India y EE.UU. buscan reafirmar sus vínculos pese al desacuerdo sobre Ucrania y Palestina

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David Asta Alares

Nueva Delhi, 9 nov (EFE).- La India y Estados Unidos esperan reforzar lazos bilaterales con una nueva ronda de conversaciones ministeriales de exteriores y defensa mañana en Nueva Delhi, en una alianza creciente frente a las ambiciones expansionistas de China y que florece pese a los desacuerdos sobre Ucrania o Palestina.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin, se reunirán este viernes con sus homólogos indios Subrahmanyam Jaishankar y Rajnath Singh.

Se trata de la quinta reunión del diálogo 2+2, un encuentro anual de alto nivel que ambos países iniciaron en 2018, y durante la que ambas partes "revisarán el progreso hecho en aspectos transversales de la cooperación en materia de defensa y seguridad", indicó esta semana el Ministerio de Exteriores indio en un comunicado.

El viceportavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel, afirmó por su parte que la "profundización de la cooperación y la asociación en materia de seguridad será uno de los muchos temas que se traten".

Y es que este tipo de encuentros han servido a la India para hacerse con un número creciente de tecnologías militares, un objetivo buscado por Washington, ya que históricamente Rusia ha sido el principal proveedor de equipo militar al país asiático.

"Ha habido un progreso sustantivo en este ámbito", constató a EFE el director del centro de investigación Sociedad para los Estudios Políticos, Chitrapu Uday Bhaskar.

Pero el fortalecimiento de los lazos bilaterales va más allá del sector de la defensa, recordó Bhaskar, con proyectos "todavía en el aire" como la creación de un corredor económico India-Medio Oriente-Europa, impulsado por Estados Unidos como una alternativa a la Ruta de la Seda china.

La sombra de Pekín, con sus ambiciones expansionistas y su búsqueda de un mayor papel global, ha contribuido en buena manera a acercar a Nueva Delhi y Washington en la última década.

Las relaciones entre la India y China continúan en mínimos históricos desde que al menos 20 soldados indios murieran en un enfrentamiento con militares chinos en la frontera disputada del Himalaya, la peor escalada en décadas, a pesar de que ambos países han mantenido una veintena de rondas de conversaciones militares.

Washington percibe a China como el desafío más significativo en su política exterior, y a Nueva Delhi como una democracia de 1.400 millones de habitantes capaz de servir de contrapeso regional, a pesar de las denuncias de ataques a las voces críticas y a las minorías bajo el gobierno del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP).

Este foco común entre la India y EE.UU., que junto a Australia y Japón forman la alianza de seguridad del Quad, explica que su relación haya sobrevivido a los múltiples desacuerdos en materias cruciales y que formarán parte de la agenda de mañana.

La guerra en Ucrania es uno de los temas que ha generado mayor tensión, debido a la insistencia del Gobierno indio en defender su neutralidad mientras ha aprovechado el conflicto para adquirir petróleo ruso a precios más bajos.

Además, aunque la India condenó como terrorista el ataque del brazo armado de Hamás contra Israel, el país asiático también ha reiterado su apoyo "prolongado y consistente" a la causa de Palestina como un estado independiente.

Se espera también que la reciente disputa diplomática entre Nueva Delhi y Ottawa, tras el asesinato de un destacado líder sij en Canadá, aparezca en las negociaciones con EE. UU. en un papel conciliador.

"Mi percepción es que hay espacio para que ambas partes tengan una diferencia de opiniones y puedan tratarlas de forma bilateral, a puerta cerrada", dijo Bhaskar. EFE

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