Redacción deportes, 25 oct (EFE).- Lastrado por su primera parte, con dos goles en contra, y despertado en la segunda por una carrera de Marcos Llorente, un gol de Álvaro Morata y un rendimiento mucho más reconocible, detenido por la expulsión de Rodrigo de Paul, el Atlético de Madrid extrajo un solo punto en su visita a Celtic Park, entre dos versiones antagónicas, inexplicables en un mismo equipo, entre el jeroglífico que supone últimamente la Liga de Campeones para el bloque rojiblanco.
De camiseta roja, pantalón azul y medias rojas (a ojos del club español, un tributo a aquel equipo que igualó a cero, con tres expulsados, en el mismo escenario de este miércoles, en la 'Batalla de Glasgow' de 1974; una afrenta para el Celtic y sus hinchas), los goles ponen en evidencia a la defensa del Atlético. Y a toda la estructura.
Pero la derrota al intermedio iba más allá. A su ataque, a su medio campo, a su transición, a su ambición, a su fútbol. No existió en 45 minutos. Nada que ver con el segundo tiempo, cuando cambió la historia del partido. Demasiado tarde para ganar. Suficiente para el 2-2. Terminó con un hombre menos, por la segunda amarilla a de Paul en el minuto 83, justo cuando más intuía la victoria, cuando Griezmann era el dueño de todo lo que pasaba.
Tan advertido estaba de todo, visionados los dos partidos de la Liga de Campeones del Celtic, con sendas derrotas, que es inasumible la forma en la que recibió el 1-0 y el 2-1. En la foto final del primero, también del segundo, aparece Javi Galán. Su exigente primera aparición en el once de Simeone, al duodécimo encuentro, duró 45 minutos. Lo pasó fatal en su flanco en el primer tiempo. Ni mucho menos fue todo responsabilidad suya.
El segundo gol, en el origen de todo, apunta a Nahuel Molina, muy lento para correr hacia atrás, sin enterarse de cómo Daizen Maeda le tomaba la espalda. Ambos, concentrados en el primer tiempo, surgieron de sendas irrupciones rivales por cada uno de los carriles, pero expresan una vulnerabilidad inusual en toda la retaguardia. Superada en cada aspecto.
En el 1-0, en una acción tan simple, tan precisa, tan desbordante, una pared entre O'Riley, desde el borde del área, y Dyogo Furushashi (tan solo era su séptimo tanto en 96 duelos con el conjunto escocés), indetectable en su irrupción por la izquierda, golpeó al Atlético, que no se enteró de nada de todo lo que sucedió. Le faltó tensión, agresividad, atención...
Una mirada al cronómetro, con tan solo tres minutos y medio disputados de partido, delató aún más todos esos factores, influyentes tanto o más que los actores rivales. Inquietante para el Atlético, reafirmante para el Celtic. El actual bloque escocés está a años luz del nivel de su historia pasada, campeón de Europa en 1967, pero es intenso, atrevido, ambicioso, se empeña en la presión, tiene ímpetu a la contra y, de repente, también es efectivo.
La siguiente ocasión local también fue gol. Nivelado el duelo en el minuto 25, con el 1-1 de Antoine Griezmann con la derecha en el rechace de un penalti que él mismo había lanzado y fallado con la izquierda (la tocó Hart y golpeó en el poste), recayó de nuevo instantes después, en concreto en tres minutos y 17 segundos. Del 24:30 del gol del francés al 27:47 del derechazo dentro del área de Luis Palma. No llegó Galán. Su golpeo fue incontestable.
El gol del extremo hondureño, cambiado de banda puntualmente para esa acción, fue una advertencia nítida. En la Liga de Campeones, nadie gana porque sí. El Celtic era mejor entonces, mucho mejor, en cualidades tan básicas en el fútbol actual como la intensidad, la colocación, la voracidad, la presión... Jan Oblak aún paró un remate de O'Riley. Y el árbitro anuló un gol por fuera de juego a Axel Witsel, cuyo cabezazo era en posición ilegal.
Simeone corrigió el descanso. Se fue Galán, sobrepasado y amonestado, y entró Riquelme. Se marchó Saúl, desaparecido, e irrumpió Llorente. Entre las dudas de su inicio de temporada, Marcos es vertiginoso. Fuerza pura. Su conducción abrió un horizonte que no había divisado el Atlético hasta entonces, cuando se plantó cerca del área y entregó un gran centro. Morata lo cabeceó de forma incontestable. Un fantástico remate. Minuto 50.
Necesitaba aún más el Atlético, que probó dos veces más a Hart en los instantes posteriores al 2-2, por medio de Morata (cambiado después con 2-2 por Correa, en el minuto 72), con un córner directo de Griezmann, con un tiro de Llorente y con otra vertiente muy distinta al primer tiempo. Griezmann, en modo jugador total. De Paul, al mando, hasta que hizo una entrada de final imprudente, cuando levantó el pie, y recibió la segunda amarilla ya en el 82.
Ya jugó definitivamente en campo contrario, llegó por todos los lados, fue mejor que su oponente, al que limitó a algún contragolpe esporádico. Lo encerró, lo atacó -Correa se acercó el 2-3 con una buena maniobra dentro del área-, se quedó con uno menos por la expulsión de De Paul y empató. No mereció ni siquiera eso en la primera parte, sí jugó para ganar en la segunda. Un punto. Pierde el liderato, desaprovecha la ocasión de distanciar al Lazio, mantiene vivo al Celtic... Pero aún depende de sí mismo. Faltan tres jornadas.
- Ficha técnica:
2 - Celtic: Hart; Johnston, Carter-Vickers, Scales, Taylor; O'Riley, McGregor, Reo Hatate (Paulo Bernardo, m. 7); Maeda, Kyogo Furushashi y Palma (Phillips, m. 62).
2 - Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic, Witsel, Hermoso, Galán (Riquelme, m. 46); De Paul, Koke, Saúl (Llorente, m. 46); Griezmann y Morata (Correa, m. 72).
Goles: 1-0, m. 4: Furuhashi. 1-1, m. 25: Griezmann. 2-1, m. 28: Palma. 2-2, m. 53: Morata.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Expulsó por doble amarilla a De Paul, por el Atlético de Madrid, en el minuto 82. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Carter-Vickers (m. 30), Luis Palma (m. 48) y Taylor (m. 59) y a los visitantes Javi Galán (m. 38), Nahuel Molina (m. 49+) y Savic (m. 83).
Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo E de la Liga de Campeones, disputado en Celtic Park ante unos 60.000 espectadores. Ambos equipos, jugadores y cuerpos técnicos, portaron brazaletes negros "como muestra de respeto y apoyo a todos los afectados por el conflicto (de Israel y Palestina)", según anunció el Celtic, tras los bombardeos israelíes sobre Gaza y los atentados de Hamás en Israel.
Iñaki Dufour
Londres, 25 oct (EFE).- Brendan Rodgers, técnico del Celtic de Glasgow, elogió a su equipo, tras el empate contra el Atlético de Madrid, y aseguró que estuvieron "fantásticos".
El Celtic, que llegó a adelantarse en dos ocasiones contra los rojiblancos, sumó su primer punto en la fase de grupos, aunque no pudo llevarse el triunfo pese a jugar los últimos minutos de partido con un hombre más.
"Estuvimos fantásticos", dijo Rodgers en TNT Sports. "Marcamos dos goles magníficos. Queríamos empezar con intensidad, imponiendo nuestro estilo y nuestra mentalidad. Defendimos juntos y mostramos mucha valentía con el balón".
Con este resultado, el Celtic sigue colista del Grupo E, con un punto, pero no se descuelga del todo de la lucha por el tercer puesto, que da acceso a la Europa League.
"El equipo y la actuación de hoy es lo que me interesa. Hemos conseguido nuestro primero punto y creo que deberíamos tener más, pero en lo que me concentro es en cómo hemos jugado hoy, y ha sido espectacular".
Redacción deportes, 25 oct (EFE).- Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, valoró este miércoles, tras el empate contra el Celtic en la Liga de Campeones (2-2), que su equipo "hizo un partido para ganar" en el segundo tiempo, tras hablar en el descanso, "y este es el camino a seguir" en esta competición.
"Me quedo con la actuación del equipo, que en el segundo tiempo hizo un partido para ganar. En el primer tiempo, ellos empezaron mejor, encontraron en sus dos primeros tiros los goles que acomodaron el partido para que nosotros, en el primer tiempo, no hayamos podido jugar como queríamos", señaló en declaraciones a 'Movistar' desde Celtic Park.
"Hablamos en el entretiempo y en el segundo tiempo hicieron el partido que había que jugar, con valentía, con jerarquía, con ataques, con situaciones de gol... Pudimos haber ganado con esa de Correa. Ellos no generaron una situación peligrosa en todo el segundo tiempo, un equipo que es muy rápido, que trabaja muy bien sobre los espacios. Me voy con un partido que me gustó del equipo", continuó.
"Ellos se asociaron muy bien por los costados, quizá más por el sector izquierdo nuestro que por el derecho. Jugaron ese espacio del partido que sabíamos que iba a pasar, esos 20 minutos intensos. Vino el gol, empatamos, vino el segundo gol...", abundó.
En la segunda parte, entraron "muy bien" Marcos Llorente y Ángel Correa "en la parte ofensiva en el último tramo del juego". "Hizo muy buen segundo tiempo Riquelme, con un futbolista rápido en ese sector que en el primer tiempo sufrimos un poco. Me quedo con que el equipo hizo un buen segundo tiempo y que este es el camino a seguir en Champions", añadió.
Simeone no valoró la expulsión a Rodrigo de Paul, en el minuto 83 por dos amarillas: "No opinar de algo que no podemos hacer nada. El árbitro interpretó que era jugada de amarilla y respetar las decisiones arbitrales".
Y habló de la racha goleadora de Antoine Griezmann, con ocho goles en los últimos siete choques, y de Álvaro Morata, que ha marcado doce tantos en catorce duelos de este curso entre la selección y su club. "Están bien, hay que acompañarlos y vienen rodeados de que el equipo les genera ese juego para que ellos puedan llegar de cara al gol", dijo.