Kabul, 18 oct (EFE).- El Gobierno interino de los talibanes anunció este miércoles que construirá miles de hogares para las víctimas de la serie de terremotos que sacudieron recientemente Afganistán, dejando más de un millar de muertos, entre críticas por la falta de respuesta de las autoridades.
"2.156 casas serán construidas en una veintena de pueblos en el distrito de Zindah Jan, en la provincia de Herat (oeste), para las víctimas de los terremotos", dijo a EFE el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres de los talibanes, Janan Sayeq.
La llegada del invierno amenaza con dejar a decenas de miles de afectados a la intemperie, entre aquellos que han perdido sus hogares y los que tienen miedo a regresar a sus casas por temor a nuevas réplicas.
Esta región afgana se vio sacudida el pasado 7 de octubre por varios terremotos de hasta 6,3 de magnitud, y sucesivas replicas de considerable intensidad que dejaron unas 20 aldeas destruidas. Los terremotos continuaron a lo largo de la semana, el último de ellos el pasado domingo con una magnitud de 6,5.
El principal portavoz del Gobierno interino fundamentalista, Zabiullah Mujahid, destacó en un comunicado los esfuerzos para asegurar la ayuda antes de que el invierno golpee el oeste de Afganistán.
La tarea, con 66.000 personas en la provincia afectadas según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, es gigantesca, y la falta de ayuda gubernamental ha provocado críticas entre los afectados.
"El Gobierno no tiene ningún plan para nosotros", explicó esta semana a EFE Abdul Qayoum, de 29 años, y que perdió a siete miembros de su familia en un poblado del mismo distrito de Zindah Jan donde los talibanes han prometido comenzar la reconstrucción.
Alertado por la bajada de las temperaturas, Qayoum afirmó que los fuertes vientos destrozaron las tiendas de campaña en las que duermen los vecinos tras la destrucción de los terremotos.
Uno de los doctores del hospital regional de Herat, Ijaz ul Haq Haqyar, lamentó también a EFE que un gran número de niños han sido hospitalizados en los últimos días por vivir a la intemperie desde hace casi dos semanas.
"La mayoría de los niños sufren de catarros comunes", explicó Haqyar, aunque las enfermedades también se ceban con los más mayores.
Shahnaz explicó a EFE que su abuela falleció en uno de los parques de Herat, donde toda la familia vive desde el primer terremoto, debido a un resfriado común.
"Ayer la llevamos al hospital, y los doctores también la examinaron en el parque. Cogió un catarro común y por desgracia murió hoy en el parque", lamentó.