El jefe de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el general Aharon Haliva, ha admitido este martes su "fracaso" a la hora de prever y alertar correctamente de la ofensiva lanzada el pasado 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra el territorio israelí, unos ataques que se han saldado por ahora con más de 1.400 muertos. Haliva ha aceptado ahora que se trató de un "fallo de Inteligencia" por parte de la unidad que encabeza, que no fue capaz de "alertar" con el debido tiempo para frenar una ofensiva que ha desembocado en una guerra abierta entre Hamás e Israel y que ha dejado ya unos 3.000 muertos en la Franja de Gaza. "Durante mis visitas a las bases de Inteligencia de las FDI en los últimos 11 días, he dicho repetidamente que esta guerra comenzó con un fallo de Inteligencia. La Dirección de Inteligencia, bajo mi mando, ha fracasado a la hora de alertar de este ataque terrorista lanzado por Hamás", ha manifestado en los que son sus primeros comentarios desde el ataque. Así, ha lamentado no haber cumplido "con su tarea más importante". "Como jefe de la división de Inteligencia asumo toda la responsabilidad por este fracaso", ha señalado en una misiva dirigida a todos los miembros de las FDI y publicada por el Ejército. Sus palabras llegan un día después de que el máximo responsable de la seguridad interior de Israel asumiera también la responsabilidad por lo sucedido. El jefe del Shin Bet, Ronen Bar, señaló el lunes en un comunicado que "a pesar de las acciones llevadas a cabo, no fueron capaces de crear una alerta que permitiera frustrar el ataque". "La responsabilidad es mía", añadió Bar en declaraciones a la emisora de radio del Ejército israelí.