Madrid, 8 oct (EFE).- El exseleccionador de fútbol femenino Jorge Vilda y el director de marketing de la Federación, Rubén Rivera, se sientan este martes frente al juez para declarar como investigados por las coacciones a las que habría sido sometida Jenni Hermoso para justificar el beso que le dio Luis Rubiales en la final del Mundial.
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge investiga si intervinieron, junto con el propio Rubiales y el director de la selección masculina, Albert Luque, en las presiones que la jugadora y su entorno denuncia haber sufrido para que dijese públicamente que el beso fue consentido.
Durante su declaración ante el magistrado el 15 de septiembre, Rubiales -investigado también por agresión sexual- negó las coacciones, al tiempo que explicó que en el avión de vuelta a España, desde la Federación le aconsejaron dar explicaciones y señaló a Jorge Vilda como la persona que acudió al hermano de Jenni Hermoso para que hablase con ella.
"Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás mía me dijo: 'Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)", afirmó el expresidente de la RFEF, según los extractos de la declaración que publicó el diario El Español.
Vilda, Rivera y Luque debían comparecer en un primer momento como testigos, si bien el juez cambió su condición procesal a la de investigados tras oír los testimonios del hermano y de una amiga de Jenni Hermoso, que confirmaron las presiones recibidas para justificar el beso que Rubiales le dio en la boca tras la final del Mundial en Sídney el pasado 20 de agosto, y que generó toda una ola de indignación.
Días después, las internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez también confirmaron aquellas presiones y respaldaron el relato de Jenni Hermoso.
Aquel episodio acabó suponiendo la dimisión de Rubiales al frente de la RFEF, la apertura de un expediente por parte del Tribunal Administrativo del Deporte y una suspensión por la FIFA. También Vilda acabó siendo cesado como técnico de la selección femenina el 5 de septiembre.
Tras oír las versiones de Vilda y Rivera, el juez interrogará el 16 de octubre a Luque, que será el último de los investigados en declarar, y ya en noviembre comparecerán varios testigos, entre ellos el seleccionador masculino absoluto, Luis de la Fuente, y el ya exdirector de Comunicación de la RFEF Pablo García-Cuervo.