Extraditarán y procesarán en Argentina al sacerdote italiano que asistió a sesiones de torturas durante la última dictadura militar

El cura Franco Reverberi Boschi, de 86 años, será trasladado al país antes de fin de año. Está acusado del asesinato de un militante del ERP y presenciar una serie de tormentos. Su papel en el grupo represivo que funcionó en los tribunales de San Rafael, provincia de Mendoza

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Franco Reverberi Boschi, el sacerdote de 86 años
Franco Reverberi Boschi, el sacerdote de 86 años

El sacerdote ítalo-argentino Franco Reverberi Boschi, de 86 años, -conocido como el “cura tano”- sufrió un duro revés en la justicia italiana al ser desestimado su recurso para no ser extraditado a Argentina. El ministro de Justicia del país europeo, Carlo Nordio, dispone de 45 días -desde la recepción de la orden- para tramitar la entrega del sacerdote a Buenos Aires, algo que ya había autorizado en agosto pasado.

Por este motivo, antes de fin de año, será trasladado al país donde está acusado de crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura, entre 1976 y 1983, caso del asesinato del militante del ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) José Berón, de 20 años, aún desaparecido.

Su extradición llega tras un largo proceso judicial que comenzó en 2013 cuando Argentina hizo la primera solicitud, pero la justicia italiana la rechazó porque la acusación sólo incluía denuncias de torturas. Por ende, se impulsó la modificación de la jurisprudencia de la Justicia italiana, que sólo consideraba imprescriptibles los delitos de homicidio, para incluir también las torturas como crímenes de lesa humanidad, indicó el Gobierno argentino en un comunicado. Ese cambio permitió que el ex capellán del Ejército pueda ser extraditado por un homicidio y también por el sufrimiento de las víctimas.

A Reverberi Boschi se lo acusó de haber presenciado sesiones de tortura de 10 personas, a las que asistía con una biblia en la mano, en el Centro Clandestino de Detención “La Departamental”.

Sobre el papel que jugaba “el cura tano” en ese lugar no quedan dudas. Se lo identificaba como un integrante más del grupo represivo, al punto que, si bien en ocasiones aparecía vestido con el hábito religioso, en otras lo veían enfundado en un uniforme de fajina del ejército y con una pistola enfundada en una sobaquera.

Además del arma, también portaba La Biblia, que mostraba a los detenidos cuando les decía que debían arrepentirse de ser “subversivos” y colaborar con sus interrogadores para alcanzar un “alivio espiritual”.

Él huyó hacia Italia en 2011 cuando fue citado por la Justicia argentina para declarar. Por aquel entonces era investigado en el proceso por delitos de lesa humanidad cometidos en Mendoza y, el cura, se refugió en la localidad de Sorbolo, un pequeño pueblo de la provincia de Parma donde nació en 1937. Por esas tierras también se lo vio al ex capellán auxiliar del Escuadrón de Exploración de Montaña VIII de la ciudad de San Rafael en Mendoza, celebrando misa.

Este caso tendrá repercusiones en otro similares, como el del ex militar Carlos Malatto, quien reside en Italia y es requerido por la Justicia argentina por crímenes de lesa humanidad contra más de 100 personas en San Juan.

Además, el caso de Reverberi Boschi es similar al de Christian Von Wernich, ex capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en los centros clandestinos del “Circuito Camps”. Allí también asistía a las torturas y prometía a los detenidos que si daban información serían liberados, mientras que al mismo tiempo extorsionaba económicamente a sus familias. Por eso crímenes hoy cumple una condena de prisión perpetua.

* con información de EFE

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