Santiago de Chile, 26 oct (EFE).- La colombiana Yeni Arias logró este jueves el pase a la final del boxeo femenino en la categoría de los 54 kilogramos al vencer en el primer combate de esta jornada a la venezolana Johana Gómez, que se quedó con el bronce, en los XIX Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
En la pelea que se realizó en el Centro de Entrenamiento Olímpico, Arias, la abanderada colombiana en estas justas, se impuso por decisión unánime a una combativa rival y aseguró para Colombia una plaza a los Juegos Olímpicos de París 2024, la tercera que logra el boxeo de ese país tras la de Valeria Arboleda (57 kg) y la de Angie Valdés (60 kg).
Con la medalla de oro en juego, Arias se medirá en la final de este viernes a la brasileña Tatiana de Jesus Chagas que venció 4-1 a la chilena Denisse Bravo.
Arias, de 32 años, superó ya lo hecho por ella en la edición panamericana de Lima 2019 en donde logró el bronce.
Este año Arias consiguió, además, el oro en los Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 y la plata del peso gallo en el Mundial de Boxeo en India.
Las semifinales del boxeo en Santiago siguen en curso este jueves con los combates en hombres y mujeres.
Santiago de Chile, 26 oct (EFE).- Que el bronce cambia de color con el tiempo es cierto, pero que se transforme en un día en oro o plata eso sólo pasará este viernes en el boxeo en los Juegos de Santiago 2023 para aquellos que llegaron a la final.
Del grupo de doce finalistas, Colombia instaló a tres de cinco boxeadoras que lucharán por la medalla de oro y que en el peor de los casos se quedarán con la de plata.
Yeni Arias, Angie Valdés y Valeria Arboleda pisan firme en los XIX Juegos Panamericanos. De las cinco que llegaron, en las 'semis' pincharon Camila Camilo e Ingrit Valencia, que ganaron bronces.
Las tres finalistas colombianas han recibido tantos golpes en la vida que ya estaban preparadas para los del ring. Por eso no tienen miedo.
"El boxeo no nos hace hombrecitos", repite una y otra vez Yeni Arias, la oriunda de Venecia (Valle del Cauca) criada en Pereira. Sin pelos en la lengua, a sus 32 años, la actual subcampeona mundial y medalla de bronce en Lima 2019, no titubea para decir lo que piensa, así como no duda en lanzar golpes.
"Este deporte es una elección de vida. Yo empecé a practicarlo para aprender a defenderme y con él dejé atrás el alcohol y las drogas", agrega Yeni, quien le agradece a su hermana Maribel haberla llevado a un gimnasio de boxeo para espantar sus demonios.
Buscará su medalla dorada en Santiago y la plaza a sus segundos olímpicos en los que quiere la revancha. Compitió en Tokio 2020 y lloró de frustración al perder una pelea que sintió que ganó y por la que fue admirada por su valentía.
Pelea por su familia. Por su hijo Juan Camilo, el milagro por el que dejó de "portarse mal" y que ya tiene 14 años y practica boxeo. Por su padre Luis, afectado por una lesión que redujo su movilidad. Por ellos, Yeni volverá de nuevo al cuadrilátero en el que dejará sudor y lágrimas, porque como tiene tatuado en el brazo derecho, sabe que "un momento de dolor vale toda una vida de gloria".
La subcampeona mundial de boxeo y campeona centroamericana Angie Valdés dedica todos sus triunfos a su madre, fallecida hace poco. "Mi mamá soñaba con esto", dijo al romper en llanto apenas ganó la pelea que le dio el pase a la semifinal del boxeo.
Angie, de 23 años, ha vivido momentos angustiantes. Y ahora sin su madre siente que perdió a su fan número uno. El entrenador que la formó, Luis Villarreal, pensaba que quizá le faltaba madera para el boxeo porque la veía rápida, quería ser atleta, pero indecisa. Al verlo dudar, le prometió que no iba a faltar a ningún entrenamiento.
Cuando comenzaron los triunfos, la barranquillera se desilusionó al no ser incluida en la selección colombiana y probó suerte por dos meses en Azerbaiyán, donde le pagaron 1.200 dólares mensuales con los que ayudaba al sustento de su familia, pues su mamá estaba en la cárcel.
Pero la llamó el entrenador cubano Rafael Iznaga, que dirige al equipo nacional, para que volviera e hiciera parte del mismo, y se devolvió. Con su regreso, ganó Colombia.
"Este siempre fue mi sueño", dice Valeria Arboleda, quien desde los 14 años empezó a boxear porque una compañera del colegio la llevó a entrenar a un gimnasio cerca de su casa en Bogotá y le gustó, aunque su mamá quería que fuera atleta. También su familia tardó en aceptarlo, pero se alegran al darse cuenta de que entre ellos había toda una campeona.
A sus 21 años dice que está "anonadada" por todo lo que ha vivido en los Panamericanos de Santiago. Hoy tratará de celebrar en lo más alto del podio.