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(Bloomberg) -- Los últimos indicios de inflación persistente sugieren que la Reserva Federal mantendrá la puerta abierta a otro aumento de la tasa de interés este año, aun cuando los banqueros centrales hacen énfasis en la paciencia antes de su próxima reunión.
El llamado índice básico de precios al consumidor, que excluye los costos de alimentos y energía, se elevó 0,3% el mes pasado, según mostraron el jueves los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Los economistas favorecen el indicador básico como un mejor indicador de la inflación subyacente. El IPC general subió 0,4%, más de lo esperado, impulsado por los costos de la energía.
Ambos aumentos son consistentes con un ritmo anual muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.
“Esto mantendrá a la Reserva Federal abierta a otra alza de tasas, aunque es cierto que el mercado podría terminar haciendo el ajuste por ellos”, dijo Kathy Bostjancic, economista jefe de Nationwide Mutual Insurance Co.
Bostjancic se refería al reciente aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo. Eso ha llevado a algunos responsables de la política monetaria a sugerir que podrían posponer otra alza cuando se reunan del 31 de octubre al 1 de noviembre, al tiempo que analizan las razones detrás del repunte.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro repuntaron tras el último informe de precios, dado que los operadores vieron aproximadamente entre un 50 y un 50 de posibilidades de un aumento para finales de año.
Los funcionarios de la Fed acordaron el mes pasado que la política debería seguir siendo restrictiva por algún tiempo, al tiempo que señalaron que los riesgos de un ajuste excesivo ahora tendrían que equilibrarse con el mantenimiento de la inflación en una trayectoria descendente hacia el 2%, según las minutas de la reunión de septiembre publicadas el miércoles.
El informe del IPC mostró un aumento en los precios de los servicios, que ha sido una preocupación particular para los funcionarios de la Fed encabezados por el presidente Jerome Powell, porque consideran que la inflación del sector está impulsada en parte por un mercado laboral ajustado.
Excluyendo la vivienda y la energía, los precios de los servicios subieron 0,6% desde agosto, el mayor aumento en un año, según cálculos de Bloomberg.
“Todo se reduce a los servicios”, dijo Jay Bryson, economista jefe de Wells Fargo & Co. “El último tramo para volver al 2% de forma sostenida es difícil. Es por eso que la Reserva Federal seguirá siendo restrictiva durante bastante tiempo, para asegurarse de que eso se logre”.
Los funcionarios de la Reserva Federal aún intentan decidir si necesitarán subir de nuevo su tasa de interés de referencia después de aumentarla en más de cinco puntos porcentuales durante los últimos 19 meses.
En su última reunión de política monetaria en septiembre, la Fed mantuvo la tasa sin cambios, aunque 12 de 19 funcionarios señalaron que respaldarían un nuevo aumento de la tasa este año, según las proyecciones publicadas tras la reunión.
Sin embargo, el énfasis de los bancos centrales en la paciencia significa que se necesitarán datos adicionales para convencer a la mayoría de la necesidad de otro aumento.
“Están bastante decididos a proceder con cuidado y dejar que la paciencia guíe su pensamiento, por lo que no contaría con un aumento en el cuarto trimestre a menos que los datos eleven el nivel de urgencia”, dijo Derek Tang, economista de LH Meyer/Monetary Policy Analytics.
Nota Original:Fed to Keep Hike on Table This Year After Services Prices Rise
--Con la colaboración de Marien Lopez-Medina y Vince Golle.
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