no revelaron los detalles sobre los términos.
Ventura dijo en un comunicado compartido por el rotativo que ha decidido resolver este asunto “de manera amistosa” y en términos que tiene bajo su control.
Por su parte Combs dijo en una declaración que le desea “todo lo mejor a Cassie (Ventura) y a su familia".
La cantante puso la denuncia gracias a una ventana legal de un año para buscar justicia en delitos sexuales ocurridos en el pasado, habilitada por la ley de Supervivientes Adultos del estado de Nueva York, que expira dentro de una semana.
Ventura explicó en la demanda que poco después de conocerse, en 2005, cuando tenía 19 años y él 37, ella fue fichada por el sello musical del maganate del hip hop, Bad Boy Records, y la relación profesional derivó en otra sexual en la que él se mostró controlador y abusivo.
Entre otras cosas, la denuncia acusaba al ejecutivo musical de haberla introducido en un estilo de vida de consumo excesivo de alcohol y drogas, de forzarla a tener sexo con prostitutos y grabar los encuentros, según recoge el periódico.
También denuncia que en 2018, Combs entró a la fuerza en el apartamento y la violó, suceso tras el que ella cortó la relación con él y dejó su sello musical al año siguiente.
En ese entonces Ventura no denunció los hechos por miedo a represalias, y en una declaración remitida a los medios explica que ahora se siente "lista" para hacerlo, aprovechando la ventana legal en Nueva York.
" (...) entendí que esta era una oportunidad para alzar la voz sobre el trauma que he vivido y del que me tendré que recuperar el resto de mi vida", agregó la cantante, madre de dos hijos pequeños.