Salvador Sobral muestra sus otras facetas: "Quiero que la gente baile"

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Lisboa, 20 oct (EFE).- El cantante portugués Salvador Sobral deja atrás su faceta más "triste" y asociada a las baladas que le llevó a la fama al ganar Eurovisión con "Timbre", un nuevo disco más "luminoso" y hasta "latino" con el que, asegura en una entrevista con EFE, quiere que la gente baile.

"A veces la gente sólo me conoce de Eurovisión y se cree que soy el chico portugués que canta baladas y todo muy triste, el fado... Y estoy muy lejos de eso. También me encantan las baladas, pero tengo muchos otros lados y quería que la gente lo viera", cuenta.

Seis años después del éxito de "Amar pelos dois" que le coronó en el festival europeo, Sobral (Lisboa, 1989) acaba de lanzar su cuarto álbum de estudio.

"Es un disco que quiero que la gente cante, que baile, que sienta esa alegría que estaba presente cuando lo hicimos también, no solo porque he sido padre y mi hija me trajo tanta luz. También es un lado mío y todavía no lo había explorado tanto", explica.

El título del disco hace referencia a su seña de identidad, su voz -"cuando me escuchan en la radio me reconocen por mi timbre"-, pero también a los diferentes sonidos y texturas que nutren las once canciones que lo componen, donde nada es electrónico y se juega con sonidos de objetos como mesas o sillas.

Como en discos anteriores, Sobral se atreve con varios idiomas, en este caso portugués, español y francés, lo que le permite explorar diferentes formas de componer.

"Cada lengua me permite tener personalidades distintas", afirma el músico, en una entrevista por videollamada realizada íntegramente en español.

Este idioma, muy influenciado por sus conocidos latinoamericanos, le hace ser más "tropical", el portugués le lleva al fado y el francés, que aprendió con su novia, es su "lengua del amor", desvela.

El disco incluye duetos con su hermana Luísa Sobral -siempre presente-, con el uruguayo Jorge Drexler, la mexicana Silvana Estrada y la francesa Barbara Pravi.

"Jorge Drexler para mí es el mayor compositor del mundo. Lleva siendo mi héroe musical desde esos tiempos en que estudiaba música", afirma el portugués, que se siente muy "identificado" con la cultura hispanoamericana pese a que nunca ha tocado allí.

La canción con Estrada, "De la mano de tu voz", es un homenaje a la española Sílvia Pérez Cruz, "la madre de todas las voces", defiende Sobral.

En "Timbre" también se ha animado a hacer algo que tenía pendiente, escribir una canción a su donante casi seis años después de recibir un trasplante de corazón, "El regalo que me hiciste".

"Los primeros tres, cuatro años, no podía hablar de la enfermedad y del trasplante sin tener ganas de llorar", confiesa el portugués, que necesitaba tomar distancia de ese episodio.

Por ello también decidió componer el tema en español. "Si la escribo en portugués no logro cantarla y me pongo demasiado sensible, emocional, y voy a llorar toda la canción".

Sobral tiene una relación muy especial con España. Se mudó a Mallorca en 2010 y allí fue donde empezó a ganar dinero con la música, para luego estudiar en Barcelona.

"No descarto para nada vivir en España, volver a Barcelona, porque Portugal no está muy bien como para vivir allá", refiere el músico, que actualmente reside con su familia en París.

En Portugal, "está imposible para una persona que es de allá poder sobrevivir", afirma. "Los alquileres son imposibles de pagar, la comida con la inflación cada vez está más cara y los sueldos no suben", lamenta.

Pero aunque los portugueses "no son un pueblo de salir a la calle por naturaleza", cree que está empezando a cambiar: "Quiero todavía estar aquí en este mundo cuando se produzca un cambio radical en la política portuguesa".

Sobral no tiene miedo a posicionarse políticamente. En 2019, cuando Eurovisión se celebró en Israel, ya dijo que "la música no se puede disociar de la política".

"Muchas veces he sido invitado a cantar en Israel y nunca he ido. Si hago un concierto ahí, me paga el Gobierno de allá", reconoce el portugués, que habla de la "atrocidad que se hace tanto de un lado como del otro" y señala que Hamás "no tiene nada que ver" con el movimiento de liberación de Palestina.

Para su futuro, Sobral quiere seguir dedicándose a cantar, pero piensa en buscar otra fuente de ingresos por si le falla la voz.

Tiene una idea, pero no quiere dar muchos detalles. "Es en la industria de la música. Está tan obsoleta que creo que necesita un cambio y me gustaría ser parte de ese cambio", promete.

Paula Fernández

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