Sídney (Australia), 31 oct (EFE).- Los incendios forestales que arden en el noreste de Australia se avivaron este martes en una jornada de calor "extremo" y fuertes vientos, principalmente en la localidad rural de Tara, donde se han producido dos muertes relacionadas con los fuegos y calcinado más de 50 viviendas.
En Tara, de 3.800 habitantes y situada a unos 300 kilómetros de la ciudad de Brisbane, el incendio activo en ese lugar desde hace más de una semana "es errático, arde sin control y no está contenido", explicó hoy el representante de los Servicios de Emergencias y contra Incendios del estado de Queensland, Warren Buckley, en declaraciones publicadas por la cadena pública ABC.
Por ello, las autoridades de Queensland emitieron la alerta máxima de emergencia, que supone "abandonar el lugar (porque) su vida corre peligro", en Tara, donde los termómetros marcan los 37 grados, así como en las localidades colindantes de Montrose North, Wieambilla y The Gums, todas en el distrito de Western Downs.
La "difícil" situación en esta zona rural, donde se elevó el número de viviendas calcinadas de 44 a 56, podría desencadenar mayores daños a propiedades a raíz del recrudecimiento de la situación, lamentó el alcalde de Western Downs, Paul McVeigh, en declaraciones a la ABC.
Asimismo, las autoridades de Queensland, donde hoy arden casi 80 incendios, emitieron advertencias de "vigilar y actuar" en varias zonas del oeste de Brisbane instando a los pobladores a prepararse para evacuar porque "las condiciones pueden empeorar rápidamente".
"Es muy trágico. De nuevo le pido a la gente de las áreas afectadas por los incendios que sigan los consejos de las autoridades. Es un período difícil y va a ser un verano (austral) difícil", dijo hoy desde la localidad de Bundaberg, en Queensland, el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
Las dos últimas temporadas de incendios de Australia han sido tranquilas en comparación con el catastrófico "Verano Negro" de 2019-2020 con cientos de incendios forestales que destruyeron un área del tamaño de Turquía y se cobraron 33 vidas.
Australia, cuya temporada de incendios forestales comienza en la costa este normalmente en noviembre, se enfrentará este año a un clima más seco del habitual debido al El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría ocasionar devastadores desastres.