Buenos Aires, 23 oct (EFE).- Los mercados de bonos y acciones de Argentina se hundieron este lunes en una adversa reacción a un resultado de los comicios presidenciales de este domingo que obligan a celebrar una segunda vuelta electoral el 19 de noviembre, extendiendo la fuerte incertidumbre que domina a los inversores respecto al futuro de la segunda mayor economía suramericana.
En los mercados cambiarios la reacción ha sido por su parte dispar, pero igualmente elocuente de la volatilidad que prima en los círculos financieros de Argentina a la espera de una definición sobre quién conducirá el país desde el 10 de diciembre.
Nadie esperaba que el ministro de Economía y candidato presidencial oficialista, Sergio Massa, resultara el más votado este domingo, con el 36,68 % de los votos.
Tampoco el mercado, que hasta el cierre de la última semana casi daba por descontado un triunfo en la primera vuelta del candidato libertario Javier Milei, que finalmente obtuvo un 29,98 % y se enfrentará a Massa en la segunda vuelta de noviembre.
"La volatilidad se extenderá por un mes más, porque finalmente habrá un balotaje que el mercado no tenía en precios. El mercado había hecho su apuesta, sobre todo el viernes, a un Milei ganador", comentó Soledad López, de la firma Rava Bursátil.
Los bonos soberanos argentinos se hundieron este lunes un 7 % promedio en sus cotizaciones en dólares y el índice S&P Merval de las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires se desplomó 12,36 %.
Un sorpresivo resultado
Según observó el economista Gustavo Ber, el "sorpresivo resultado que dejaron los comicios extiende la incertidumbre" camino ahora a la segunda vuelta, etapa que los inversores recorrerán "con un tono aún prudente y volátil".
Un foco de atención será el comportamiento de los mercados cambiarios, con un Banco Central que promete sostener el tipo de cambio oficial, pero cuyo nivel de reservas es crítico.
Este lunes, el valor del dólar estadounidense en la plaza informal cerró en 1.100 pesos por unidad, casi el triple que la cotización oficial a la que casi nadie accede, mientras que la principal referencia de los denominados dólares financieros se desplomó, aun a valores un 171 % mayores que el valor oficial, porque el resultado del domingo ya no deja tan en claro que Argentina irá a una dolarización de la economía como propone Milei.
Además, la gestión de Massa previsiblemente buscará aplacar las tensiones cambiarias, al menos hasta la segunda vuelta.
Señal de Massa a los mercados
Massa, de hecho, se empeñó este lunes, en un encuentro con la prensa internacional del que participó EFE, en lanzar señales positivas a los mercados, no sólo para transitar con serenidad las próximas semanas, sino con vistas a generar certidumbre con vistas a su eventual Gobierno, en el que promete ordenar la economía argentina, atravesada por profundos desequilibrios.
"Lo que el mundo espera de la Argentina es equilibrio, racionalidad, sentido común. Lo que espera es templanza. Lo que espera es previsibilidad", afirmó Massa, quien aseguró que Argentina volverá a crecer en 2024.
El "shock" de confianza que Massa busca imprimir es precisamente lo que la agencia de calificación DBRS Morningstar dijo este lunes que la próxima Administración de Argentina necesitará para sacar de la crisis a una economía que está "al borde del abismo".
"Si Massa o Milei pueden construir una coalición duradera que rápidamente brinde su apoyo a favor de un plan integral de estabilización, Argentina podría salir de una crisis", afirmó Michael Heydt, vicepresidente senior de Calificaciones Soberanas Globales de DBRS Morningstar.
De lo contrario, advirtió Heydt, "las perspectivas probablemente se caracterizarán por una inflación vertiginosa, una profunda recesión económica e incertidumbre política".
Natalia Kidd