Sídney (Australia), 16 nov (EFE).- El exasesor de la depuesta y encarcelada líder birmana Aung San Suu Kyi, el australiano Sean Turnell, quien pasó 650 días detenido por los militares en Birmania, denunció este miércoles las "condiciones deplorables" en las que se encuentra la política y confió en que pueda retomar el liderazgo.
Turnell, quien fue asesor económico de Suu Kyi, consideró hoy que la nobel de la Paz, condenada a 33 años de cárcel por los militares -pena que fue reducida en agosto a 27 años-, podría retornar a la primera plana si el país regresara a la senda democrática, pese a las "condiciones deplorables" a las que está sometida.
Turnell hizo esta reflexión hoy en Sídney durante la presentación en el Instituto Lowy de su libro "El preso improbable", que relata la experiencia de sus 650 días de detención tras el golpe militar del 1 de febrero de 2021, que puso fin a una década de transición democrática en Birmania, liderada por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Economista australiano de 57 años, Turnell era asesor económico de Suu Kyi y fue detenido días después del golpe y condenado en septiembre de 2022 a tres años de prisión por vulnerar la ley de Secretos Oficiales, si bien acabó siendo liberado hace un año junto al realizador japonés Toru Kubota y la diplomática británica Vicky Bowman.
Se trata de los tres extranjeros de más alto perfil detenidos y condenados por la junta birmana, y fueron puestos en libertad gracias a una amnistía y junto a casi 6.000 prisioneros.
Las declaraciones del australiano se producen cuando la junta militar se enfrenta ante el mayor reto desde el golpe, a raíz de que una ofensiva rebelde bautizada como Operación 1027 -porque fue lanzada el 27 de octubre- haya minado posiciones del Ejército en estados del norte -junto a la frontera con China- y oeste del país.
Asimismo, tienen lugar después de que se diera la voz de alarma por la salud de Suu Kyi, de 78 años, quien su hijo, Kim Aris, afirmó recientemente que padece de mareos y vómitos y no puede alimentarse con normalidad por una enfermedad de las encías.
El australiano también se refirió al rol de China en Birmania, donde el conflicto se recrudece junto a la frontera entre ambos países, en una zona en la que milicias de minorías birmanas que combaten al Ejército tienen lazos étnicos y militares con Pekín.
Turnell afirmó que China está "increíblemente confundida" en cuanto a sus apoyos en Birmania, pues, si bien "es realmente el actor más importante" para la junta militar, ya que "sin su apoyo, el régimen se acaba", por otro lado al gigante asiático también le conviene que este país sea estable para impulsar sus inversiones.
"Estratégicamente quiere ser el más y el mejor", precisó Turnell, al referirse a China, el principal socio comercial de Birmania, país que ha quedado prácticamente aislado desde la sublevación militar, que ha hundido su economía, y se ha visto obligado a reforzar aún más sus lazos con sus principales aliados: Pekín y Moscú.
Para Turnell, la junta birmana tiene muchos indicadores económicos en su contra, como la caída del 25 % del PIB y la situación de pobreza en que vive el 40 % de la población.
En este sentido, confió en que la junta ya "no dure mucho", para lo que pidió que Australia dé más pasos en cuanto a la aplicación de más sanciones económicas, con el fin de promover la vuelta al estado de Derecho del país del Sudeste Asiático.