Roma, 30 oct (EFE).- La ciudad italiana de Norcia (centro), epicentro hace exactamente siete años de un fuerte terremoto, volvió hoy a celebrar misa dentro de la basílica de San Benedicto, arrasada por aquel seísmo y cuya fachada ya se puede ver sin andamios.
Los monjes benedictinos presidieron a primera hora de la mañana una oración en recuerdo de aquel terremoto y bendijeron las nuevas campanas de este templo consagrado al patrón de Europa.
Después la catedral volvió a acoger la misa por primera vez desde su destrucción. "Quiero expresar mi admiración y gratitud por la rapidez y eficiencia con que procede la reconstrucción", celebró en un comunicado el arzobispo de Spoleto-Norcia, Renato Boccardo.
En la noche del 30 de octubre de 2016 se registró un terremoto en esta zona del centro de Italia con epicentro en el pequeño pueblo de Accumoli y que causó cuantiosos daños materiales.
Fue la última sacudida relevante de una secuencia sísmica que dio inicio el 24 de agosto de aquel año, con un terremoto de magnitud 6 que destrozó la localidad de Amatrice y mató a 299 personas.
La catedral de San Benedicto se construyó entre los años 1290 y 1338 donde la tradición situaba la casa natal del santo y de su hermana melliza, santa Escolástica, aunque el edificio original tuvo que ser reconstruido a lo largo de los siglos por los terremotos, frecuentes en esta zona a los pies de la cordillera de los Apeninos.
En 2016 el templo se convirtió en un símbolo de aquel desastre natural al quedar destruido casi por completo, aunque se prevé su reconstrucción total para 2025, con la recuperación del campanario y del pórtico.