Washington, 5 oct (EFE).- La destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes estadounidense ha dejado al partido republicano con la urgencia de solucionar el caos generado en sus propias filas en plena carrera por buscar a un sucesor.
Hasta el momento solo dos personas, ambas del ala más conservadora, han postulado: el presidente del Comité Judicial de ese hemiciclo, Jim Jordan, y el "número dos" del partido allí, Steve Scalise, que se lanza a ese reto mientras está siendo tratado por un cáncer de sangre.
El legislador conservador Max Miller criticó este jueves en la cadena CNN que la moción contra McCarthy presentada el lunes por el radical Matt Gaetz y aprobada el martes le pueda hacer perder a su formación el liderazgo de la Cámara.
"No tengo esperanza" en que los republicanos mantengan dicho liderazgo, dijo Miller, quien aseguró que el propio expresidente Donald Trump (2017-2021), de quien Gaetz es uno de sus principales acólitos, está preocupado por la situación creada.
Y es que se trata de una crisis inédita en la historia estadounidense porque hasta ahora no había sido derrocado ningún "speaker", tal y como se conoce en inglés al líder de la Cámara Baja.
Este jueves, Jim Jordan recalcó en el canal Fox News que ha dado el paso de presentarse a la elección convencido de que se necesita a alguien que pueda "unir al equipo" y de que él es la persona adecuada para reparar la grieta entre radicales y moderados y cumplir después las promesas lanzadas a los estadounidenses.
En ese eventual mandato también prometió proteger a los moderados y no ponerlos en situaciones difíciles, a diferencia de McCarthy, obligado a concesiones ante las presiones que los más radicales le exigían.
La moción de Gaetz que acabó con el liderazgo de McCarthy fue aprobada por 216 votos a favor y 210 en contra. A la bancada demócrata se sumaron ocho legisladores republicanos, responsables también de que el pasado enero a McCarthy le costara 15 intentos lograr el liderazgo.
Está previsto que la nueva votación comience el 11 de octubre. Ese voto podría posponerse si en la reunión que mantengan los republicanos el día anterior ningún aspirante consigue unir a sus filas.
Según algunos medios, Trump estaría considerando ir la semana que viene al Capitolio para reunirse precisamente con miembros de su partido, pero ha descartado haber estado involucrado en la moción de Gaetz y también sostiene que él mismo no está interesado en la Cámara Baja, sino en la presidencia del país.
La incertidumbre creada aumenta a su vez la posibilidad de que a mediados de noviembre, cuando expira la prórroga de la financiación de la Administración concedida el pasado sábado, pueda haber un cierre de Gobierno, pues la Cámara Baja no puede aprobar nuevas leyes con un liderazgo interino.
Para el también conservador Dusty Johnson, su partido debe abordar el asunto de raíz: "Si no cambiamos la base de los problemas vamos a tener el mismo coche conducido por un payaso distinto", apuntó en la CNN.
La Casa Blanca ha destacado de forma reiterada que no va a interferir al respecto, pero tanto el presidente, Joe Biden, como la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, han reiterado a lo largo de la semana que hay que cambiar la "atmósfera envenenada" de Washington para poder trabajar juntos y sacar adelante las prioridades del país.
Para la ex primera dama y exsecretaria de Estado Hillary Clinton, McCarthy había perdido su autoridad y esa es la razón por la que los demócratas no lo salvaron: "No se podía confiar en él", señaló también en la CNN.