Quito, 20 oct (EFE).- El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, tiene previsto viajar la próxima semana a Lima para la conmemoración de los veinticinco años de la firma del Acta de Brasilia, el acuerdo de paz que puso fin al largo conflicto limítrofe entre ambos países, según confirmaron a EFE fuentes diplomáticas peruanas y del Gobierno ecuatoriano.
La visita está prevista que se produzca los días 25 y 26 de octubre, con un acto principal en la segunda y última jornada, que coincidirá con el aniversario de la suscripción del acuerdo de paz, celebrado en 1998 con la presencia de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos como países garantes.
Este viaje responde también a la invitación que le había cursado a Lasso la presidenta de Perú, Dina Boluarte, cuando ambos coincidieron en la asamblea general de las Naciones Unidas, el pasado septiembre.
No será este el primer encuentro entre Boluarte y Lasso, pues previamente ya habían mantenido una reunión el pasado junio en la fronteriza población peruana de La Tina, de la región de Piura, tras la inauguración del Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) de la localidad ecuatoriana de Macará.
Para dar inicio a los actos conmemorativos de la firma del Acta de Brasilia, este miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador inauguró una muestra en su sede del Palacio de Najas, de Quito, que repasa el progreso de las relaciones bilaterales y de la cooperación en este último cuarto de siglo.
Lasso realizará la visita a Perú a escasas semanas de dejar el cargo de jefe de Estado para cedérselo al presidente electo, Daniel Noboa, ganador el pasado domingo de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales extraordinarias.
El gobernante ecuatoriano también tenía planeado viajar en la segunda semana de octubre a Seúl para firmar el acuerdo comercial negociado en los últimos meses entre Corea del Sur y Ecuador, pero tuvo que cancelar la visita oficial horas antes de su salida al aparecer muertos en dos cárceles la mayoría de los imputados por el asesinato del candidato presidencial Fernando VIllavicencio.
En ese momento, decidió permanecer en Quito para enfrentar la situación, donde optó por destituir a parte de la cúpula de la Policía Nacional.