Túnez, 9 oct (EFE).- Túnez anunció este lunes que los turistas provenientes de China, individuales o en grupo, estarán exentos de visado para entrar en el país, una medida impuesta al inicio de la pandemia del coronavirus en 2020, aunque deberán presentar a su llegada una reserva de hotel y billete de regreso.
Un mes antes, China levantó la prohibición de viajes organizados a más de 70 destinos, incluido este país magrebí, una restricción que se mantenía en vigor desde la crisis sanitaria. Entonces, el gigante asiático cerró sus fronteras y prohibió a sus ciudadanos viajar al extranjero durante un periodo de tres años para evitar la propagación de la covid-19.
El Gobierno tunecino considera China un nicho de mercado con gran potencial que le permitirá diversificar su oferta, centrada principalmente en el turismo de playa y balneario, y se ha marcado como objetivo recibir una media anual de 100.000 visitantes, frente a los 30.000 llegados un año antes de la pandemia.
En los cinco primeros meses del año, cerca de tres millones de viajeros de todo el mundo eligieron Túnez como destino, lo que refleja un aumento del 3,3 % con respecto a 2019, año de referencia del sector, durante el cual recibió cerca de 9,5 millones de visitas.
Hasta el mes de junio, los ingresos alcanzaron los 508 millones de euros, una cantidad de récord desde la crisis sanitaria y un alivio para sus reservas de divisas, ya que el país se enfrenta a una deuda pública sin precedentes, que alcanza el 80 % de su PIB.
El turismo -que representa el 14 % del PIB tunecino y del que dependen 400.000 empleos directos e indirectos- ha sufrido varias crisis desde el inicio de la transición democrática, en 2011, especialmente tras una serie de ataques terroristas en 2015, que terminaron con la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.
Las autoridades buscan una alternativa al turismo de masas y del "todo incluido" con destinos como el sur desértico -que ocupa el 30 % del territorio- o sus 2.000 lugares arqueológicos, aunque por el momento es difícil competir con sus cerca de 1.200 kilómetros de costa. EFE
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