La Paz, 18 oct (EFE).- El ráquetbol, que dio a Bolivia su histórica primera medalla de oro en unos Juegos Panamericanos, los de Lima 2019, volverá a ser la apuesta del país suramericano para que su participación en Santiago 2023 sea mejor que la lograda en la competencia precedente.
En sus participaciones en los Panamericanos desde los disputados en Winnipeg en 1967, Bolivia ha acumulado 13 medallas y su mejor participación hasta el momento fue en los juegos de Lima, en los que logró, además de la anhelada primera presea dorada, dos de plata y dos de bronce, ocupando el puesto 19.
Bolivia aspira ahora a quedar en la mitad del medallero "especialmente por el aporte en medallas que puede hacer la Federación Nacional de Ráquetbol", explicó a EFE el presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB), Marco Arze.
Según el dirigente, "el equipo de ráquetbol es el más poderoso" en la delegación de poco más de medio centenar de deportistas que representarán al país en los Juegos de Santiago que se disputarán del 20 de octubre al 5 de noviembre.
Y no es cosa menor, ya que entre los seis raquetbolistas bolivianos está Conrrado Moscoso, campeón mundial vigente de esa disciplina que será uno de los abanderados del país.
Moscoso es actualmente el número uno en el ránking masculino individual de la Federación Internacional de Ráquetbol y también en el Tour Internacional de Ráquetbol (ITR en inglés), la principal organización profesional para competiciones masculinas de ese deporte.
También estarán Carlos Keller y Kadim Carrasco, quienes junto a Moscoso fueron parte del equipo que dio a Bolivia su primer oro en los juegos de Lima, además de Jenny Daza, Yazmine Sabja y Angélica Barrios.
Barrios y Daza, junto a Valeria Centellas, obtuvieron el tercer lugar como equipo femenino en los anteriores juegos.
Arze resaltó que "están andando muy bien los raquetbolistas", por lo que se espera que no sea sólo una medalla de oro, "sino alguna más" la que logre el país mediante este deporte.
Otra disciplina en la que Bolivia espera estar en el podio es el tenis con la representación de los hermanos Federico y Noelia Zeballos, la otra abanderada del país.
Los Zeballos se hicieron de la presea plateada en la categoría dobles mixto de tenis en Lima y repitieron el galardón en los Juegos Suramericanos de Asunción 2022.
Según Arze, se está gestionando la posibilidad de incluir al tenista Boris Arias para tener "una buena dupla en varones".
También se espera una participación destacada en disciplinas como la pelota vasca y el tiro deportivo, en el que uno de los representantes será el experimentado Rudolf Knijnenburg, quien participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Bolivia también tendrá representantes en bádminton, ciclismo BMX, prueba ecuestre, gimnasia artística y de trampolín, golf, kárate, levantamiento de pesas, lucha, natación, pentatlón moderno, deportes electrónicos, taekwondo, triatlón y voleibol de playa.
A último momento se confirmó la participación de siete atletas, incluida la destacada fondista Jhoselyn Camargo, si bien se lamentará la ausencia de los "principales expositores" bolivianos en la disciplina, Héctor Garibay, David Ninavia y Ángela Castro, quienes decidieron concentrar sus esfuerzos para llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Otra ausencia sentida será la de la nadadora Karen Torrez, clasificada para participar en Santiago pero que finalmente no irá por un "problema físico", según Arze.
Tampoco asistirá el tenista Juan Carlos Prado, quien decidió dar prioridad a los torneos internacionales para recuperar puestos en el ránking junior y mantenerse entre los 10 primeros.
El dirigente destacó que los Panamericanos son "el segundo juego multidisciplinario que puede dar oportunidades a los atletas, por lo que cada federación deportiva manda "lo mejor que tiene" y los que no logren medallas aspirarán a al menos mejorar sus marcas individuales.
Gina Baldivieso