Lima, 8 nov (EFE).- La princesa Kako de Japón, sobrina del emperador Naruhito, cerró este miércoles su visita de seis días a Perú, para conmemorar los 150 años de relaciones diplomáticas entre ambos países, en un encuentro con la comunidad nikkei en Lima en uno de los colegios y de los clubes de los descendientes japoneses.
En su último día de visita en Lima, la princesa, de 28 años, llegó al colegio La Unión, en el distrito limeño de Pueblo Libre, donde fue recibida por los niños ondeando banderas de Perú y Japón, enfundados en un happi, una de las vestimentas típicas niponas.
La representante del emperador japonés ingresó a uno de los salones donde los niños de primaria aprenden el idioma japonés y escuchó sonriente la clase, escoltada por la directora del centro de estudios.
Después de unos minutos, Kako, que llevaba un vestido celeste con bordado de flores en la falda, se animó a preguntar a los niños cuáles eran sus comidas favoritas y, uno a uno, fueron respondiendo a la princesa, que les felicitó con aplausos.
"Estoy contenta de escuchar las cosas que les gusta, gracias por enseñarme la clase, son muy amables", dijo Kako.
Luego, la princesa fue invitada a pasar a un salón de actuaciones donde los estudiantes le tenían preparados varios bailes folclóricos, como el Odori y el Taiko.
Durante el recibimiento, la directora del colegio llamó a Kako como "la princesa de la sonrisa y de la amabilidad" y destacó su compromiso con la vida y de sostener una comunicación efectiva frente a los problemas ambientales.
Tres pequeños alumnos entregaron los obsequios del colegio a la princesa y continuó su recorrido hacia el estadio deportivo, adyacente a la escuela, donde se ubica la Asociación Estadio La Unión (AELU), uno de los clubes sociales de la comunidad de descendientes japoneses que este año cumple su 70 aniversario de fundación.
Antes de ingresar al estadio, la princesa sembró en sus jardines un árbol para conmemorar su visita, muy cerca de donde su hermana Mako, que abandonó la realeza para casarse con un plebeyo en 2021, sembró un pino en su visita del 2018 a Lima.
En el estadio deportivo, Kako fue invitada al estrado de honor, acompañada por los directivos y los socios fundadores del AELU para recibir el homenaje del club, que convocó a decenas de sus integrantes, así como a delegaciones de otros colegios de la comunidad japonesa en Lima.
Antes de despedirse, Kako se desplazó por un circuito de atletismo para saludar a todos los presentes que llegaron a la conmemoración por los 150 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Un día antes, la princesa fue recibida por la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en el Palacio de Gobierno, en el centro histórico de Lima, entre otros actos oficiales como la colocación de una ofrenda floral en el monumento que conmemora el centenario de la inmigración japonesa al Perú.
Igualmente, el fin de semana pasado, Kako viajó a la región surandina de Cuzco y conoció la ciudadela inca de Machu Picchu, una visita que no se encontraba en su agenda oficial, tras lo cual acudió a los vestigios del templo inca del Qoricancha (templo del Sol) y recorrió la catedral de la antigua capital del Imperio de los Incas.
Japón es el sexto socio comercial de Perú y el segundo en Asia. Además, ambos países comparten profundos lazos por la migración nipón en la nación suramericana.