Quito, 15 oct (EFE).- La candidata presidencial correísta Luisa González pidió este domingo a sus compatriotas que voten "con memoria" en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, en la que se disputa la jefatura del Estado con el joven empresario Daniel Noboa.
Ataviada con un chaleco antibalas, como durante casi toda la campaña, González sufragó en Canuto, una localidad rural cercana a la ciudad de Chone, de la provincia costera de Manabí en medio de un fuerte contingente de seguridad.
La abogada de 45 años aseguró que tiene "toda la fe, la esperanza de que Ecuador va a dar un giro hacia la dignidad, hacia una patria de derechos".
Y formuló un llamamiento "a todos los ecuatorianos a votar con memoria, con memoria, sobre todo".
González, del movimiento Revolución Ciudadana, que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017), se trasladará luego a la provincia costera de Guayas, para acompañar en el sufragio al alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez.
Avanzó que recibirá los resultados electorales en la capital ecuatoriana, luego de haber acompañado a sufragar al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, y a la prefecta Paola Pabón, ambos de su movimiento político.
Con la votación de este domingo culminará un proceso electoral excepcional marcado por la crisis de seguridad y violencia atribuida al crimen organizado que azota a Ecuador.
Esa violencia se sintió también en estos comicios con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado a la salida de un mitin electoral en Quito once días antes de la celebración de la primera vuelta.
El ganador de este domingo tendrá un corto mandato de unos 15 meses para completar el periodo 2021-2025, que no culminará Lasso, ya que optó por dejar el cargo antes de tiempo y forzar estos comicios extraordinarios al declarar en mayo pasado la "muerte cruzada".
Se trata de un mecanismo constitucional con el que disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento) cuando esta, controlada por una mayoría que lideraba el correísmo, se aprestaba a votar su destitución como último paso de un juicio político en el que se le acusaba de presunto peculado (malversación), cargo que él rechaza.
Quito, 15 oct (EFE).- La candidata presidencial Luisa González, afín al expresidente progresista Rafael Correa (2007-2017), aseguró este domingo que tras las votaciones, en las que compitió con el empresario derechista Álvaro Noboa, que con esta acción democrática "el que gana es el pueblo ecuatoriano".
González dijo sentirse "feliz" con la respuesta de los electores y, aunque de momento se desconocen los resultados definitivos de las votaciones, dijo estar optimista de un saldo positivo para su candidatura.
La candidata del movimiento Revolución Ciudadana aseguró que, en sus recorridos de este domingo por varios recintos electorales, ha percibido la esperanza de los votantes "de que vuelvan días de calma, de prosperidad".
González, que acompañó a votar a sus correligionarios Pabel Muñoz, alcalde de Quito; y a Paola Pabón, prefecta de la provincia andina de Pichincha, indicó que "Ecuador no puede improvisar" y que necesita de un "equipo de trabajo" como el que representa el movimiento Revolución Ciudadana, que lidera Correa.
"Somos un proyecto de país" mas que un grupo electoral, añadió González al asegurar que la Revolución Ciudadana no es "un partido político de alquiler".
Ella esperará conocer en Quito los resultados preliminares oficiales que el Consejo Nacional Electoral prevé emitir esta misma noche.
De su lado, Paola Pabón dijo estar muy contenta y orgullosa porque por primera vez "en una papeleta (de votación) presidencial hay una mujer" (en segunda vuelta).
Ojalá regresen al país "tiempos de reencuentro" para los ecuatorianos que cambie el ambiente de inseguridad que se abate en el país.
Algo más de 13,4 millones de ecuatorianos estaban facultados para votar este domingo para designar un nuevo gobernante entre González y Noboa, y quien resulte ganador completará el período 2021-2025 que le correspondía al actual mandatario, el conservador Guillermo Lasso, cuyo mandato fue recortado por él mismo tras invocar en mayo pasado a la llamada "muerte cruzada".
Con ese mecanismo constitucional, Lasso también disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento) justo cuando se disponía a votar una moción de censura en su contra, en un juicio político de censura en el que era acusado de presunta malversación, que él niega.