Redacción Deportes (EE.UU.), 13 nov (EFE).- Damian Lillard volvió este lunes tras perderse dos partidos por molestias en los gemelos y los Milwaukee Bucks sumaron una victoria por 118-109 sin especial brillo, pero también sin excesivos problemas ante los Chicago Bulls.
Después de dos derrotas seguidas y bastantes interrogantes sobre el arranque de un proyecto diseñado para conquistar el anillo, los Bucks (6-4) tomaron aire con este triunfo gracias a 35 puntos (13 de 22 en tiros) y 11 rebotes de Giannis Antetokounmpo.
Bobby Portis destacó en la segunda fase con 19 puntos y 10 rebotes, mientras que Lillard no tuvo un regreso afortunado ya que se quedó en 12 puntos y un decepcionante 3 de 17 en tiros (1 de 9 en triples).
Khris Middleton, que aportó 13 puntos, superó a Michael Redd y ahora es el quinto máximo anotador en la historia de los Bucks.
Este fue el primer partido de Milwaukee en esta campaña sin Jae Crowder. Los Bucks anunciaron el lunes que el alero estará unos dos meses de baja por una rotura en el musculo aductor y el abdominal.
En los Bulls (4-7), un equipo sin el talento necesario para pelear en el durísimo Este y con demasiados nombres importantes en su plantilla como para empezar una reconstrucción desde cero, Nikola Vucevic fue el mejor con 26 puntos y 12 rebotes.
Chicago se quedó en un triste 38 % en tiros y gran parte de la culpa la tuvieron Zach LaVine (20 puntos con 5 de 19) y DeMar DeRozan (11 puntos con 3 de 14).
Los Bucks, que controlaron con mano firme el rebote (67-52), no llegaron a romper el partido pese a su +17 en el segundo cuarto, pero en todo momento dieron la sensación de que les bastaba con apretar un poco el acelerador para someter a los Bulls.
Antetokounmpo no perdió el tiempo en el inicio. El genio griego metió 6 puntos seguidos en un visto y no visto e impulsó un notable 9-0 de salida para los Bucks.
Giannis llegó hasta los 13 puntos en ese primer cuarto que coronó con un estupendo triple sobre la bocina y en "fadeaway". Con ese fantástico tiro llegó además a 500 triples en su carrera en la NBA.
Los Bucks también contaron con un muy acertado Portis desde el banquillo con 11 puntos en ese primer periodo.
Todo lo que salía bien en los locales era un desastre en los visitantes, que firmaron un cuarto inicial para el olvido
Con un triste 6 de 23 en tiros de campo (26,1 %) y DeRozan y LaVine sumando solo 2 puntos entre ambos, no resultó extraño que Chicago se fuera al segundo periodo casi doblado (35-18).
Los de Billy Donovan despertaron en el segundo periodo con 0-9 de salida con 3 triples seguidos de Vucevic, Patrick Williams y Jevon Carter.
Poco a poco también se desperezaron DeRozan y LaVine y los Bulls llegaron a recortar su desventaja hasta el -4.
Sin embargo, dos triples seguidos de Malik Beasley en último empujón antes del descanso le permitieron a Milwaukee llegar al intermedio con una ventaja cómoda (59-49).
Como en el segundo cuarto, los Bulls volvieron a la cancha pisando fuerte, modelaron un 0-7 en el arranque y se colocaron a un paso de igualar el marcador (56-59 con 10.46 por jugarse).
Chicago cambió el ritmo, mucho más enchufados y conectados que unos Bucks con cierta desidia y falta de actitud en defensa.
El ataque de los Bulls vivió sus mejores minutos de la noche, en especial con una acrobática e increíble asistencia de DeRozan, que hizo un giro de 180 grados en el aire y encontró en la esquina a Coby White para un triple en la jugada más espectacular del duelo.
Con un mate de Vucevic y un palmeo de Andre Drummond, los Bulls se fueron delante por primera vez (67-68 con 5.23 en el reloj).
Pero Milwaukee reaccionó con un parcial de 16-6 antes de llegar al último cuarto y se benefició de la refrescante aparición de Andre Jackson Jr., que sumó en todas las facetas del juego con una gran entrega y sacrificio para reanimar a los Bucks (83-74).
Con los precedentes de los dos cuartos anteriores, Antetokounmpo salió a impedir sorpresas y en el último arrasó con 14 puntos.
La actuación del gigante heleno en el desenlace fue clave ya que los Bulls no se dieron por vencidos y LaVine, con 12 puntos en ese último cuarto, colocó a su equipo con -8 a falta de minuto y medio pero ya no hubo tiempo para la remontada.