Naciones Unidas, 23 oct (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, aún no ha podido hablar con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, desde el inicio de la guerra en Gaza, según confirmó este lunes su portavoz, Stéphane Dujarric, en su rueda de prensa diaria.
"Hemos pedido una llamada con el primer ministro, y cuando esa llamada se produzca, se producirá -dijo Dujarric-, pero eso no nos impide mantener contactos funcionales con Israel".
El único contacto hasta ahora hecho público es el que Guterres mantuvo con el presidente israelí, Isaac Herzog, un hombre sin poder ejecutivo y cuyo cargo es meramente simbólico.
AHerzog, Guterres le insistió en "la necesidad de respetar la ley internacional, de proteger a los civiles y de proteger las instalaciones de la ONU" (en referencia a las escuelas donde se apilan los refugiados), dijo el portavoz.
Dujarric insistió en que Guterres "dice en privado lo mismo que estamos diciendo en público" en lo relativo a la situación de los civiles.
También fue preguntado por qué Guterres no viajó a Israel en su último viaje del fin de semana a la región -fue a El Cairo y fue al paso de Rafah, entre Egipto y Gaza-, a lo que respondió: "El secretario general siempre tiene en cuenta dónde es más útil su presencia".
Israel se ha mostrado desde siempre muy crítico con las instituciones de la ONU en general, y la pasada semana el mismo embajador israelí ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo en un mitin de apoyo a Israel en Nueva York que Guterres, al ir al paso de Rafah, "mandaba un mensaje de apoyo a los terroristas", y añadió ante el público: "¿No le da vergüenza?".
En la misma rueda de prensa de hoy, el portavoz reconoció que la Agencia de la ONU para los palestinos (UNRWA, mayor organización asistencial activa en Gaza) aún no ha conseguido introducir un solo litro de combustible en la Franja, dando a entender -sin decirlo expresamente- que Israel no se lo ha permitido.
La UNRWA ha dicho reiteradamente que el combustible es necesario para activar los generadores que mantienen en funcionamiento los hospitales en Gaza, después de que el gobierno israelí haya cortado el suministro eléctrico a todo el territorio.