Santiago, 20 oct (EFE).- Los gimnastas de Latinoamérica llegan con sed de triunfo a esta edición de los Juegos Panamericanos de Santiago, en la que, en los concursos masculinos, Argentina, Colombia, Chile, Cuba y México pueden dar sorpresas si los deja un Brasil más débil que en otras ediciones, pero con la estrella Diogo Soares como mejor aspirante.
En los Juegos se decidirá la última plaza olímpica individual, entre los gimnastas o países que aún no estén clasificados. Brasil tendrá que sudarla para conseguir un cupo más para París 2024, que se sume a los dos que ya logró en los recientes mundiales.
Del Brasil que tuvo una actuación destacada en 2019 en la capital peruana, donde conquistó 8 medallas -4 de oro y 4 de plata-, queda poco como equipo. Pero para los concursos individuales, la presencia de Diogo Soares, décimo en el concurso completo en los mundiales de Amberes (Bélgica), es una garantía.
La ausencia de Caio Souza y Arthur Zanetti, dos de sus más destacados gimnastas, ha dejado este año un vacío en los torneos internacionales y también va a pesar en Santiago, pues ambos continúan recuperándose de cirugías tras la rotura del talón de Aquiles del primero y una lesión en el hombro del segundo.
En Amberes se clasificaron para París Diogo Soares y otro gimnasta a designar por el propio equipo.
Antes, en el Panamericano de Medellín fueron superados en la clasificación por equipos por Estados Unidos y Canadá. Ahora, los norteamericanos actuarán con equipos de segunda en Santiago, lo que puede favorecer a Brasil y por supuesto a los demás latinos.
El 'Team USA' prácticamente dominó las pruebas individuales en la ciudad colombiana, donde también se colgaron un oro el brasileño Yuri Guimaraes en salto y el argentino Daniel Villafañe, en anillas.
Sin Yul Moldauer, que fue la estrella del torneo, Brasil gana posibilidades para la final de suelo y para el concurso completo, en los que Diogo Suares, bronce en los Panamericanos de Río en el absoluto es el favorito y Guimaraes, que fue tercero en Medellín, también tiene opciones.
Otros que tienen opción sin el estadounidense son el colombiano Dilan Jiménez, que fue bronce en barras paralelas en el Panamericano de este año y puede llevar a Colombia al podio junto con su coterráneo Andrés Martínez, en suelo. Las paralelas fue uno de los aparatos en los que Diogo Soares destacó en Amberes.
Sin Moldauer también se favorece el joven chileno Luciano Letelier, tercero en barra fija, aunque este tendrá que esforzarse el doble pues su más fuerte rival será el estadounidense Currant Phillips, que entonces se llevó el oro en la modalidad.
Chile, como anfitrión de la continental, quiere llenarse de oros y, aunque no tendrá a su máximo referente de los últimos años, Tomás González, quien acaba de anunciar su retiro, también intentará brillar con Ignacio Varas, que se llevó la plata en salto en el Panamericano y tendrá que volver a enfrentarse al campeón Guimaraes.
En anillas, el cubano Alejandro de la Cruz quiere darse la pelea con Villafañe tras el bronce que consiguió en Medellín, pero junto con el argentino tendrán que guerrearla con el mexicano Fabián de la Luna, oro en Lima y quien quiere mantenerse en lo más alto del podio.
México también tiene buenas opciones en barras paralelas con Isaac Núñez, que quiere defender el oro obtenido cuatro años atrás en Lima, una tarea en la que ya no tendrá a Caio Souza respirándole en la nuca y donde el estadounidense Cameron Bock, bronce en los pasados Panamericanos, será su más fuerte rival.
Aunque la plaza olímpica no será confirmada por la Federación Internacional hasta el año próximo, puede calcularse que será para el primer gimnasta en Santiago que no sea estadounidense, ni canadiense, ni Diogo Soares.
Las competiciones de gimnasia artística masculina comienzan este sábado con la clasificación por equipos y terminarán el 25 de octubre con las disputas en salto y barras paralelas.
La XIX edición de los Juegos Panamericanos comenzó oficialmente este viernes y contará con la participación de casi 7.000 atletas de 41 países en 39 deportes.
María Angélica Troncoso