Mengua la actividad sísmica del volcán islandés aunque la probabilidad de erupción es alta

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Copenhague, 13 nov (EFE).- La actividad sísmica en torno a la ciudad de Grindavík (suroeste de Islandia) se ha reducido en las últimas horas, pero las autoridades consideran que la posibilidad de erupción en los próximos días continúa siendo alta.

Desde la pasada medianoche se han registrado unos 900 terremotos de menor intensidad y la actividad se ha concentrado en la parte sur de la fisura entre Sundhnúku y Grindavík, a profundidades de 2 a 5 kilómetros, informó la Oficina Meteorológica de Islandia.

La Oficina Meteorológica de Islandia, la Universidad de Islandia y el Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias concluyeron el sábado pasado, a partir de las últimas mediciones y la deformación del terreno en la región y los últimos modelos geofísicos, que la intrusión en curso representa un grave peligro volcánico.

Según los modelos geofísicos, se estima que la intrusión se está propagando lentamente hacia arriba y se cree que el magma se encuentra a 800 metros bajo la superficie.

Las autoridades islandesas declararon el viernes la situación de emergencia tras una serie de terremotos cerca de Gindavík y advirtieron de una posible erupción volcánica, por lo que ordenaron una evacuación preventiva de esta ciudad a 50 kilómetros de la capital, Reikiavik.

Las autoridades locales autorizaron este lunes acceso limitado a un área de Grindavík a un pequeño número de residentes para poder recoger algunas pertenencias, al igual que ya habían hecho ayer con otro grupo.

En un servicio para los residentes de la evacuada localidad celebrado en la iglesia de Hallgrímur, en la capital, el presidente de Islandia, Gudni Johanneson, agradeció la labor de los equipos de emergencias y llamó a la calma.

"Queridos ciudadanos, aún no sabemos si habrá una erupción en Grindavík. Si eso ocurre, nos ocuparemos de ese problema", afirmó.

Madrid, 13 nov (EFE).- La península islandesa de Reikjanes, donde es posible una próxima erupción, es un sistema volcánico con cierta periodicidad y cada 800 años se produce un episodio de mayor actividad. Además, tiene similitudes con las llamadas dorsales volcánicas de Canarias, como Cumbre Vieja.

Las autoridades islandesas declararon el sábado la situación de emergencia y evacuaron de forma preventiva la ciudad de Gindavík (suroeste) ante el gran número de terremotos y los indicios de que una cantidad considerable de magma se está desplazando en la zona cercana a la superficie.

El volcanólogo Pablo González indica a EFE que en Reikjanes, donde hay un vulcanismo muy activo, existe una zona de mucha debilidad, como en el volcán Cumbre Vieja (La Palma), que se extiende a lo largo de quince kilómetros, una parte en tierra y otra en el mar.

González, investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IPNA-CSIC), indica que ese sistema puede producir erupciones basálticas fisurales alimentadas por diques de magma, aunque en Islandia son de mayor tamaño que las dorsales volcánicas en Canarias.

En la zona donde podría producirse la erupción no existe un volcán central, sino que este es, en realidad, un área muy extensa en la península con pequeñas fracturas, en la que ya han existido episodios eruptivos en los últimos tres años y este "podría ser otro".

El investigador considera que de producirse la erupción, “el escenario más probable” es que sea de características similares a las de los dos últimos años en Islandia, que “en algunos momentos y salvando las distancias entre Islandia y Canaria”, comparten algunas características.

Entre ellas, enumera que son erupciones basálticas que tienen mecanismos de estrombolianos, es decir, que generan un cono, a partir del cual suele haber fisuras que alimentan colas de lava, que se extienden hacia las zonas de menor topografía.

Sin embargo, el volcanismo de Islandia suele ser mucho más voluminoso, con erupciones que pueden extenderse sobre un área más amplia que en Canarias, pero habrá que esperar a ver “cómo se desenvuelve la situación y si termina habiendo erupción”.

La península islandesa de Reikjanes tiene una “peculiaridad”, señala González, pues es un área “que parece tener una cierta ciclicidad. Cada 800 años se produce un periodo de mayor actividad, tras lo que vuelve a entrar en una etapa con actividad volcánica eruptiva más pequeña”.

Los científicos islandeses han identificado que se está reactivando este segmento de placas entre América y Europa y, “dentro de lo complicado que es hablar del futuro” -dice- se pueden esperar más erupciones durante la próxima década.

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