Londres, 13 oct (EFE).- La Premier quiere inspirarse en LaLiga. Ahora solo 200 de los 380 partidos de cada temporada se ven en televisión. La Premier League trata de eliminar este apagón que divide al fútbol inglés desde los años 60. El objetivo, aumentar el valor de venta de unos derechos televisivos que alcanzó los 5.600 millones de euros en su último acuerdo. Solo para el mercado doméstico.
Uno de los datos más curiosos sobre la Premier League es que, pese a ser la liga más rentable del mundo y la que más interés genera, solo 200 de los 380 partidos que se disputan cada temporada se pueden ver en televisión. Esto es debido al 'blackout' o apagón que divide al fútbol inglés desde los años 60 y que la Premier trata, poco a poco, de eliminar, para ensanchar aún más la venta de unos derechos televisivos que en su último acuerdo alcanzó los 5.000 millones de libras (5.600 millones de euros) solo para el mercado doméstico.
Este apagón, impulsado en los 60 por el presidente del Burnley, establece que no se puede retransmitir fútbol los sábado desde las 14:45 hasta las 17:15, por lo que la franja de las 15:00 en Inglaterra, habitualmente la que más partidos aglutina, no es accesible para los espectadores británicos. Al menos no de manera legal.
Esto se hace para evitar que los aficionados no asistan a los campos de divisiones inferiores por quedarse en casa o en el pub viendo la Premier League, pero cada vez más voces piensan que es una regla anticuada y que no tiene sentido que se den situaciones como hace dos semanas, cuando el top cuatro de la temporada anterior, Manchester City, Manchester United, Arsenal y Newcastle United, no pudo verse en el Reino Unido.
Uno de los primeros pasos para saltarse esta norma se ha dado esta temporada, con el establecimiento de un nuevo horario, el de las 20:00 los sábados. Hasta la temporada pasada, la Premier establecía los siguientes horarios: Viernes (20:00), sábado (12:30, 15:00 y 17:30), domingo (14:00 y 16:30) y lunes (20:00). Tanto lunes como viernes eran opcionales y, en ocasiones, ni siquiera se completaron todos los del sábado y el domingo, pero la liga decidió esta temporada añadir el de las 20:00 los sábado y planea agregar el de las 18:30 el domingo para el año que viene.
De este modo, se aumentaría la oferta de partidos a los operadores británicos hasta los 250 encuentros por temporada y se adoptaría un modelo más cercano al de LaLiga, donde es difícil que dos partidos coincidan a la misma hora. Un aliciente para que en la próxima renovación de derechos, a partir de la temporada 2024-2025, el paquete televisivo aumente su valor, como ha hecho cada año desde 2007.
Una eliminación total del apagón aún parece lejana, por las presiones de la EFL, que maneja la Segunda, Tercera y Cuarta división del fútbol inglés, y porque esta regla está amparada por la UEFA, que en su artículo 48 permite a sus federaciones establecer una franja de dos horas sin fútbol doméstico o internacional.
Mientras este siga en pie, seguirán proliferando por el Reino Unido los pubs que ofrecen 'streamings' ilegales con partidos de los sábados a las 15:00, una práctica cada vez más peligrosa y a la que la Premier League está tratando de poner el cerco, en tanto que las últimas encuestas indican que más de 5 millones de personas en el Reino Unido consumen eventos deportivos a través de sistemas piratas.
La semana pasada, un hombre de Shrewsbury, localidad de Inglaterra, fue condenado a dos años y medio de cárcel por vender dispositivos piratas para ver los partidos de la Premier.
Este individuo, Steven Mills, de 58 años, vendía dispositivos 'Firesticks' mediante un grupo cerrado de Facebook, donde decía tener más de 30.000 suscriptores.
El servicio que proveía Mills permitía acceder a canales deportivos y de entretenimiento y para poder llevarlo a cabo solo aceptaba pagos en efectivo y operaba bajo diferentes alias. Durante la investigación, la policía contactó con más de 1.000 clientes de Mills y les pidieron que dejaran de utilizar sus servicios, bajo amenaza de denuncias.
En caso de utilizar la vía legal, un espectador en Reino Unido tendría que pagar unas 70 libras por las suscripciones de Sky Sports, TNT Sports y Amazon Primer y, con ello, accedería a poco más de la mitad de los partidos que se disputan en la Premier.
Para los otros 180 encuentros, tendrían que conseguir una entrada para el mismo o recurrir a VPN y sistemas ilegales, como ocurrió hace dos años con el redebut de Cristiano Ronaldo con el Manchester United. Un encuentro que, al no haber sido escogido por ninguna televisión para otro horario -cuando esto se hizo Cristiano aún no había fichado-, fue disfrutado por miles de personas -o incluso millones- con comentarios en rumano, coreano, árabe o incluso español.
Manuel Sánchez Gómez