Primer ministro libanés: "La prioridad del Gobierno es mantener la estabilidad en el sur"

Beirut, 9 oct (EFE).- El primer ministro libanés, Najib Mikati, aseguró hoy que la prioridad de su Gobierno es mantener la "estabilidad" en el sur del país, zona fronteriza con Israel y desde donde el grupo chií Hizbulá lanzó el domingo cohetes en medio de la guerra entre el Estado judío y Palestina.

"La prioridad del Gobierno es mantener la seguridad y estabilidad en el sur del Líbano; mantener la calma en la Línea Azul (frontera de facto); adherirse a la resolución 1701; parar las actuales violaciones israelíes de la soberanía libanesa por aire, mar y tierra; y que se retiren de los territorios libaneses aún ocupados", dijo en un comunicado.

Según la nota, así lo ha trasladado a una serie de representantes internacionales y árabes con los que ha mantenido conversaciones telefónicas para analizar la situación en la zona fronteriza, contactos que han reafirmado el interés por que el conflicto en el país vecino no tenga "repercusiones" en el Líbano.

Hizbulá atacó ayer tres puntos de Israel, una acción que justificó como parte del "camino hacia la liberación de lo que queda de nuestra tierra libanesa ocupada, y en solidaridad con la victoriosa Resistencia palestina".

Pese a las palabras de Mikati, el poderoso movimiento político y armado chií tiene la capacidad de actuar de forma independiente contra el Estado judío, con el que ya libró una guerra en 2006 y con el que de tanto en tanto protagoniza incidentes de baja intensidad en la divisoria.

Los expertos no creen que la formación liderada por el clérigo Hasán Nasrala, que controla el área fronteriza, esté interesada a priori en entrar a tomar parte en la actual guerra entre las facciones de la Franja de Gaza y las fuerzas israelíes, si bien no se descartan algunos altercados menores.

Ante las "difíciles circunstancias en la región", el primer ministro libanés también reiteró hoy la necesidad de acelerar la elección de un jefe de Estado, puesto vacante desde hace casi un año, y de poner de lado las "tensiones políticas" que plagan el Líbano a nivel interno.

El país mediterráneo está sumido en una grave crisis económica desde 2019 y sufre bloqueos políticos concatenados con repercusiones en distintas instituciones, incluida la Presidencia del país.