Marrakech (Marruecos), 11 oct (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado este miércoles sus previsiones de déficit para España hasta el 3,9 % este año, seis décimas por debajo de lo que calculaba este organismo en el mes de abril, gracias al impulso de la recaudación.
La asistente del director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Era Dabla Norris, explicó en una entrevista con EFE que la rebaja del déficit español en 2023 refleja "el impacto de la inflación en los ingresos fiscales y la retirada de las medidas de apoyo por la pandemia".
Según el informe de vigilancia fiscal publicado este miércoles por el organismo internacional, las perspectivas de déficit para España también mejorarán en 2024 -un 3 % del PIB, cinco décimas menos- y en 2025 -un 3,4 %, cuatro décimas menos-.
El FMI también alivia las perspectivas de deuda para este año, que se situará en el 107,3 % del PIB, 4,3 puntos menos que en 2022 y 3,2 puntos menos que en sus estimaciones de abril, para después bajar al 104,7 % del PIB en 2024 y el 103,9 % del PIB en 2025.
Aunque la economía española es "sensible" a la subida de los tipos de interés, Dabla Norris apunta que los largos plazos de vencimiento mitigarán el efecto de posibles subidas de tipos y, además, los fondos de recuperación permitirán acceder a financiación a costes bajos.
En cualquier caso, defiende que la consolidación fiscal debería empezar por eliminar progresivamente las medidas antiinflación y requerirá "medidas adicionales" para afrontar las presiones en el sistema de pensiones.
Los impuestos extraordinarios sobre las compañías energéticas, la banca y las grandes fortunas aportarán entre 3.500 y 3.600 millones de euros, lo que supone "una importante contribución" a los esfuerzos para afrontar las consecuencias de la pandemia y la crisis energética.
Sin embargo, matiza la economista, "estas medidas deberían ser temporales y no considerarse sustitutas de la necesaria reforma fiscal que las autoridades pretendían implementar" con el Plan de Recuperación.
De mantenerse en el tiempo, añade, estos impuestos podrían tener "efectos económicos adversos" en la inversión en el sector energético y asegura que para colocar la deuda en una senda descendente sería necesario ensanchar las bases imponibles del IVA y reforzar los impuestos medioambientales.
Dabla Norris defiende que la propuesta de reforma de las reglas fiscales europeas son "una clara mejora" con respecto a las actuales, ya que cree que ayudarán a controlar mejor el déficit y la deuda.
Sin embargo, puntualiza que excluir las inversiones en la transición energética de la regla de gasto podría llevar a que la financiación de este tipo de medidas dependa de forma excesiva del gasto, lo que llevaría a un deterioro de las posiciones fiscales.
Marrakech (Marruecos), 11 oct (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido este miércoles de que la deuda pública global volverá a crecer este año, principalmente debido a la presión de Estados Unidos (EE.UU.) y China, una tendencia que se mantendrá a medio plazo con un incremento anual de un punto del PIB mundial.
Junto a esta presión de las grandes economías, el aumento de la deuda está también relacionado con la desaceleración del crecimiento, el aumento de los tipos de interés y los déficits fiscales crecientes, según el informe de vigilancia fiscal presentado por el FMI este miércoles.
El organismo prevé que EE.UU. cierre 2023 con un déficit del 8,2 % del PIB, casi dos puntos más de lo que calculaba en abril, y que después experimente una pequeña corrección para situar su desfase en el 7,4 % del PIB tanto en 2024 como en 2025.
Esto se traducirá en un mayor ratio de deuda, que escalará hasta el 123,3 % del PIB este año, más de un punto por encima de la estimación de abril, para después continuar aumentando hasta situarse en el 137,5 % del PIB en 2028.
Por lo que respecta a China, su déficit se corregirá ligeramente este año -cuando cerrará en el 7,1 % del PIB, cuatro décimas menos que en 2022- y en 2024 (7 %) para después volver a crecer en 2025, cuando alcanzará el 7,3 %.
Con este desequilibrio, su deuda repuntará este año hasta el 83 % del PIB, seis puntos más que en 2022, y continuará creciendo hasta superar el 100 % del PIB en 2027.
En el prólogo del informe, el director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, reconoce la dificultad que afrontan los países para equilibrar las cuentas públicas, debido a la conjunción de elevadas deudas, mayores tipos de interés, mayores expectativas sobre lo que el Estado debe hacer y una "aversión" a los impuestos, que lleva a líneas rojas políticas.
Esto ha llevado a situaciones que van desde la imposibilidad de pagar las facturas en algunos países a una senda insostenible de gasto por el mantenimiento de las políticas actuales, como ocurre en países "grandes y ricos".
En cualquier caso, la mayor parte de los países necesita implementar políticas presupuestarias más restrictivas tanto para ayudar a los bancos centrales en su lucha contra la inflación como para reconstruir los márgenes fiscales y evitar los riesgos.
La asistente del director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Era Dabla Norris, añade en una entrevista con EFE que la magnitud de la consolidación "dependerá del espacio fiscal disponible" en cada país.
"Las medidas de apoyo han ayudado a hogares y empresas a afrontar el aumento de los precios de la energía y los alimentos, pero deberían retirarse gradualmente" a medida que la inflación se modera, defiende.
A pesar de ello, podrían realizarse transferencias focalizadas para proteger a los hogares vulnerables ante la subida de los precios de la energía.
En el caso de China, Vitor Gaspar, en un encuentro con la prensa este miércoles en Marrakech para presentar el informe de vigilancia fiscal, ha matizado que él "no haría hincapié sobre la deuda público, el reto más es bien es el crecimiento, la estabilidad y la innovación".
El director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI cree que China debería cambiar su modelo de desarrollo, de una economía basada en la exportación hacia la demanda interna y la inversión en infraestructuras y en la innovación inmobiliaria, entre otras.